miércoles, 21 de enero de 2015
HASTA PRONTO QUERIDO PROFESOR EDUARDO ARANDA
Prácticamente cerrando el año 2014 tuvimos que lamentar la noticia de que por un infausto accidente y luego de los inútiles cuidados posteriores a este hecho, perdíamos al Ac. Dr. Prof. Eduardo ARANDA TORRELIO, quien no sólo se distinguió por su impecable formación académica, sino que también lo hizo por haber contribuido a Bolivia formando profesionales médicos de valía, así como por haber incrementado notablemente la bibliografía científica en su campo específico de investigación y trabajo.
Gracias por habernos dejado tanta enseñanza, gracias por habernos legado su inspiración.
Sabemos que es tan sólo hasta pronto querido Profesor y Amigo.
Ac. Dr. Christian TRIGOSO AGUDO
LABOR OMNIA, VINCIT IMPROBUS
Ac. Dr. Christian TRIGOSO AGUDO
Probablemente uno de los más grandes problemas con los que tropezamos hoy por hoy es tener que sufrir la arremetida de la politiquería en la ciencia, y máxime cuando este golpe se produce en países todavía emergentes, en sociedades aún débiles que tienen que intentar sobrevivir a tales embates y donde lo único que ocasionan es que o se pongan al servicio de la corriente del momento o que terminen alejándose buscando en otras tierras posibilidades más dignas para poder investigar.
Estamos conscientes de que la política es parte absolutamente de todo lo que hacemos, es más seguramente es un determinante tan fuerte que es imposible intentar evadir esta discusión, sin embargo quienes preferimos el silencio de nuestros laboratorios y bibliotecas tan sólo reclamamos un trato digno y humanitario.
Todas las mañanas me enfrento a auditorios repletos de jóvenes a quienes no sé como decirles que todo el esfuerzo que deben hacer mañana tendrá una recompensa a través de recibir la `posibilidad de servir y vivir satisfecho por este servicio; empero me tiembla la voz porque su país no retribuirá este esfuerzo y más bien parece que llegada la hora deberán pasar todas las penurias que debieran estar alejadas de las personas que se dedican a la ciencia. Éste es el instante en que recuerdo todo lo vivido por la humanidad y es entonces cuando me vuelvo a prender de la herencia legada por tantas y tantos que menospreciando estas horas ingratas no dudaron un segundo en regalarle lo mejor que podían a sus sociedades, un descubrimiento... un invento... una inspiración.
Queridas y queridos investigadores NO se dejan doblegar por los problemas y la incertidumbre que a veces parece que nos devora, antes bien continuad con vuestra formación científica, continuad con vuestros trabajos y regalad a la humanidad aquello que con orgullo deben entregar a quienes están iniciándose en vuestros mismos pasos. Entregad el mejor esfuerzo y sólo así podrán estar seguros que tanta faena valió la pena, que haber vivido valió la pena.
Labor Omnia, Vincit Improbus
Probablemente uno de los más grandes problemas con los que tropezamos hoy por hoy es tener que sufrir la arremetida de la politiquería en la ciencia, y máxime cuando este golpe se produce en países todavía emergentes, en sociedades aún débiles que tienen que intentar sobrevivir a tales embates y donde lo único que ocasionan es que o se pongan al servicio de la corriente del momento o que terminen alejándose buscando en otras tierras posibilidades más dignas para poder investigar.
Estamos conscientes de que la política es parte absolutamente de todo lo que hacemos, es más seguramente es un determinante tan fuerte que es imposible intentar evadir esta discusión, sin embargo quienes preferimos el silencio de nuestros laboratorios y bibliotecas tan sólo reclamamos un trato digno y humanitario.
Todas las mañanas me enfrento a auditorios repletos de jóvenes a quienes no sé como decirles que todo el esfuerzo que deben hacer mañana tendrá una recompensa a través de recibir la `posibilidad de servir y vivir satisfecho por este servicio; empero me tiembla la voz porque su país no retribuirá este esfuerzo y más bien parece que llegada la hora deberán pasar todas las penurias que debieran estar alejadas de las personas que se dedican a la ciencia. Éste es el instante en que recuerdo todo lo vivido por la humanidad y es entonces cuando me vuelvo a prender de la herencia legada por tantas y tantos que menospreciando estas horas ingratas no dudaron un segundo en regalarle lo mejor que podían a sus sociedades, un descubrimiento... un invento... una inspiración.
