Las áreas que no cuentan con agua limpia e instalaciones sanitarias eficaces corren más riesgo, según los expertos
Traducido del inglés: martes, 12 de mayo, 2015
LUNES 11 de mayo de 2015 (HealthDay News).- Una cepa resistente a los antibióticos de la bacteria que causa la fiebre tifoidea se ha propagado a muchos países y ha alcanzado niveles epidémicos en África, según advierte un nuevo estudio.
La cepa, llamada H58, surgió en el sur de Asia hace entre 25 y 30 años y ha crecido gradualmente hasta convertirse en una de las formas principales de la bacteria Salmonella Typhi, afirmó la autora del estudio, Vanessa Wong, una microbióloga de la Universidad de Cambridge en Inglaterra.
"Esta cepa resistente a muchos fármacos, la H58, tiene resistencia a varios antibióticos de primera línea que se usan para tratar la enfermedad, y sigue evolucionando y adquiriendo nuevas mutaciones para los fármacos más recientes", dijo Wong.
La fiebre tifoidea no representa una amenaza directa para la gente de los Estados Unidos, donde los suministros de agua limpia y las buenas instalaciones sanitarias evitan la exposición a la bacteria, dijo el doctor Henry Chambers, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital General de San Francisco y profesor en la Universidad de California, San Francisco.
Pero las personas que viajarán a partes de África y Asia en las que abunda la fiebre tifoidea deben asegurarse de recibir una vacuna antes de ir allí, añadió Chambers.
La doctora Wanda Filer, presidenta electa de la Academia Estadounidense de Médicos Familiares, coincidió.
"Recomendamos que las personas que viajarán a lugares del mundo donde [la tifoidea] es endémica se vacunen contra la fiebre tifoidea", dijo Filer, y agregó que la vacuna tiene una eficacia del 50 al 80 por ciento contra todas las cepas de la fiebre tifoidea, incluso aquellas que se han vuelto resistentes a los antibióticos.
La fiebre tifoidea afecta a entre 20 millones y 30 millones de personas alrededor del mundo cada año, según los investigadores.
Los síntomas incluyen una fiebre alta y continua, debilidad, dolores de estómago, dolor de cabeza y pérdida de apetito. Hasta el 20 por ciento de los pacientes pueden morir de complicaciones relacionadas con la infección tifoidea, que puede durar semanas o meses si no se cuenta con el tratamiento adecuado, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (U.S. Centers for Disease Control and Prevention, o CDC).
Las personas contraen la fiebre tifoidea cuando comen alimentos o toman bebidas que fueron contaminadas con las bacterias, según los CDC. Una persona infectada con S. Typhi puede transmitirla al manipular alimentos o bebidas. También es posible que el agua que se usa para beber o lavar los alimentos se contamine con aguas residuales que contienen la bacteria.
En este estudio, un equipo multinacional de investigadores utilizó el análisis de secuencia genética para rastrear la propagación de la fiebre tifoidea resistente a los antibióticos.
El equipo de investigación encontró que la cepa H58 ha desplazado a otras cepas de fiebre tifoidea que han prevalecido por décadas o incluso siglos. Se identificó a la H58 en casi la mitad de las más de 1,800 muestras de bacterias recolectadas en 63 países entre 1992 y 2013.
Después de surgir en el sur de Asia, hace más de dos décadas, la cepa H58 se propagó al sudeste asiático, Asia occidental, el este y sur de África y Fiyi, según informaron los investigadores.
También encontraron evidencias de una ola reciente y no comunicada de transmisión de H58 en varios países en África, que puede representar una epidemia en curso.
Las tácticas utilizadas para combatir la fiebre tifoidea en estos países parecen haber conducido a un aumento en la resistencia a los antibióticos, dijo Wong.
"Actualmente no hay un uso extendido de vacunas en los países donde la fiebre tifoidea es endémica", dijo. "En cambio, se utilizan frecuentemente los antibióticos como medida de prevención. En consecuencia, aumenta la resistencia a los antibióticos de varios patógenos y en particular se ha observado un resurgimiento de la fiebre tifoidea resistente a varios fármacos en algunas áreas, incluidas algunas partes de África".
Sus conclusiones se publicaron en línea el 11 de mayo en la revista científica Nature Genetics.
Los estadounidenses que viajan a un país con fiebre tifoidea deben vacunarse y después vigilar su temperatura durante las semanas siguientes a su regreso a casa, dijo. Si presentan fiebre, deben informar a su médico sobre sus viajes.
"Sería importante decirle a su médico que estuvo en una de esas áreas, porque en ese caso algunos antibióticos que se usarían normalmente no serían eficaces", dijo. "Ya existen directrices para el uso de antibióticos que funcionan contra las cepas más resistentes a los fármacos".
