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martes, 4 de marzo de 2008

HISTORIA DE LA MICROBIOLOGÍA EN BOLIVIA III - LA CONSOLIDACIÓN



Autor: Christian TRIGOSO

En cuanto se alejaba el Dr. Morales Villazón de la Dirección del Instituto, otro hombre la ocupaba y habría de constituirse en la segunda columna del edificio en el apoyaría toda su jerarquía el Bacteriológico, sin ánimo de restar importancia a la enorme colaboración que prestaron todos y cuantos desempeñaron funciones de trabajo en la microbiología nacional.

Graduado bachiller el año 1906 Félix Veintemillas decide seguir el curso de su vocación y estudiar Medicina. Acostumbrado a buscar el porqué de las cosas, pasaba horas y horas observando todos los fenómenos naturales que se sucedían a su alrededor, no quedando nunca satisfecho con las explicaciones que se le daba, precisamente ese espíritu es el que habría de llevarlo a ocupar el cargo de ayudante del ya famoso Instituto Nacional de Bacteriología.

Es indudable que tuvo que haber sido influenciado por el legendario Morales Villazón en su práctica bacteriológica. Demostrando gran capacidad, al poco tiempo ocupa el cargo de Primer Auxiliar, manteniendo esta posición hasta el momento de graduarse como médico.

En el año de 1912 tiene la oportunidad de observar a un paciente hospitalizado, paciente con quien no pudieron llegar a un diagnóstico aquellos que fueran sus profesores de Clínica Médica en la Facultad de Medicina; educado para taladrar la dura roca hasta encontrar la verdad, Veintemillas decide obtener una serie de muestras de este paciente, las cuales posteriormente son procesadas por él mismo.

Transcurridos días de trabajo intenso y cuando parecía que la verdad nuevamente se habría de ocultar en forma coqueta, en una de las placas y bajo el ocular del microscopio descubre un acumulo de bacilos preciosamente teñidos de color rojo por un método especial de tinción; este dato junto a la signo-sintomatología del paciente, inclina la balanza a favor del diagnóstico de lepra, convirtiéndose así en el primer caso de lepra con confirmación bacteriológica diagnosticado en La Paz, Este trabajo le permite ingresar en las filas del reducido ejército de buscadores de microbios, acarreándole serias dificultades con algunos de sus profesores pues publica un articulo científico respecto a este caso en el “Comercio de Bolivia”.

En 1913 lee su tesis doctoral con un soberbio trabajo titulado “Infección o Fiebre Pseudotifoidica en La Paz” en el que describe una patología diferente a la presentada en la fiebre tifoidea.

Entre 1913 y 1914 tiene la oportunidad de viajar becado al Instituto Oswaldo Cruz (Río de Janeiro – Brasil) donde se especializa en Bacteriología y Patología Tropical. Empero su sed y ansias de conocimiento habrán de llevarlo hasta Europa donde también recibe especialización en Otorrinolaringología y certificación de práctica en Dermatología y Venereología.

Ya en Bolivia, en el año 1921 publica un trabajo donde aclara la entidad patológica descrita en sus tesis, como tifus exantemático.

Finalmente en 1924 se hace cargo de la Dirección del Bacteriológico además de la Cátedra de Bacteriología, pues era prácticamente norma que quien ocupara el cargo de Director del I.N.B., ocupaba también la Cátedra de Bacteriología en la Facultad de Medicina en forma ad-honorem (tiempos en los cuales la enseñanza era apostolado y muchas cosas se hacían sin interés alguno).

A partir de este momento se sucede vertiginosamente una carrera contra el tiempo y las limitaciones del medio, a fin de llevar adelante las investigaciones que habrían de darle fama imperecedera a Veintemillas y su equipo de colaboradores.

A no olvidar que un año más tarde se celebra el centenario de la fundación de la república y fungía como Presidente, el Dr. Bautista Saavedra, quien se hiciera del poder después de una revolución que estalló el 12 de julio de 1920, ocasión en la cual los republicanos desplazaron del gobierno a los liberales y es en ocasión del Centenario de la república que se instituye la condecoración de “El Cóndor de los Andes”, no llegando a recibir nunca este galardón pese a todo el trabajo desempeñado y el esfuerzo realizado, por paradójico que parezca.