Queridas y queridos investigadores NO se dejan doblegar por los problemas y la incertidumbre que a veces parece que nos devora, antes bien continuad con vuestra formación científica, continuad con vuestros trabajos y regalad a la humanidad aquello que con orgullo deben entregar a quienes están iniciándose en vuestros mismos pasos. Entregad el mejor esfuerzo y sólo así podrán estar seguros que tanta faena valió la pena, que haber vivido valió la pena.
Labor Omnia, Vincit Improbus
HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES VENEREAS XII
Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
Desde 1910 a 1930 el español F.G Cano, popularizó las inyecciones intraprostáticas de soluciones antisépticas como el metilfenol y el fenol, normal para casos de prostatitis gonocóccicas.
Igualmente el inglés sir James Robert utilizaba soluciones intraprostáticas para reducir el volumen de la glándula y con ello poder aliviar los síntomas urinarios obstructivos, adelantándose al concepto actual.
Dicha solución mezclaba varios ingredientes como agua destilada, ácido acético glacial, glicerina y acido carbólico.
El eminente historiador de la medicina español Pedro Laín Entralgo (1908-2001) refería, cito textualmente: ‘Desde 1914 se disponía de tratamientos muy avanzados para las cuatro grandes infecciones debidas a protozoarios. Con los arsenicales pentavalentes se podían combatir algunas tripanosomiasis. Con los trivalentes (salvarsanes), la sífilis. La emetina se usaba en la amibiasis desde 1912 y la quinina permitió ejercer una terapia supresiva del paludismo’ (1)(41)
En 1921 Constantin Levaditi (1874-1953) microbiólogo rumano destacado mundialmente por sus estudios en el campo de la virología y de la inmunología, especialmente en el estudio de la poliomielitis y la sífilis, que trabajaba en el Instituto Pasteur de París, introdujo el bismuto en la terapéutica antisifilítica. Durante más de veinte años la medicación de la sífilis se hizo en base a los arsenicales trivalentes (salvarsanes y derivados) y de preparados de bismuto como complemento. Salvando los inconvenientes derivados de la toxicidad hepática del arsénico y de la toxicidad renal del bismuto, la terapéutica era eficaz y permitió un control bastante efectivo de la sífilis a costa de tratamientos repetidos y prolongados. Hasta la llegada de la penicilina, esta técnica terapéutica se mantendría sin grandes variaciones (1)
En cuanto a la historia de los preservativos o condones como métodos ‘barrera’ para la prevención de enfermedades venéreas, vemos que se han fabricado con diversos materiales como el lienzo, la calabaza, el cuero, la seda, el papel aceitado, la vejiga de pez o carey, tejidos animales, entre otros.
Se utilizaba también para evitar la fecundación. Su nombre es objeto de discusión, como que el Rey Carlos I de Inglaterra encargó al Dr Cundum o Condom la fabricación de fundas con tejidos animales (tripa de oveja) como metodos anticoncepivos y evitar también enfermedades venéreas provenientes de las meretrices de la época.