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Vanessa Wong, PhD, microbióloga, Universidad de Cambridge, Inglaterra; Henry Chambers, M.D., jefe de enfermedades infecciosas, Hospital General de San Francisco, y profesor, Universidad de California, San Francisco; Wanda Filer, M.D., M.B.A., presidenta electa, Academia Estadounidense de Médicos Familiares; 11 de mayo de 2015 Nature Genetics, en línea
HealthDay
(c) Derechos de autor 2015, HealthDay
martes, 11 de agosto de 2015
EUROPA: EN EL SIGLO XVIII, EL PICO DE LA TUBERCULOSIS FUE CAUSADO POR DIFERENTES CEPAS COEXISTENTES
7 de abril de 2015
Fuente: Nature Communications
Más de dos siglos después de su muerte, los cadáveres momificados de cientos de personas que padecieron de tuberculosis ayudan a entender mejor la naturaleza de esta enfermedad y han abierto la puerta a nuevas vías de investigación. Las momias fueron encontradas en 1994 en la ciudad húngara de Vác, en una iglesia de la orden de los Dominicos, donde se enterraba a los vecinos más poderosos, según explica la antropóloga Ildikó Szikossy, del Museo de Ciencias Naturales de Budapest. Son los cuerpos momificados de 265 personas, de las que 90% padeció tuberculosis y un tercio falleció debido a la enfermedad. El origen de los cuerpos, que datan de los siglos XVIII y XIX, está bien documentado y se conocen los nombres y las historias de muchos de ellos. Entre esas historias está la de la familia Hausmann. La hermana mayor, Terézia, fallecida en 1797, cuidaba de su madre y de su hermana menor. “Las tres murieron de tuberculosis, pero causada por tres cepas diferentes de la enfermedad”, señaló Szikossy. “Esto es importante, ya que se demostró que en aquella época coexistían diferentes cepas”, afirmó Szikos, lo que es uno de los descubrimientos más valiosos de las investigaciones en las que colaboran la Universidad de Medicina de Warwick, el University Collage de Londres y el museo de Budapest. Al dibujar el “árbol de la evolución” del ADN de la tuberculosis, se descubrió que una de las ramas se originó en el Imperio Romano, una enfermedad que convive con la humanidad desde hace miles de años. El excelente estado de Un microbiólogo toma muestras de tejido de una momia del siglo XVIII en el Museo Húngaro de Historia Natural de Budapest. conservación de los cuerpos permitió realizar análisis muy exactos sobre cómo murieron y analizar las trazas que dejó la enfermedad. Szikossy relató que los nombres de los fallecidos, e incluso detalles como la causa de la muerte, fueron escritos en los ataúdes y que esta información, junto a los archivos eclesiásticos, proveyeron a los investigadores de una importante base de datos. Los cadáveres fueron enterrados en la cripta entre los años 1730 y 1838, aproximadamente. En la década de 1780, el rey José II prohibió los entierros en las criptas, donde los ataúdes eran colocados unos sobre otros, sin separar, lo que aumentaba el riesgo de infecciones. Los vecinos de Vác no atendieron a la prohibición y continuaron con los entierros en la cripta, hasta que en 1838 se tapió el lugar y cayó en el olvidó. Fue una suerte para los científicos, ya que las condiciones de la cripta, con una temperatura constante de entre 8 y 11°C, una humedad relativa de 90% y una leve corriente de aire, fueron perfectas para que los cadáveres se momificaran de forma natural. Szikossy contó que incluso los órganos internos quedaron bien conservados, lo que permite el análisis de ADN de las bacterias de la tuberculosis presentes en los cuerpos. “Así se hacen posibles nuevas rutas de investigación médica”, que podrían ser utilizadas por la medicina moderna, anunció Szikossy. Las informaciones obtenidas tienen más importancia aún si se considera que las bacterias analizadas son de tiempos anteriores al uso de los antibióticos, es decir, que aún no habían sufrido las mutaciones que han generado esas medicinas en la enfermedad, lo que hace posible compararla con las cepas actuales. Hoy la tuberculosis, según datos de la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa de mortalidad causada por un agente infeccioso, después del sida, y en 2013 nueve millones de personas enfermaron de este mal y 1,5 millones murieron.
Fuente: Nature Communications
Más de dos siglos después de su muerte, los cadáveres momificados de cientos de personas que padecieron de tuberculosis ayudan a entender mejor la naturaleza de esta enfermedad y han abierto la puerta a nuevas vías de investigación. Las momias fueron encontradas en 1994 en la ciudad húngara de Vác, en una iglesia de la orden de los Dominicos, donde se enterraba a los vecinos más poderosos, según explica la antropóloga Ildikó Szikossy, del Museo de Ciencias Naturales de Budapest. Son los cuerpos momificados de 265 personas, de las que 90% padeció tuberculosis y un tercio falleció debido a la enfermedad. El origen de los cuerpos, que datan de los siglos XVIII y XIX, está bien documentado y se conocen los nombres y las historias de muchos de ellos. Entre esas historias está la de la familia Hausmann. La hermana mayor, Terézia, fallecida en 1797, cuidaba de su madre y de su hermana menor. “Las tres murieron de tuberculosis, pero causada por tres cepas diferentes de la enfermedad”, señaló Szikossy. “Esto es importante, ya que se demostró que en aquella época coexistían diferentes cepas”, afirmó Szikos, lo que es uno de los descubrimientos más valiosos de las investigaciones en las que colaboran la Universidad de Medicina de Warwick, el University Collage de Londres y el museo de Budapest. Al dibujar el “árbol de la evolución” del ADN de la tuberculosis, se descubrió que una de las ramas se originó en el Imperio Romano, una enfermedad que convive con la humanidad desde hace miles de años. El excelente estado de Un microbiólogo toma muestras de tejido de una momia del siglo XVIII en el Museo Húngaro de Historia Natural de Budapest. conservación de los cuerpos permitió realizar análisis muy exactos sobre cómo murieron y analizar las trazas que dejó la enfermedad. Szikossy relató que los nombres de los fallecidos, e incluso detalles como la causa de la muerte, fueron escritos en los ataúdes y que esta información, junto a los archivos eclesiásticos, proveyeron a los investigadores de una importante base de datos. Los cadáveres fueron enterrados en la cripta entre los años 1730 y 1838, aproximadamente. En la década de 1780, el rey José II prohibió los entierros en las criptas, donde los ataúdes eran colocados unos sobre otros, sin separar, lo que aumentaba el riesgo de infecciones. Los vecinos de Vác no atendieron a la prohibición y continuaron con los entierros en la cripta, hasta que en 1838 se tapió el lugar y cayó en el olvidó. Fue una suerte para los científicos, ya que las condiciones de la cripta, con una temperatura constante de entre 8 y 11°C, una humedad relativa de 90% y una leve corriente de aire, fueron perfectas para que los cadáveres se momificaran de forma natural. Szikossy contó que incluso los órganos internos quedaron bien conservados, lo que permite el análisis de ADN de las bacterias de la tuberculosis presentes en los cuerpos. “Así se hacen posibles nuevas rutas de investigación médica”, que podrían ser utilizadas por la medicina moderna, anunció Szikossy. Las informaciones obtenidas tienen más importancia aún si se considera que las bacterias analizadas son de tiempos anteriores al uso de los antibióticos, es decir, que aún no habían sufrido las mutaciones que han generado esas medicinas en la enfermedad, lo que hace posible compararla con las cepas actuales. Hoy la tuberculosis, según datos de la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa de mortalidad causada por un agente infeccioso, después del sida, y en 2013 nueve millones de personas enfermaron de este mal y 1,5 millones murieron.
