Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
Lorenzo de Médicis (1449-1492) llamado ‘El Magnifico’, uno de los grandes auspiciadores del renacimiento artistico y humanistico italiano en la ciudad de Florencia, padeció el ‘mal francés-sífilis’ Refieren las crónicas de la época, que al momento de subir al lecho nupcial en presencia de amigos (costumbre arraigada de la época), se le vieron ampollas y manchas en las piernas (sífilis exantemática). Su esposa Maddalena fallecería mientras daba a luz su único hijo y él moriría precozmente a los 43 años en 1492, el mismo año del descubrimiento de América producto de la enfermedad. (1)
Girolamo Fracastoro médico italiano (1478-1553) mente renacentista superdotada y polifacética nacido en Verona es considerado como el fundador de la Epidemiología, fue médico del Concilio de Trento (Contrarreforma) y del papa Paolo III.
En 1546 publica “De contagioni et contagiosis morbis” en la que describe las tres formas de contagio de las enfermedades: por contacto directo, por fómites portadores de gérmenes infecciosos y a distancia, siendo el primero en pensar que existían particulas invisibles a las que llamó ‘Seminaria’, que al reproducirse rápidamente propagarían la enfermedad.
El concepto de que algunas enfermedades se contagiaban, se mencionaba en la antigua Grecia por el historiador Tucídides en “Historia de las guerras del Peloponeso”, pero en esencia la primera teoría racional de la naturaleza de las infecciones se debe a Fracastoro.
En 1530 Fracastoro publica en Verona un poema titulado “Syphilis sive de morbo gallicus” dedicado al Cardenal Pietro Bembo (1470-1547), distinguido humanista veneziano, y conocido por su vida disipada y licenciosa, con enorme poder sobre la curia romana, y amante de Lucrecia Borgia hija del Papa Alejandro VI, Rodrigo Borgia/Borja, quien le hizo correcciones al mismo poema, posiblemente por estar contagiado del mal (1)
El papa Alejandro VI (Rodrigo Borja o Borgia en su forma italianizada) con su proceder indigno de su investidura, fué uno de los objetivos principales de la reforma protestante en escritos, panfletos y grabados y era caricaturizado como sifilítico. (1)
Fracastoro escribió su poema sobre ‘sifilo’ en latin y se convirtió en el poema más conocido de su tiempo acerca de la enfermedad que causaba estragos en la sociedad. En uno de sus fragmentos refiere:
"primieramente era mirabil cosa
che l'introdotta infezione sovente
segni non desse manifesti appieno
se quattro corsi non compia la luna"
Lo que significaba que las manifestaciones clínicas de la infección sucedían si la luna cambiaba cuatro cursos, dándonos a entender el período de incubación de la enfermedad. En otra parte del poema refiere que Sifilo joven pastor habiendo ofendido a Apolo, éste lo penalizó con una terrible enfermedad que disturba la belleza y le salen ulceras deformes por todo el cuerpo y en la cara. A continuación en verso:
"Vi si narra la storia di Sifilo, giovane pastore, che,
avendo offeso Apollo, viene da questi punito con una terribile malattia che ne deturpa irrimediabilmente la bellezza: "tosto, pel corpo tutto, ulceri informi
usciano e orribilmente il viso......." (1)
El célebre pintor Albrecht Durero hizo un grabado sobre madera mostrando un paciente sifilítico, caso del médico del pueblo de Nuremberg, Dietrich Uelzen quien se dice, había descrito la sífilis por primera vez antes que las descripciones de Fracastoro. (1)
Ulrich von Hutten (1488-1523) caballero de familia noble franconiana, poeta y humanista alemán, alentador de la reforma protestante luterana, y uno de los personajes que sirvió de puente entre el Humanismo y los Reformadores, padeció de sífilis. Fue en las universidades eclesiasticas de Colonia y Erfurt donde comenzó a gestarse su animadversión hacia el clero, por lo que se convertiría en un entusiasmado apoyador de las doctrinas protestantes.