También se dice que la palabra condon proviene del latín que significa receptáculo. Se menciona en la civilización humana desde los egipcios quien desde el año 1000 a.c. lo fabricaban de lienzo. En pinturas rupestres de los años 100-200 a.c. en Combarelles, Francia, se muestra por primera vez, el uso del condon. (1)
El primero que lo denominó ‘profiláctico’ fue el famoso médico italiano Gabbrielle Falloppio (1523-1562). En su obra ‘De morbo gallico’ refiere haber inventado un condón de lienzo utilizado en 1100 hombres, para cubrir solamente el glande, ninguno de los cuales fue infectado de sífilis. Saxonia poco tiempo después describía el uso de un condón más largo, para todo el pene, pero con el aditamento de preparaciones herbarias que podrían considerarse, como los primeros intentos de utilización de sustancias espermicidas. (1)
En el siglo XVII se encontraron condones de tripas de pescado en el Castillo de Dudley en Inglaterra que se supone pertenecieron a los soldados de Cronwell y del Rey Carlos I de Inglaterra durante la guerra civil que duró desde 1642 a 1646, con el objetivo de prevenir las enfermedades venéreas y se denominaron ‘gorras inglesas’. (1)
En 1861 aparece en el New York Times la primera propaganda de un preservativo, promocionando los ‘Condones franceses del Dr Power’, sin embargo doce años después (1873), el congresista Comstock hizo aprobar una ley de la ilegalidad de éstos anuncios incentivando el control de la natalidad, basado en preceptos cristianos que a la larga ocasionó estragos desde el punto de vista epidemiológico, sobre todo en lo referente al uso por parte de la tropas expedicionarias americanas que incursionaron en la primera guerra mundial, prohibiéndoselos el entonces Secretario de Guerra norteamericano por inmoral y anticristiano y en consecuencia los norteamericanos mostraron la tasa más alta de infección venérea entre todas las tropas que incursionaron en dicha conflagración mundial.
Seria Franklin D. Roosevelt quien permitiría la entrega a las tropas de ‘paquetes profilácticos’ con unguentos antisépticos y condones. En 1930 se comienza la producción masiva de condones de Látex en los Estados Unidos de Norteamérica (1)
A principios del siglo XX, la Asociación de Higiene Social Americana luchaba para prohibir el uso del profiláctico. Los higienistas sociales sostenían que aquel que se arriesgaba a una venérea debía sufrir las consecuencias, incluyendo a los soldados que luchaban durante la Primera Guerra Mundial.
En 1919 Frederick Killian inicia la producción en Ohio, USA, de profilácticos derivados de la goma natural eran menos gruesos y sin olor y se deterioraban menos con el tiempo. A mediados de los años 1930 los quince fabricantes más importantes de Estados Unidos de Norteamérica producían 1.5 millones de profilácticos por día.
El ejército norteamericano en Europa fue el único que tenía negado el uso de preservativos. No es casual que las tropas americanas tenían el índice más alto de infecciones sexualmente transmitidas. La Secretaria de la Armada afirmaba que el uso del forro era inmoral y "anticristiano", algunas agrupaciones católicas siguen sosteniendo esta anacronía. Uno de los desafíos de Margaret Sanger (1879-1966), fundadora de la Paternidad Responsable, luchó por el derecho de las mujeres al control de la natalidad y por el uso del profiláctico.
Margaret Sanger fue activista y fundadora de la primera clínica de planificación familiar y con esto se lograría a la larga, una exacerbación de la actividad sexual con las posibles consecuencias de adquirir enfermedades de transmisión sexual. La sexualidad era concebida por Sanger, como una debilidad. Así, el control de la natalidad era más un medio para prevenir los efectos indeseados del acto sexual que un medio de liberación para poder disfrutarlo.
Esta lucha dio a que se le permitiera a los médicos prescribir profilácticos para proteger a los hombres de la sífilis y gonorrea, cuando tenían actos extramatrimoniales. Las mujeres, sin embargo, no podían conseguir preservativos para protegerse de los embarazos no deseados. Alrededor de 1930 el látex líquido había reemplazado al uso del caucho, dando la base que se utiliza hasta hoy en día para su fabricación. El ejercito nazi le permitía a sus soldados usar profilácticos cuando estaban en el frente de batalla para prevenir la sífilis y gonorrea.
En Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, los líderes militares tuvieron una actitud más realista sobre los preservativos. Pensando que "los muchachos" traerían a su casa enfermedades e infectaran a sus esposas, se realizó una campaña agresiva sobre su uso. Filmes de propaganda insistían a los soldados en su beneficio. Se repartieron masivamente a los soldados durante el desembarco en Dunkerke en 1942.