ESTADOS UNIDOS: TEMEN UN AUMENTO DE LAS INFECCIONES RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS
4 de agosto de 2015
Fuente: Morbidity and Mortality Weekly Report
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos proyectaron un aumento en el número de infecciones resistentes a los antibióticos en el país si no mejoran las medidas de control de esas patologías y la prescripción de este tipo de medicamentos, según un informe oficial. “Las infecciones resistentes a los antibióticos en entornos de atención médica son una amenaza creciente en Estados Unidos, y matan miles y miles de personas cada año”, declaró Thomas R. Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El funcionario destacó la necesidad de crear más consciencia sobre los riesgos del uso inadecuado de los antibióticos y la importancia de establecer esfuerzos coordinados para detener el problema. Corredor endémico de enfermedad tipo influenza. Chile. Año 2015. Con representación de año 2014, y año 2015 hasta semana epidemiológica 27. Fuente: Ministerio de Salud. “Podemos reducir en forma significativa estas infecciones si los establecimientos de atención médica, los asilos de ancianos y los departamentos de salud pública colaboran para mejorar el uso de antibióticos y las medidas de control de infecciones para que los pacientes estén protegidos”, añadió. El modelo de los CDC proyecta que un enfoque coordinado, que involucre a centros de atención médica y departamentos de salud estatales, podría prevenir hasta 70% de las infecciones que pueden ser mortales en un periodo de cinco años. Asimismo, determinaron que establecer medidas adicionales de control de infecciones y programas de control de antibióticos podrían ayudar a prevenir 619.000 infecciones resistentes a los antibióticos y debidas a la bacteria Clostridium difficile, y salvar 37.000 vidas en el mismo periodo. Las bacterias resistentes a los antibióticos se han convertido en un serio problema de salud pública en Estados Unidos, donde causan más de dos millones de enfermedades y por lo menos 23.000 muertes al año. C. difficile, usualmente relacionada al uso inadecuado de antibióticos, causó cerca de medio millón de enfermedades en 2011, y una cifra estimada de 15.000 muertes al año se atribuye directamente a infecciones por C. difficile, de acuerdo con los CDC. Un reporte de los CDC dado a conocer el mes pasado, encontró que los hispanos utilizan los antibióticos con menos precaución que otros grupos y tienen menos conciencia sobre los riesgos de esta práctica.
Fuente: Morbidity and Mortality Weekly Report
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos proyectaron un aumento en el número de infecciones resistentes a los antibióticos en el país si no mejoran las medidas de control de esas patologías y la prescripción de este tipo de medicamentos, según un informe oficial. “Las infecciones resistentes a los antibióticos en entornos de atención médica son una amenaza creciente en Estados Unidos, y matan miles y miles de personas cada año”, declaró Thomas R. Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El funcionario destacó la necesidad de crear más consciencia sobre los riesgos del uso inadecuado de los antibióticos y la importancia de establecer esfuerzos coordinados para detener el problema. Corredor endémico de enfermedad tipo influenza. Chile. Año 2015. Con representación de año 2014, y año 2015 hasta semana epidemiológica 27. Fuente: Ministerio de Salud. “Podemos reducir en forma significativa estas infecciones si los establecimientos de atención médica, los asilos de ancianos y los departamentos de salud pública colaboran para mejorar el uso de antibióticos y las medidas de control de infecciones para que los pacientes estén protegidos”, añadió. El modelo de los CDC proyecta que un enfoque coordinado, que involucre a centros de atención médica y departamentos de salud estatales, podría prevenir hasta 70% de las infecciones que pueden ser mortales en un periodo de cinco años. Asimismo, determinaron que establecer medidas adicionales de control de infecciones y programas de control de antibióticos podrían ayudar a prevenir 619.000 infecciones resistentes a los antibióticos y debidas a la bacteria Clostridium difficile, y salvar 37.000 vidas en el mismo periodo. Las bacterias resistentes a los antibióticos se han convertido en un serio problema de salud pública en Estados Unidos, donde causan más de dos millones de enfermedades y por lo menos 23.000 muertes al año. C. difficile, usualmente relacionada al uso inadecuado de antibióticos, causó cerca de medio millón de enfermedades en 2011, y una cifra estimada de 15.000 muertes al año se atribuye directamente a infecciones por C. difficile, de acuerdo con los CDC. Un reporte de los CDC dado a conocer el mes pasado, encontró que los hispanos utilizan los antibióticos con menos precaución que otros grupos y tienen menos conciencia sobre los riesgos de esta práctica.
“EL SUDOR INGLÉS”, LA MISTERIOSA ENFERMEDAD QUE ASOLABA A LOS RICOS Y DESAPARECIÓ EN EL SIGLO XVI
6 de agosto de 2015
Fuente: ABC (España)
El sudor inglés mató a Arthur Tudor en 1502, el hombre llamado a reinar en Inglaterra junto a la española Catalina de Aragón, que, descartando volverse a España con los Reyes Católicos, contrajo años después matrimonio con el hermano del fallecido, Henry VIII. Además del posterior matrimonio, dificultoso hasta el punto de causar la escisión de la Iglesia Católica, la española sobrevivió a la misteriosa enfermedad que fulminó a su marido adolescente y que los médicos nunca han sabido identificar. El sudor inglés, que saltó de país en país con un comportamiento extraño, no se había conocido antes de 1485 ni volvió a conocerse después de 1552. ¿Se la llevó el viento? También llamado sudor anglicus o pestis sudorosa, “la enfermedad inglesa del sudor” contaba con unas características poco corrientes. No atacaba a los bebés ni a los niños pequeños, y sus víctimas eran, mayoritariamente, varones jóvenes, sanos y fuertes de buena posición económica. Los síntomas podían confundirse con un proceso gripal (palidez, debilidad, estremecimiento, frío y accesos de fiebre), salvo porque pasados solamente uno o dos días, el sujeto o moría o mejoraba de forma casi inmediata. El sudor excesivo también era otro de sus rasgos de identidad, de ahí su nombre. La enfermedad estuvo estrechamente vinculada a Inglaterra, lugar de su origen y donde se registraron cinco oleadas durante los siglos XV y XVI antes de desaparecer sin dejar rastro. Sin que se conozcan datos sobre el punto donde se originó, las primeras referencias aparecen en una epidemia que en el año 1485 afectó a la flota que transportaba a las tropas del Duque de Richmond en el contexto de la Guerra de las Dos Rosas. La epidemia se extendió por toda la flota y después a su llegada a los puertos ingleses contagió pueblos y ciudades. Lejos de propagarse entre los más débiles y mal alimentados, la enfermedad se focalizó en las clases sociales altas y medias: los primeros en morir en Londres fueron el Lord Mayor (el alcalde) y sus concejales. Lo más sorprendente es que, según las