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lunes, 10 de octubre de 2016

COMPROMISO MUNDIAL PARA LUCHAR CONTRA LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS


21 de septiembre de 2016
Fuente: Europa Press
Los líderes mundiales asistentes a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas abordaron el 21 de septiembre la necesidad de abordar y frenar de forma coordinada la propagación de infecciones resistentes a los antibióticos convencionales, tras constatar que supone un desafío para la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Así lo acordaron con motivo de la 71ª edición de la Asamblea General que se celebra en New York (Estados Unidos), donde por cuarta vez en la historia se ha analizado una cuestión relacionada con la salud después del VIH, las enfermedades no transmisibles y la enfermedad por el virus del Ébola. Este problema se produce cuando bacterias, virus, parásitos u hongos desarrollan resistencia frente a los medicamentos que anteriormente eran capaces de curarlos. Y los jefes de Estado se han comprometido a adoptar una estrategia coordinada para analizar las causas fundamentales de estas resistencias. “La resistencia a los antibióticos es una amenaza para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y requiere una respuesta global”, defendió Peter Thomson, presidente de la Asamblea General, que insistió en que “ningún país, sector u organización puede abordar este problema por sí solo”. Esta resistencia hace que infecciones comunes y potencialmente mortales como la neumonía, la gonorrea, el VIH, la tuberculosis o la malaria, sean cada vez más difíciles de tratar. Además, el aumento de este problema se ha producido como consecuencia del abuso o mal uso de los antibióticos u otros agentes antimicrobianos. Los países reafirmaron su compromiso de desarrollar planes nacionales de acción frente a este problema basándose en el Plan de acción mundial de resistencia a antibióticos impulsado en 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Estos planes, coincidieron, resultan necesarios para comprender toda la magnitud del problema y acabar con el mal uso de los antibióticos tanto en el tratamiento de enfermedades como en la agricultura y en la sanidad animal. Asimismo, los líderes reconocieron la necesidad de contar con sistemas más fiables para controlar las infecciones resistentes a antibióticos y el uso de estos medicamentos, así como para intensificar la cooperación internacional y disponer de más financiación. Endurecer la legislación sobre antibióticos Por ello, se comprometieron a endurecer la regulación de los antibióticos, mejorar el conocimiento y la concienciación, promover las mejores prácticas, además de fomentar enfoques innovadores utilizando alternativas a estos fármacos. “La resistencia a los antibióticos supone una amenaza fundamental para la salud humana, el desarrollo y la seguridad. Los compromisos asumidos hoy deben traducirse ahora en medidas inmediatas y eficaces para salvar vidas en los sectores de la salud humana, animal y ambiental. Se acaba el tiempo”, alertó la directora general de la OMS, Margaret Chan Fung Fu-chun. Por su parte, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, reconoció que esta resistencia “no es un problema que sólo afecta a los hospitales”, ya que también depende de las explotaciones agrícolas y los alimentos. “La agricultura debe asumir su cuota de responsabilidad, utilizando los antimicrobianos de manera más responsable y reduciendo la necesidad de usarlos, y manteniendo una buena higiene en las granjas”. Los líderes presentes en la reunión de las Naciones Unidas hicieron un llamamiento a la OMS, la FAO y la OIE, en colaboración con bancos de desarrollo como el Banco Mundial y otras partes interesadas, para que coordinen su planificación y acciones e informen a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2018. Los países reclamaron una mejor utilización de las herramientas asequibles ya existentes para la prevención de infecciones en seres humanos y animales. Entre ellas la vacunación, la potabilización del agua y una buena higiene en los hospitales y la cría de animales. Además, pusieron de relieve las deficiencias del mercado y solicitaron nuevos incentivos para la inversión en investigación y desarrollo de medicamentos nuevos, eficaces y asequibles, pruebas de diagnóstico rápido, y otras terapias importantes para sustituir a aquéllas que están perdiendo fuerza.