El linfogranuloma venéreo es una infección de transmisión sexual causada por los invasivos serovars L1, L2, o L3 de la bacteria Chlamydia trachomatis. Fue descripto primero por Wallace en 1833 y nuevamente por Durand, Nicolas, & Favre en 1913.
Además, van progresando para destruir tejidos internos y externos, con pérdida de pus y sangre. La naturaleza destructiva del linfogranuloma también incrementa el riesgo de superinfección por otros microbios patógenos. Sería hasta 1927 cuando se vio el organismo causante por Gay-Prieto. (1)
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
Desde 1910 a 1930 el español F.G Cano, popularizó las inyecciones intraprostáticas de soluciones antisépticas como el metilfenol y el fenol, normal para casos de prostatitis gonocóccicas.
Igualmente el inglés sir James Robert utilizaba soluciones intraprostáticas para reducir el volumen de la glándula y con ello poder aliviar los síntomas urinarios obstructivos, adelantándose al concepto actual.
Dicha solución mezclaba varios ingredientes como agua destilada, ácido acético glacial, glicerina y acido carbólico.
El eminente historiador de la medicina español Pedro Laín Entralgo (1908-2001) refería, cito textualmente: ‘Desde 1914 se disponía de tratamientos muy avanzados para las cuatro grandes infecciones debidas a protozoarios. Con los arsenicales pentavalentes se podían combatir algunas tripanosomiasis. Con los trivalentes (salvarsanes), la sífilis. La emetina se usaba en la amibiasis desde 1912 y la quinina permitió ejercer una terapia supresiva del paludismo’ (1)(41)
En 1921 Constantin Levaditi (1874-1953) microbiólogo rumano destacado mundialmente por sus estudios en el campo de la virología y de la inmunología, especialmente en el estudio de la poliomielitis y la sífilis, que trabajaba en el Instituto Pasteur de París, introdujo el bismuto en la terapéutica antisifilítica. Durante más de veinte años la medicación de la sífilis se hizo en base a los arsenicales trivalentes (salvarsanes y derivados) y de preparados de bismuto como complemento. Salvando los inconvenientes derivados de la toxicidad hepática del arsénico y de la toxicidad renal del bismuto, la terapéutica era eficaz y permitió un control bastante efectivo de la sífilis a costa de tratamientos repetidos y prolongados. Hasta la llegada de la penicilina, esta técnica terapéutica se mantendría sin grandes variaciones (1)
En cuanto a la historia de los preservativos o condones como métodos ‘barrera’ para la prevención de enfermedades venéreas, vemos que se han fabricado con diversos materiales como el lienzo, la calabaza, el cuero, la seda, el papel aceitado, la vejiga de pez o carey, tejidos animales, entre otros.
Se utilizaba también para evitar la fecundación. Su nombre es objeto de discusión, como que el Rey Carlos I de Inglaterra encargó al Dr Cundum o Condom la fabricación de fundas con tejidos animales (tripa de oveja) como metodos anticoncepivos y evitar también enfermedades venéreas provenientes de las meretrices de la época.
También se dice que la palabra condon proviene del latín que significa receptáculo. Se menciona en la civilización humana desde los egipcios quien desde el año 1000 a.c. lo fabricaban de lienzo. En pinturas rupestres de los años 100-200 a.c. en Combarelles, Francia, se muestra por primera vez, el uso del condon. (1)
El primero que lo denominó ‘profiláctico’ fue el famoso médico italiano Gabbrielle Falloppio (1523-1562). En su obra ‘De morbo gallico’ refiere haber inventado un condón de lienzo utilizado en 1100 hombres, para cubrir solamente el glande, ninguno de los cuales fue infectado de sífilis. Saxonia poco tiempo después describía el uso de un condón más largo, para todo el pene, pero con el aditamento de preparaciones herbarias que podrían considerarse, como los primeros intentos de utilización de sustancias espermicidas. (1)
En el siglo XVII se encontraron condones de tripas de pescado en el Castillo de Dudley en Inglaterra que se supone pertenecieron a los soldados de Cronwell y del Rey Carlos I de Inglaterra durante la guerra civil que duró desde 1642 a 1646, con el objetivo de prevenir las enfermedades venéreas y se denominaron ‘gorras inglesas’. (1)
En 1861 aparece en el New York Times la primera propaganda de un preservativo, promocionando los ‘Condones franceses del Dr Power’, sin embargo doce años después (1873), el congresista Comstock hizo aprobar una ley de la ilegalidad de éstos anuncios incentivando el control de la natalidad, basado en preceptos cristianos que a la larga ocasionó estragos desde el punto de vista epidemiológico, sobre todo en lo referente al uso por parte de la tropas expedicionarias americanas que incursionaron en la primera guerra mundial, prohibiéndoselos el entonces Secretario de Guerra norteamericano por inmoral y anticristiano y en consecuencia los norteamericanos mostraron la tasa más alta de infección venérea entre todas las tropas que incursionaron en dicha conflagración mundial.