cró- nicas, esta primera epidemia no tuvo su réplica en ningún otro rincón de Europa, ni siquiera en los vecinos territorios de Escocia e Irlanda. Entre el mito y la realidad, se llegó a sostener que ningún extranjero residente en Inglaterra fue contagiado por el extraño sudor, que persiguió a los ingleses hasta Francia como si se tratara de una plaga bíblica teledirigida contra ellos. ¿Hantavirosis? Pero además de selectiva, la epidemia destacó sobre todo por su alta letalidad: algunas ciudades inglesas perdieron más de un tercio de sus habitantes. Los síntomas, no en vano, eran muy distintos a la otra enfermedad conocida, la peste bubónica, capaz de provocar tantas muertes en tan poco tiempo. Con la misma celeridad con la que había llegado, “el sudor inglés” se marchó de forma inesperada y no volvió a aparecer hasta una década después. A las oleadas que asolaron de forma periódica Inglaterra, les siguió una en 1528 que dio finalmente el salto al continente europeo, pero sin dejar un rastro lógico. Afectó primero a los franceses, luego a los alemanes donde provocó más de un millar de muertes en una semana, y desde allí se extendió a Suecia, Suiza, Dinamarca y Noruega, Lituania, Polonia y Rusia, Bélgica y Países Bajos. En cada lugar la infección no duró más de un par de semanas, y antes de finalizar el año había desaparecido, excepto en el este de Suiza, donde permaneció hasta el año siguiente. La epiPanel de peste con el triunfo de la muerte que eran usados en el norte de Europa para advertir de la llegada de una epidemia. Arthur Tudor 9 demia también golpeó a los turcos que en ese momento, en 1529, mantenían bajo asedio la ciudad de Wien, siendo uno de los principales motivos de que tuvieran que retirarse sin conseguir finalmente su objetivo. Después de 1552, no se volvieron a registrar más brotes con ese nombre. Todavía hoy está plagado de interrogantes para los expertos en epidemias qué tipo de enfermedad fue, aunque se ha conjeturado con varias causas posibles como algún tipo de influenza o por un hantavirus que provocaba afecciones pulmonares graves. En caso de ser un hantavirus, pudo ser transmitido o por roedores o simplemente por la transmisión directa de persona a persona. La idea de que solo afectara a ingleses está completamente descartada y pertenece al mundo de los mitos. También las causas que originaban la enfermedad son objeto de especulación, pudiendo ser culpa de las aguas residuales y de la falta de higiene, lo cual explicaría que se propagara sobre todo a los núcleos urbanos y, en consecuencia, a personas de altos recursos económicos. Por su parte, el hecho de que se focalizara especialmente en sujetos sanos no resulta tan inusual. La influenza A(H1N1), que sembró el pánico a nivel mundial en 2009, tuvo su mayor incidencia entre jóvenes y adultos sanos. Según un artículo publicado en 2012 por un grupo de investigadores estadounidenses y argentinos en la revista Nature Medicine, la explicación estaría en que los adultos sanos que murieron durante la pandemia lo hicieron por daños en el pulmón, provocados por una exagerada reacción de su sistema inmune. Los afectados tenían anticuerpos preparados para defenderse de otros virus gripales, aunque ineficaces contra el A(H1N1). La respuesta de estos anticuerpos no protectores frente al nuevo virus provocó una cascada de reacciones incontrolada que terminó en un ataque directo a los pulmones. Así y todo, entre 1718 y 1861, la enfermedad conocida como Picardy sweat, por tener su origen en esta región de Francia , se extendió por Italia y Alemania con unas características parecidas al “sudor inglés”, aunque afectaba durante un período de una a dos semanas y era menos mortal, además de ir acompañada de una erupción cutánea.
Fuente: ABC (España)
El sudor inglés mató a Arthur Tudor en 1502, el hombre llamado a reinar en Inglaterra junto a la española Catalina de Aragón, que, descartando volverse a España con los Reyes Católicos, contrajo años después matrimonio con el hermano del fallecido, Henry VIII. Además del posterior matrimonio, dificultoso hasta el punto de causar la escisión de la Iglesia Católica, la española sobrevivió a la misteriosa enfermedad que fulminó a su marido adolescente y que los médicos nunca han sabido identificar. El sudor inglés, que saltó de país en país con un comportamiento extraño, no se había conocido antes de 1485 ni volvió a conocerse después de 1552. ¿Se la llevó el viento? También llamado sudor anglicus o pestis sudorosa, “la enfermedad inglesa del sudor” contaba con unas características poco corrientes. No atacaba a los bebés ni a los niños pequeños, y sus víctimas eran, mayoritariamente, varones jóvenes, sanos y fuertes de buena posición económica. Los síntomas podían confundirse con un proceso gripal (palidez, debilidad, estremecimiento, frío y accesos de fiebre), salvo porque pasados solamente uno o dos días, el sujeto o moría o mejoraba de forma casi inmediata. El sudor excesivo también era otro de sus rasgos de identidad, de ahí su nombre. La enfermedad estuvo estrechamente vinculada a Inglaterra, lugar de su origen y donde se registraron cinco oleadas durante los siglos XV y XVI antes de desaparecer sin dejar rastro. Sin que se conozcan datos sobre el punto donde se originó, las primeras referencias aparecen en una epidemia que en el año 1485 afectó a la flota que transportaba a las tropas del Duque de Richmond en el contexto de la Guerra de las Dos Rosas. La epidemia se extendió por toda la flota y después a su llegada a los puertos ingleses contagió pueblos y ciudades. Lejos de propagarse entre los más débiles y mal alimentados, la enfermedad se focalizó en las clases sociales altas y medias: los primeros en morir en Londres fueron el Lord Mayor (el alcalde) y sus concejales. Lo más sorprendente es que, según las cró- nicas, esta primera epidemia no tuvo su réplica en ningún otro rincón de Europa, ni siquiera en los vecinos territorios de Escocia e Irlanda. Entre el mito y la realidad, se llegó a sostener que ningún extranjero residente en Inglaterra fue contagiado por el extraño sudor, que persiguió a los ingleses hasta Francia como si se tratara de una plaga bíblica teledirigida contra ellos. ¿Hantavirosis? Pero además de selectiva, la epidemia destacó sobre todo por su alta letalidad: algunas ciudades inglesas perdieron más de un tercio de sus habitantes. Los síntomas, no en vano, eran muy distintos a la otra enfermedad conocida, la peste bubónica, capaz de provocar tantas muertes en tan poco tiempo. Con la misma celeridad con la que había llegado, “el sudor inglés” se marchó de forma inesperada y no volvió a aparecer hasta una década después. A las oleadas que asolaron de forma periódica Inglaterra, les siguió una en 1528 que dio finalmente el salto al continente europeo, pero sin dejar un rastro lógico. Afectó primero a los franceses, luego a los alemanes donde provocó más de un millar de muertes en una semana, y desde allí se extendió a Suecia, Suiza, Dinamarca y Noruega, Lituania, Polonia y Rusia, Bélgica y Países Bajos. En cada lugar la infección no duró más de un par de semanas, y antes de finalizar el año había