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miércoles, 14 de noviembre de 2007

EL SABER CIENTÍFICO PARTICULAR I

Autora: Natalia Lorena Parracio
A través de tres entregas consecutivas nos introduciremos en este apasionante tema extraído de www.alipso.com
Ciencia (en latín scientia, de scire, ‘conocer’), término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable.

Dentro del saber científico, distinguimos niveles que se evalúan conforme a dos princi­pios: según el orden de causalidad que estudian y según el fin que pretenden.
En esta oportunidad, nos vamos a circunscribir al primer criterio (orden de causalidad...) y básicamente a las ciencias particulares.
Si bien los objetivos explícitos de esta unidad son “reconocer las características comunes de las ciencias particulares” y clasificar a las mismas “según sus objetos”, el ánimo de fondo nos tienta a desmitificarlas. Esto no significa, tratar de condenarlas, ni oponerse a ellas o subestimarlas
Esto incluye mostrar lo limitadas que son sus metodologías, evidenciar la parcialidad e incompletud de sus objetos (en tanto “perspectiva o punto de vista desde el cual se enfoca la realidad”) y estimar , criticar, de tal manera, a las ciencias particulares.

Una por una, todas las características de las ciencias particulares aluden a la incompletud y limitación propia de las actividades del hombre. Así, la generalización no alcanza para “una verdadera intuición de la esencia”, arañando lo universal de manera reducida, si­nóptica -y hasta diría circunstancial-.
De igual manera, las propiedades contigentes que enuncian no admiten que este tipo de ciencia pueda “elevarse inductivamente hasta una verdad necesaria”. Y, como hemos visto en la unidad precedente, una de las cualidades del saber científico es el carácter necesario de las verdades que lo constituyen Asimismo, los saberes hipotéticos son explicaciones provisorias, factibles y tentativas, (“nin­guna hipótesis es la única posible, la mera presencia del fenómeno que se estudia no basta para fundamentarla”.) Y el método experimental es tan artificial como un automóvil
Las tres últimas características aluden a lo restringidas que son las ciencias particulares, y también a un desarrollo científico de consecuencias imprevisibles. Por un lado, la expre­sión en lenguaje matemático es una “traducción” alejada de la esencia de las cosas, reduc­cionista y simplificadora como toda traducción. Además la especialización “conlleva cierto riesgo de perder la perspectiva del conjunto del saber”, cuando el hombre debería intentar acercarse a ella.
Por último, la orientación de la ciencia hacia “lo accidental y contigente” produjo un de­sarrollo científico de graves consecuencias cognitivas –pues se confunde el funciona­miento de las cosas con la verdad- y prácticas, tal como se ejemplifica con las armas de guerra.
Si hasta el último argumento, la discusión sobre las ciencias particulares parece tan sólo una cues­tión intelectual; en las consecuencias destructivas del desarrollo tecnológico queda claro que es un problema también práctico. No existe separación entre la esencia y la materiali­dad de las cosas, pues la ciencia se vuelve destructiva debido a los principios que la rigen: ignorancia de lo general velada con saberes particulares, y carencia de espiritualidad.
Finalmente, hablaremos de que las ciencias se discriminan entre sí según su objeto formal (“punto de vista” desde donde orientamos la realidad y su estudio). Cada ciencia tiene su genero, materia y objeto pro­pios. Sea cual fuese el caso, “la abstracción” se manifesta por tres medios: de primero, se­gundo o tercer grado que, a su vez, producen los “tres grandes grupos de ciencias”.
1. Abstracción de primer grado (no distigue los rasgos particulares sólo las esencias materiales). Ámbito de las ciencias de la naturaleza.
2. Abstracción de segundo grado (no distigue los rasgos particulares de los individuos, ni las distinciones cualitativas, solamente la cantidad). Matemática.
3. Abstracción de tercer grado (se adjudica a las realidades no meramente materiales). Ciencias humanas.
Estas abstracciones no son más que miradas parciales de fenómenos a los que nunca se podrá entender por completo; quizás porque si bien el hombre tiende al saber, y es más, al saber abso­luto (como si con eso acariciase lo infinito, lo celestial) no es atributo del hombre hacerlo.
Justamente la referencia a las causas segundas, que nombramos al comienzo, se realiza a partir de operaciones específicas de cada ciencia: determinismo, explicación por “sumatoria o relación de partes” y experiencia externa en las ciencias de la naturaleza; conocimiento tan seguro como limitado en la matemática; complejidad y búsqueda de regularidades en las ciencias humanas.

Características de las ciencias particulares:

1. Se basan en una abstracción imperfecta (generalización)
2. Enuncian verdades contingentes
3. Son saberes hipotéticos
4. Utilizan el método experimental
5. Tienden a expresarse en lenguaje matemático
6. Brindan aplicaciones prácticas en términos de tecnología
7. Son especializadas

continuará...