•Iniciar el tratamiento antimicrobiano precoz y de espectro adecuado a la epidemiología local en pacientes con infecciones graves, previa toma de cultivos
•Utilizar dosis y vías adecuadas a cada condición clínica y a las diferentes comorbilidades
•Conocer la distribución de patógenos prevalentes en la UTI y sus patrones de sensibilidad actualizados.
•Drenar/remover adecuadamente las colecciones o focos supurados/infecciosos (ej, catéteres vasculares)
•No tratar a los pacientes que solo estén colonizados con patógenos resistentes; proceder a su aislamiento adecuado.
•Minimizar la presión antimicrobiana promotora de resistencia bacteriana
•Utilizar con preferencia antimicrobianos con bajo potencial de generar resistencia
•No mantener tratamientos que hayan sido indicados sin criterios adecuados, como por ejemplo, persistencia de leucocitosis, infiltrados pulmonares o fiebre de bajo grado.
•Considerar desintensificar el tratamiento antimicrobiano acorde a la situación clínica y a la documentación microbiológica, reduciendo el espectro según sensibilidad.
•Establecer normas de trabajo en conjunto con los Servicios de Infectología, que incluyan la adaptación del presente consenso a la realidad local, con la participación de los efectores.
*Adaptado del Consenso SADI-SATI-INE-ADECI para el manejo racional de la antibioticoterapia en la Unidad de Terapia Intensiva.