desaparecido, excepto en el este de Suiza, donde permaneció hasta el año siguiente. La epiPanel de peste con el triunfo de la muerte que eran usados en el norte de Europa para advertir de la llegada de una epidemia. Arthur Tudor 9 demia también golpeó a los turcos que en ese momento, en 1529, mantenían bajo asedio la ciudad de Wien, siendo uno de los principales motivos de que tuvieran que retirarse sin conseguir finalmente su objetivo. Después de 1552, no se volvieron a registrar más brotes con ese nombre. Todavía hoy está plagado de interrogantes para los expertos en epidemias qué tipo de enfermedad fue, aunque se ha conjeturado con varias causas posibles como algún tipo de influenza o por un hantavirus que provocaba afecciones pulmonares graves. En caso de ser un hantavirus, pudo ser transmitido o por roedores o simplemente por la transmisión directa de persona a persona. La idea de que solo afectara a ingleses está completamente descartada y pertenece al mundo de los mitos. También las causas que originaban la enfermedad son objeto de especulación, pudiendo ser culpa de las aguas residuales y de la falta de higiene, lo cual explicaría que se propagara sobre todo a los núcleos urbanos y, en consecuencia, a personas de altos recursos económicos. Por su parte, el hecho de que se focalizara especialmente en sujetos sanos no resulta tan inusual. La influenza A(H1N1), que sembró el pánico a nivel mundial en 2009, tuvo su mayor incidencia entre jóvenes y adultos sanos. Según un artículo publicado en 2012 por un grupo de investigadores estadounidenses y argentinos en la revista Nature Medicine, la explicación estaría en que los adultos sanos que murieron durante la pandemia lo hicieron por daños en el pulmón, provocados por una exagerada reacción de su sistema inmune. Los afectados tenían anticuerpos preparados para defenderse de otros virus gripales, aunque ineficaces contra el A(H1N1). La respuesta de estos anticuerpos no protectores frente al nuevo virus provocó una cascada de reacciones incontrolada que terminó en un ataque directo a los pulmones. Así y todo, entre 1718 y 1861, la enfermedad conocida como Picardy sweat, por tener su origen en esta región de Francia , se extendió por Italia y Alemania con unas características parecidas al “sudor inglés”, aunque afectaba durante un período de una a dos semanas y era menos mortal, además de ir acompañada de una erupción cutánea.
COMENZAR CUANTO ANTES LA TERAPIA CONTRA EL VIH REDUCE 57% EL RIESGO DE MUERTE
27 de julio de 2015 – Fuente: The New England Journal of Medicine
Un estudio multicéntrico concluyó que iniciar el tratamiento antirretroviral (TAR) inmediatamente después del diagnóstico de la infección por VIH reduce 57% el riesgo de desarrollar enfermedades graves y de muerte, sea cual sea el estado de salud de los pacientes. El trabajo se llevó a cabo durante tres años en 215 centros de 35 países, y contó con la participación de 4.685 pacientes, el mayor realizado jamás en personas con infección por VIH que no han iniciado aún el tratamiento antirretroviral. Hasta ahora, el inicio del TAR solía retrasarse hasta la aparición de síntomas clínicos o la disminución de los linfocitos TCD4 –las células diana del VIH–, con niveles por debajo de un límite que pudiese considerarse potencialmente peligroso para la salud del paciente. A raíz de los resultados de este estudio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está trabajando para poner en marcha un “cambio de paradigma que obligará a ofrecer la medicación de manera inmediata” en todos los paí- ses del mundo. La infección por VIH produce una pérdida progresiva de linfoctitos TCD4: la morbilidad y mortalidad por sida se incrementan de manera proporcional al descenso de estas células. El estudio se impulsó para comprobar si sería beneficioso iniciar el TAR aunque el paciente no presentara síntomas: 2.326 pacientes del estudio iniciaron el tratamiento de forma inmediata y 2.359 cuando sus linfocitos TCD4 disminuyeron por debajo de los niveles estipulados, desarrolló sida o presentó alguna condición clínica que aconsejara la toma de medicación. Después de tres años, 42 pacientes del grupo inmediato y 96 del grupo diferido habían fallecido o desarrollado enfermedades graves, como sarcoma de Kaposi, tuberculosis, linfomas u otros cánceres. La incidencia de estas complicaciones graves es baja, pero la diferencia entre ambos grupos es muy significativa: sólo 10% de los casos graves sucedió en el grupo inmediato, una cifra que se disparó hasta 71% en el otro, lo que evidencia que los que recibieron tratamiento anticipado tuvieron 57% menos de riesgo. Aunque el estudio debía prolongarse hasta fines de 2016, ante estos resultados el comité de seguridad decidió el pasado 15 de mayo parar el estudio y difundir los resultados de inmediato, un año y medio antes de lo previsto.
Un estudio multicéntrico concluyó que iniciar el tratamiento antirretroviral (TAR) inmediatamente después del diagnóstico de la infección por VIH reduce 57% el riesgo de desarrollar enfermedades graves y de muerte, sea cual sea el estado de salud de los pacientes. El trabajo se llevó a cabo durante tres años en 215 centros de 35 países, y contó con la participación de 4.685 pacientes, el mayor realizado jamás en personas con infección por VIH que no han iniciado aún el tratamiento antirretroviral. Hasta ahora, el inicio del TAR solía retrasarse hasta la aparición de síntomas clínicos o la disminución de los linfocitos TCD4 –las células diana del VIH–, con niveles por debajo de un límite que pudiese considerarse potencialmente peligroso para la salud del paciente. A raíz de los resultados de este estudio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está trabajando para poner en marcha un “cambio de paradigma que obligará a ofrecer la medicación de manera inmediata” en todos los paí- ses del mundo. La infección por VIH produce una pérdida progresiva de linfoctitos TCD4: la morbilidad y mortalidad por sida se incrementan de manera proporcional al descenso de estas células. El estudio se impulsó para comprobar si sería beneficioso iniciar el TAR aunque el paciente no presentara síntomas: 2.326 pacientes del estudio iniciaron el tratamiento de forma inmediata y 2.359 cuando sus linfocitos TCD4 disminuyeron por debajo de los niveles estipulados, desarrolló sida o presentó alguna condición clínica que aconsejara la toma de medicación. Después de tres años, 42 pacientes del grupo inmediato y 96 del grupo diferido habían fallecido o desarrollado enfermedades graves, como sarcoma de Kaposi, tuberculosis, linfomas u otros cánceres. La incidencia de estas complicaciones graves es baja, pero la diferencia entre ambos grupos es muy significativa: sólo 10% de los casos graves sucedió en el grupo inmediato, una cifra que se disparó hasta 71% en el otro, lo que evidencia que los que recibieron tratamiento anticipado tuvieron 57% menos de riesgo. Aunque el estudio debía prolongarse hasta fines de 2016, ante estos resultados el comité de seguridad decidió el pasado 15 de mayo parar el estudio y difundir los resultados de inmediato, un año y medio antes de lo previsto.