Identifica en Vallegrande la peste bubónica, luego de llevar adelante una confrontación con algunas personas, ya que pensaban que era imposible que existiera esta patología en nuestro país, debido a las características epidemiológicas, sin embargo y luego de lograr la confirmación por el Dr. Krauss en Chile, se abalanzó sobre sus detractores resolviendo esta cuestión, ya que inclusive habiéndose preparado un debate en el paraninfo de la Universidad Mayor de San Andrés, el principal opositor ni siquiera se presentó.

Rápidamente organiza campañas contra esta patología. Estudia el Pinto o Carate, Pían, Anquilostomiasis, Leishmaniasis, Blastomicosis, etc. En 1932 a raíz de un brote de tifus exantemático en La Paz, realizará estudios pormenorizados al respecto.

En año 1934, en pleno vértice de la Guerra del Chaco, desempeñando las funciones de Director del Laboratorio de Sanidad Militar, tiene la oportunidad de cambiar el manejo del cuadro disentérico que diezmaba a las tropas bolivianas, al demostrar científicamente que este se debía a causa bacilar (bacteria) y no a amebas (protozoario). En 1963 identifica el granuloma venéreo, siempre sosteniendo grandes discusiones.

Representa a Bolivia en congresos, simposios, conferencias y comisiones científicas. Por otra parte hasta este año desempeña las funciones de Director del Hospital General que le fueran encomendadas en 1930. En 1941 “Los Amigos de la Ciudad” le confieren la medalla al mérito.

En el terreno de las rickettsias alcanzó un dominio extraordinario, tanto así que aprovechando viajes de estudio a Estados Unidos y México, tuvo la oportunidad de trabajar con Zinsser y Ruiz Castañeda intercambiando experiencias y conocimientos, inclusive fue comisionado para llevar cepas de estos microorganismos desde América al Dr. Nicolle en Casablanca (Argelia), realizando pases y subcultivos a bordo de un laboratorio improvisado en el barco que lo trasladó, estudiando variantes nativas definió una probable nueva especie con algunas variaciones también en el cuadro clínico.

Dos veces Ministro de Salud en 1946 es consultado como candidato para las elecciones presidenciales de la república, la que declina honorable y caballerosamente. En 1947 es elegido Decano de la Facultad de Ciencias Biológica de la Universidad de San Andrés.

Dentro de la Microbiología su producción intelectual mas destacable es: “Lo que es la bacteriología” (1912), “Coloración de la Spirochaeta pallida” (1912), “La lepra en La Paz” (1912), “Las enfermedades Tropicales” (1913), “Patología Tropical”(1912), “Trabajos Científicos” (1925), “Informe del Instituto Nacional de Bacteriología” (1926), “La Vacuna Humana Antirrábica” (1930), “La Epidemia de Peste Bubónica en Valle Grande” (1930), “Comprobación de Focos de la Peste en Bolivia” (1933), “Suplementos del Instituto Nacional de Bacteriología” (1937), “La Ciencia Bacteriológica, sus Peligros y sus Triunfos” (1937), “Tratado sobre las Rickettsiasis y la Fiebres Exantemáticas - El Tifus Altiplánico” (1944), “Investigaciones sobre el Modo de Transmisión Natural de la Peste Bubónica y Septicémica” (1947).

El año 1951, durante los acontecimientos políticos por los cuales el Dr. Urriolagoitia entregaba voluntariamente el mando de la República al comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, general Ovidio Quiroga, quien organizó una junta militar, misma que fue presidida por el general Hugo Ballivián, fallecía en La Paz el 1 de Agosto la figura señera del Prof. Félix Veintenillas, cerrándose una de las páginas más gloriosas de la ciencia microbiológica boliviana.

Como hubiese deseado estar presente en la exequias de este hombre para poder parafrasear a Roberto Koch cuando asistió a la honras fúnebres de Thuiller (mártir de la microbiología), quien depositando unas coronas sobre el ataúd dijo: “Son muy sencillas, pero son del laurel. Como las que se ofrecen a los héroes…”