Seria Franklin D. Roosevelt quien permitiría la entrega a las tropas de ‘paquetes profilácticos’ con unguentos antisépticos y condones. En 1930 se comienza la producción masiva de condones de Látex en los Estados Unidos de Norteamérica (1)
A principios del siglo XX, la Asociación de Higiene Social Americana luchaba para prohibir el uso del profiláctico. Los higienistas sociales sostenían que aquel que se arriesgaba a una venérea debía sufrir las consecuencias, incluyendo a los soldados que luchaban durante la Primera Guerra Mundial.
En 1919 Frederick Killian inicia la producción en Ohio, USA, de profilácticos derivados de la goma natural eran menos gruesos y sin olor y se deterioraban menos con el tiempo. A mediados de los años 1930 los quince fabricantes más importantes de Estados Unidos de Norteamérica producían 1.5 millones de profilácticos por día.
El ejército norteamericano en Europa fue el único que tenía negado el uso de preservativos. No es casual que las tropas americanas tenían el índice más alto de infecciones sexualmente transmitidas. La Secretaria de la Armada afirmaba que el uso del forro era inmoral y "anticristiano", algunas agrupaciones católicas siguen sosteniendo esta anacronía. Uno de los desafíos de Margaret Sanger (1879-1966), fundadora de la Paternidad Responsable, luchó por el derecho de las mujeres al control de la natalidad y por el uso del profiláctico.
Margaret Sanger fue activista y fundadora de la primera clínica de planificación familiar y con esto se lograría a la larga, una exacerbación de la actividad sexual con las posibles consecuencias de adquirir enfermedades de transmisión sexual. La sexualidad era concebida por Sanger, como una debilidad. Así, el control de la natalidad era más un medio para prevenir los efectos indeseados del acto sexual que un medio de liberación para poder disfrutarlo.
Esta lucha dio a que se le permitiera a los médicos prescribir profilácticos para proteger a los hombres de la sífilis y gonorrea, cuando tenían actos extramatrimoniales. Las mujeres, sin embargo, no podían conseguir preservativos para protegerse de los embarazos no deseados. Alrededor de 1930 el látex líquido había reemplazado al uso del caucho, dando la base que se utiliza hasta hoy en día para su fabricación. El ejercito nazi le permitía a sus soldados usar profilácticos cuando estaban en el frente de batalla para prevenir la sífilis y gonorrea.
En Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, los líderes militares tuvieron una actitud más realista sobre los preservativos. Pensando que "los muchachos" traerían a su casa enfermedades e infectaran a sus esposas, se realizó una campaña agresiva sobre su uso. Filmes de propaganda insistían a los soldados en su beneficio. Se repartieron masivamente a los soldados durante el desembarco en Dunkerke en 1942.
El linfogranuloma venéreo es una infección de transmisión sexual causada por los invasivos serovars L1, L2, o L3 de la bacteria Chlamydia trachomatis. Fue descripto primero por Wallace en 1833 y nuevamente por Durand, Nicolas, & Favre en 1913.
Además, van progresando para destruir tejidos internos y externos, con pérdida de pus y sangre. La naturaleza destructiva del linfogranuloma también incrementa el riesgo de superinfección por otros microbios patógenos. Sería hasta 1927 cuando se vio el organismo causante por Gay-Prieto. (1)
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