Brasil: Conservar la Amazônia reduce los casos de malaria y de otras enfermedades
16 de junio de 2015
Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Un estudio realizado en la Amazônia brasileña demuestra que en zonas de protección ambiental estricta la incidencia de malaria, diarrea e infecciones respiratorias es significativamente menor a la de otros tipos de áreas protegidas, carreteras y áreas mineras. “En general se considera que las unidades de conservación de protección completa imponen más costos para la población local y tienen como beneficios solamente bienes públicos globales, como la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, nuestro estudio muestra que estas áreas también son más eficaces en generación de beneficios públicos de salud local”, explicó Simone Bauch, investigadora del Banco Interamericano de Desarrollo en Brasília y coautora del trabajo. El estudio muestra que si bien la construcción de carreteras se asocia a menores tasas de infecciones respiratorias y diarrea, aumenta la incidencia de malaria, porque la deforestación deja más lugares para la reproducción de mosquitos. Las áreas de uso sostenible –que permiten la ocupación y el uso humano– tienen mayor incidencia de malaria, mientras que las áreas de protección estricta ostentan tasas más bajas de las tres enfermedades, de lo que los autores deducen que el tipo de protección ambiental es importante. Los investigadores analizaron datos de enfermedades, salud pública, clima, demografía, políticas de conservación y otros de 700 municipios de la Amazônia brasileña. Subhrendu Pattanayak, de la Duke University (Estados Unidos), coautor del estudio, dijo que antes de este estudio la comunidad científica solo intuía que la conservación del ambiente ofrecía beneficios para la salud, pero sin datos concretos. Para Felipe Pessoa, investigador en Salud Pública de Fiocruz Amazônia, institución de investigación en salud, la gran cantidad de datos analizados brindan evidencia estadística de cómo “el deterioro de la calidad ambiental de la Amazônia empeora las condiciones de salud”. Según Pessoa, estos resultados implican que los “tomadores de decisiones en la esfera política deberían unir esfuerzos de políticas de salud pública y de conservación” pues no siempre se comunican con la velocidad que se espera ante evidencias tan importantes, señaló. Pattanayak dijo que la ciencia se ha especializado tanto, que a veces resulta difícil abordar cuestiones de políticas públicas que abarcan varios temas como medicina, salud pública, ciencias ambientales, economía y ciencias políticas. Los factores económicos e intereses particulares dificultan aún más invertir esfuerzos en la creación de una base de datos de salud, cambios ambientales, servicios públicos (carreteras, médicos), condiciones sociales y factores económicos para un determinado grupo de personas. “Hay un amplio reconocimiento de la importancia de la investigación multi e interdisciplinaria –como esta– pero muy pocos incentivos para realizarla, así que los investigadores no están motivados a investigar estos temas”, refirió.
Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Un estudio realizado en la Amazônia brasileña demuestra que en zonas de protección ambiental estricta la incidencia de malaria, diarrea e infecciones respiratorias es significativamente menor a la de otros tipos de áreas protegidas, carreteras y áreas mineras. “En general se considera que las unidades de conservación de protección completa imponen más costos para la población local y tienen como beneficios solamente bienes públicos globales, como la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, nuestro estudio muestra que estas áreas también son más eficaces en generación de beneficios públicos de salud local”, explicó Simone Bauch, investigadora del Banco Interamericano de Desarrollo en Brasília y coautora del trabajo. El estudio muestra que si bien la construcción de carreteras se asocia a menores tasas de infecciones respiratorias y diarrea, aumenta la incidencia de malaria, porque la deforestación deja más lugares para la reproducción de mosquitos. Las áreas de uso sostenible –que permiten la ocupación y el uso humano– tienen mayor incidencia de malaria, mientras que las áreas de protección estricta ostentan tasas más bajas de las tres enfermedades, de lo que los autores deducen que el tipo de protección ambiental es importante. Los investigadores analizaron datos de enfermedades, salud pública, clima, demografía, políticas de conservación y otros de 700 municipios de la Amazônia brasileña. Subhrendu Pattanayak, de la Duke University (Estados Unidos), coautor del estudio, dijo que antes de este estudio la comunidad científica solo intuía que la conservación del ambiente ofrecía beneficios para la salud, pero sin datos concretos. Para Felipe Pessoa, investigador en Salud Pública de Fiocruz Amazônia, institución de investigación en salud, la gran cantidad de datos analizados brindan evidencia estadística de cómo “el deterioro de la calidad ambiental de la Amazônia empeora las condiciones de salud”. Según Pessoa, estos resultados implican que los “tomadores de decisiones en la esfera política deberían unir esfuerzos de políticas de salud pública y de conservación” pues no siempre se comunican con la velocidad que se espera ante evidencias tan importantes, señaló. Pattanayak dijo que la ciencia se ha especializado tanto, que a veces resulta difícil abordar cuestiones de políticas públicas que abarcan varios temas como medicina, salud pública, ciencias ambientales, economía y ciencias políticas. Los factores económicos e intereses particulares dificultan aún más invertir esfuerzos en la creación de una base de datos de salud, cambios ambientales, servicios públicos (carreteras, médicos), condiciones sociales y factores económicos para un determinado grupo de personas. “Hay un amplio reconocimiento de la importancia de la investigación multi e interdisciplinaria –como esta– pero muy pocos incentivos para realizarla, así que los investigadores no están motivados a investigar estos temas”, refirió.
Bolivia: Cinco departamentos en estado de epidemia por IRAs
15 de mayo de 2015 – Fuente: Página Siete (Bolivia)
La Paz, Tarija, Chuquisaca, Oruro y Potosí son los departamentos que están en epidemia por las infecciones respiratorias agudas (IRAs), informó el 14 de mayo Rodolfo Rocabado, jefe nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, por lo que no descartó declarar una alerta nacional por esa causa. Rocabado explicó que las cinco regiones se encuentran en epidemia porque muestran una tendencia ascendente en las infecciones respiratorias. “Para declarar alerta nacional primero vamos a sostener reuniones la próxima semana con el SENAMHI (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología), el Ministerio de Educación y de Salud para evaluar el comportamiento de las bajas temperaturas y tomar una decisión al respecto”, informó. Precisó que hasta la fecha se reportaron 893.000 casos de IRAs en todo el país. “La incidencia está fundamentalmente en los menores de cinco años. Aproximadamente 60% de los casos afecta a niños de esas edades y no así en niños mayores de seis años”, remarcó. Rocabado confirmó que las IRAs se incrementaron en 6% en relación con similar periodo del año pasado. La semana pasada, el Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz informó que los casos en la región bajaron, aunque la ciudad de El Alto presentaba un incremento constante. Entonces, el jefe de epidemiología del SEDES, René Barrientos, reiteró que la mejor recomendación es el uso de los filtros sanitarios.
La Paz, Tarija, Chuquisaca, Oruro y Potosí son los departamentos que están en epidemia por las infecciones respiratorias agudas (IRAs), informó el 14 de mayo Rodolfo Rocabado, jefe nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, por lo que no descartó declarar una alerta nacional por esa causa. Rocabado explicó que las cinco regiones se encuentran en epidemia porque muestran una tendencia ascendente en las infecciones respiratorias. “Para declarar alerta nacional primero vamos a sostener reuniones la próxima semana con el SENAMHI (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología), el Ministerio de Educación y de Salud para evaluar el comportamiento de las bajas temperaturas y tomar una decisión al respecto”, informó. Precisó que hasta la fecha se reportaron 893.000 casos de IRAs en todo el país. “La incidencia está fundamentalmente en los menores de cinco años. Aproximadamente 60% de los casos afecta a niños de esas edades y no así en niños mayores de seis años”, remarcó. Rocabado confirmó que las IRAs se incrementaron en 6% en relación con similar periodo del año pasado. La semana pasada, el Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz informó que los casos en la región bajaron, aunque la ciudad de El Alto presentaba un incremento constante. Entonces, el jefe de epidemiología del SEDES, René Barrientos, reiteró que la mejor recomendación es el uso de los filtros sanitarios.
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TEMAS GENERALES DE MICROBIOLOGÍA
An update on the arsenal for multidrug-resistant Acinetobacter infections: polymyxin antibiotics.
Int J Infect Dis. 2015 Jan;30:125-32. doi: 10.1016/j.ijid.2014.10.014. Epub 2014 Nov 5.
Kassamali Z, Jain R, Danziger LH.
OBJECTIVE:
To review recent clinical pharmacokinetic and pharmacodynamic data to optimize dosing regimens for polymyxin B and colistin for treatment of infections due to A. baumannii.
METHODS:
A literature search was performed using the search terms Acinetobacter, polymyxin, colistin, polymyxin B on MEDLINE. Additional references were identified from the resulting citations.
RESULTS:
Increasing the dose of polymyxin B or colistin and using either in combination with other antibiotic agents demonstrates improved antimicrobial activity against Acinetobacter spp. Polymyxin B, unlike colistin, is available as an active drug and appears to be relatively unaffected by renal function. This is advantageous both for patients with renal impairment and for those with intact renal function. Achieving therapeutic serum concentrations of colistin may be difficult for those with intact renal function due to rapid clearance of the prodrug, colistimethate sodium (CMS). Clinical data are still lacking for polymyxin B, and it remains to be seen whether advantages demonstrated in PK/PD analyses will persist in the larger scale of patient care and safety.
CONCLUSIONS:
The use of higher doses of either colistin or polymyxin B, as well as combination with other antibiotics, may prevent emerging resistance and preserve the activity of polymyxins against A. baumannii.
Copyright © 2014 The Authors. Published by Elsevier Ltd.. All rights reserved.
KEYWORDS:
Acinetobacter infections/drug therapy; Anti-bacterial Agents/administration & dosage; Colistin/administration & dosage; Polymyxins/pharmacology; Polymyxins/therapeutic use
Kassamali Z, Jain R, Danziger LH.
OBJECTIVE:
To review recent clinical pharmacokinetic and pharmacodynamic data to optimize dosing regimens for polymyxin B and colistin for treatment of infections due to A. baumannii.
METHODS:
A literature search was performed using the search terms Acinetobacter, polymyxin, colistin, polymyxin B on MEDLINE. Additional references were identified from the resulting citations.
RESULTS:
Increasing the dose of polymyxin B or colistin and using either in combination with other antibiotic agents demonstrates improved antimicrobial activity against Acinetobacter spp. Polymyxin B, unlike colistin, is available as an active drug and appears to be relatively unaffected by renal function. This is advantageous both for patients with renal impairment and for those with intact renal function. Achieving therapeutic serum concentrations of colistin may be difficult for those with intact renal function due to rapid clearance of the prodrug, colistimethate sodium (CMS). Clinical data are still lacking for polymyxin B, and it remains to be seen whether advantages demonstrated in PK/PD analyses will persist in the larger scale of patient care and safety.
CONCLUSIONS:
The use of higher doses of either colistin or polymyxin B, as well as combination with other antibiotics, may prevent emerging resistance and preserve the activity of polymyxins against A. baumannii.
Copyright © 2014 The Authors. Published by Elsevier Ltd.. All rights reserved.
KEYWORDS:
Acinetobacter infections/drug therapy; Anti-bacterial Agents/administration & dosage; Colistin/administration & dosage; Polymyxins/pharmacology; Polymyxins/therapeutic use
África Occidental: La OMS cree posible detener la epidemia de enfermedad por el virus del Ébola en 2015
4 de agosto de 2015
Fuente: EFE
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera posible acabar con la epidemia de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) en África Occidental antes de fin de año, pero para ello no solo tiene que continuar el trabajo minucioso e intenso de detectar y aislar cada caso sino, sobre todo, no se deben tener expectativas irreales. “El mayor riesgo es mostrar una euforia irracional o unas expectativas irreales”, afirmó Bruce Aylward, máximo responsable de la respuesta a la epidemia de EVE de la OMS. La realidad sobre el terreno demuestra que el trabajo que se ha hecho en los últimos 18 meses ha dado resultado, pero la imagen tiene claroscuros, dado que, si bien se ha avanzado mucho, aún se está lejos de poder afirmar que se logrará a corto plazo el ansiado objetivo de tener “cero casos”. Por primera vez, la semana pasada solo se detectaron dos casos en los tres países infectados: uno en Guinea y otro en Sierra Leona, y ninguno en Liberia. Sin embargo, el 4 de agosto, cuando aún faltan cinco días para concluir la semana, ya han surgido dos infectados más entre enfermos no ligados a ninguna cadena de transmisión conocida. Eso significa que hay enfermos que no están bajo control, cuyos casos se desconocen y que continúan infectando, por lo que es muy probable que aparezcan nuevos casos en las próximas tres semanas. Actualmente, hay 1.900 personas que están aisladas y en cuarentena por ser contactos de un infectado. Por otra parte, por primera vez, la semana pasada no murió ningún enfermo en la comunidad, y solo hubo un fallecimiento entre personas aisladas en centros de tratamiento. De hecho, estadísticamente, la posibilidad de infectar a una tercera persona si el paciente muere en casa es de 50%, mientras que si lo hace en un centro de tratamiento el índice baja a 20%. ”Dos casos no son cero y no van a ser cero en las próximas semanas. ‘Cero casos’ es un objetivo posible pero que está expuesto a muchas incógnitas, como la lluvia, la colaboración de la comunidad, el control de los infectados, de que sigamos obteniendo dinero y apoyo, etc.”, aseveró Aylward. África Occidental sufre durante el verano boreal uno de los índices pluviomé- tricos más altos del mundo, unas tormentas torrenciales que hacen muy difíciles los desplazamientos y por lo tanto el control. Cabe recordar que durante agosto de 2014 los casos se multiplicaron exponencialmente. El experto, que también es director general adjunto de la OMS, asumió que todavía no se cuenta totalmente con el apoyo de la comunidad, en el sentido de que no todo el mundo informa de su estado, huye e infecta a otros. “Hay mucha gente aún con miedo, que saben que van a morir y quieren hacerlo en su tierra con su gente”, manifestó. Agregó que, no obstante, “el apoyo de la comunidad ha mejorado de forma muy importante y los sobrevivientes han jugado un papel esencial”. Precisamente, se cree que el virus todavía activo en el cuerpo de un sobreviviente, seguramente en su semen, fue el origen de la reaparición hace pocas semanas del virus del Ébola en Liberia, que fue declarada el 9 de mayo “país libre de transmisión”. Por otra parte, consultado sobre el anuncio de que una de las vacunas contra el virus del Ébola –cuyos derechos de distribución ostenta la farmacéutica Merck– ha dado resultados muy esperanzadores, Aylward se congratuló, pero dijo que esto no modificará la situación sobre el terreno. “La vacuna está pensada para proteger a los contactos de los enfermos, pero para proteger a estos contactos hay que conocer cuál es el infectado inicial, con lo que el proceso es exactamente el mismo”, explicó. Es por ello que el experto pidió paciencia, no bajar la guardia y seguir creyendo que es posible acabar con el mortal virus, pero sin ninguna expectativa a corto plazo. “Detener la transmisión del virus este año es un objetivo realista, pero nadie debería poner una fecha, porque aún hay muchísimos retos en el camino”, concluyó. El primer caso de EVE surgió en Guinea en diciembre de 2013, en marzo de 2014 se supo del brote, y rápidamente se tuvo constancia de que el virus se había expandido a los países vecinos, Liberia y Sierra Leona. En un año y medio, la epidemia ha causado 27.787 infectados, de los cuales 11.294 han muerto.
Fuente: EFE
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera posible acabar con la epidemia de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) en África Occidental antes de fin de año, pero para ello no solo tiene que continuar el trabajo minucioso e intenso de detectar y aislar cada caso sino, sobre todo, no se deben tener expectativas irreales. “El mayor riesgo es mostrar una euforia irracional o unas expectativas irreales”, afirmó Bruce Aylward, máximo responsable de la respuesta a la epidemia de EVE de la OMS. La realidad sobre el terreno demuestra que el trabajo que se ha hecho en los últimos 18 meses ha dado resultado, pero la imagen tiene claroscuros, dado que, si bien se ha avanzado mucho, aún se está lejos de poder afirmar que se logrará a corto plazo el ansiado objetivo de tener “cero casos”. Por primera vez, la semana pasada solo se detectaron dos casos en los tres países infectados: uno en Guinea y otro en Sierra Leona, y ninguno en Liberia. Sin embargo, el 4 de agosto, cuando aún faltan cinco días para concluir la semana, ya han surgido dos infectados más entre enfermos no ligados a ninguna cadena de transmisión conocida. Eso significa que hay enfermos que no están bajo control, cuyos casos se desconocen y que continúan infectando, por lo que es muy probable que aparezcan nuevos casos en las próximas tres semanas. Actualmente, hay 1.900 personas que están aisladas y en cuarentena por ser contactos de un infectado. Por otra parte, por primera vez, la semana pasada no murió ningún enfermo en la comunidad, y solo hubo un fallecimiento entre personas aisladas en centros de tratamiento. De hecho, estadísticamente, la posibilidad de infectar a una tercera persona si el paciente muere en casa es de 50%, mientras que si lo hace en un centro de tratamiento el índice baja a 20%. ”Dos casos no son cero y no van a ser cero en las próximas semanas. ‘Cero casos’ es un objetivo posible pero que está expuesto a muchas incógnitas, como la lluvia, la colaboración de la comunidad, el control de los infectados, de que sigamos obteniendo dinero y apoyo, etc.”, aseveró Aylward. África Occidental sufre durante el verano boreal uno de los índices pluviomé- tricos más altos del mundo, unas tormentas torrenciales que hacen muy difíciles los desplazamientos y por lo tanto el control. Cabe recordar que durante agosto de 2014 los casos se multiplicaron exponencialmente. El experto, que también es director general adjunto de la OMS, asumió que todavía no se cuenta totalmente con el apoyo de la comunidad, en el sentido de que no todo el mundo informa de su estado, huye e infecta a otros. “Hay mucha gente aún con miedo, que saben que van a morir y quieren hacerlo en su tierra con su gente”, manifestó. Agregó que, no obstante, “el apoyo de la comunidad ha mejorado de forma muy importante y los sobrevivientes han jugado un papel esencial”. Precisamente, se cree que el virus todavía activo en el cuerpo de un sobreviviente, seguramente en su semen, fue el origen de la reaparición hace pocas semanas del virus del Ébola en Liberia, que fue declarada el 9 de mayo “país libre de transmisión”. Por otra parte, consultado sobre el anuncio de que una de las vacunas contra el virus del Ébola –cuyos derechos de distribución ostenta la farmacéutica Merck– ha dado resultados muy esperanzadores, Aylward se congratuló, pero dijo que esto no modificará la situación sobre el terreno. “La vacuna está pensada para proteger a los contactos de los enfermos, pero para proteger a estos contactos hay que conocer cuál es el infectado inicial, con lo que el proceso es exactamente el mismo”, explicó. Es por ello que el experto pidió paciencia, no bajar la guardia y seguir creyendo que es posible acabar con el mortal virus, pero sin ninguna expectativa a corto plazo. “Detener la transmisión del virus este año es un objetivo realista, pero nadie debería poner una fecha, porque aún hay muchísimos retos en el camino”, concluyó. El primer caso de EVE surgió en Guinea en diciembre de 2013, en marzo de 2014 se supo del brote, y rápidamente se tuvo constancia de que el virus se había expandido a los países vecinos, Liberia y Sierra Leona. En un año y medio, la epidemia ha causado 27.787 infectados, de los cuales 11.294 han muerto.
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