A los padres dominicos y franciscanos los llamaba predicadores, ignorantes, libertinos, ‘popineurs’, fornicadores, vendedores de indulgencias, hipócritas, beatos, que perseguían a los humanistas con su venganza y que arrojaban libros a la hoguera a falta de herejes.
De vuelta a Alemania, luego de un viaje a Italia donde se contagia de sífilis, participa en las controversias político-religiosas y se une a las ideas reformistas. Enemigo público del papado, publicó su libro sobre el ‘morbo gallico’ en Alemania, específicamente en Mayence en 1519, reeditada por primera vez en 1523, después en 1524 en Bolonia, y todavía, una vez más, en 1531, libro que alcanzó un gran éxito en su época.
El libro proporcionaba una buena descripción de la enfermedad, reconocida como contagiosa, explosiva y espectacular en sus primeros años, con sus síntomas clínicos y su evolución.
Se señalaban manifestaciones debidas a asociaciones microbianas. Los dolores acompañaban a las úlceras y a las supuraciones ligadas a afecciones mixtas o asociadas. De la fase terciaria creía necesario distinguir entre lo que ocasionaba la sífilis y lo que era consecuencia del tratamiento mercurial.
En el capítulo cuarto de su libro, Ulrich de Hutten pasa revista a todos los tratamientos de la época, que conoció personalmente como enfermo sifilítico, como el Panurgo (baños, fricciones, ungüentos, uso de sales metálicas, mercurio, minio, plomo, sulfato de hierro, albayalde, cinabrio, alumbre, aceites y esencias, mirra, laurel, resina, terebinto, enebro, nardo, rosa, infusiones de absenta, camomila, hisopo, menta entre otros).
Después da su propia receta terapéutica en el capítulo cinco habla de la raíz del guayaco y de su uso, régimen y consejos de higiene de vida. Refería que el guayaco era administrado en decocción por 40 dias acompañado de una dieta estricta.
Los tratamientos eran tan fuertes que a veces ‘el paciente podía morir sin ni siquiera curarse’. Los últimos 15 años de su vida, Hutten padeció la sífilis muriendo de éste mal en la isla Ufenau en el lago Zurich, Suiza a la edad de 35 años de edad. (34),(1),(35)
Francois Rabelais médico, humanista, escritor del Renacimiento (1484-1553) publica en su obra maestra Gargantúa y Pantagruel, las manifestaciones de la sífilis, desde sus primeras etapas hasta las más tardías. Menciona las gomas tardías sifilíticas, el chancro en la lesión primaria, las adenopatias ligadas al chancro, y la responsabilidad del contacto directo sexual.
No le daba importancia al ayuno y al argumento de la sudoración, ni a las estufas como argumentos terapéuticos, así como tampoco al guayacol. La importancia de la sífilis aparece en Gargantua desde el prólogo y Rabelais proponía como tratamiento la lectura de sus obras y el mercurio en forma de unguentos y pastillas, ya que su eficacia era evidente.
Pier Andrea Mattioli (1500-1577), médico nacido en la ciudad toscana de Siena, describió magistralmente dos productos para combatir el ‘mal de Bubas’: el ‘guayacol’ y la ‘zarzaparrilla’.
Niccoló de Lonigo denominado Leoniceno (1428-1524), eminente profesor de Medicina de la Escuela Médica de Ferrara en el norte de Italia, describe el primer cuadro clinico completo de la sífilis en su “Libellus de epidemia, quam vulgo morbum gallicum vocant”
Venecia 1497, además de mostrar las opiniones médicas que de la enfermedad existían en la época, entre los siglo XV y XVI. (7).
Refería Leoniceno que ya en la época precolombina existía en Europa una forma endémica y atenuada de sífilis que con las expediciones a América alcanzó una virulencia sin precedentes. La epidemia, decía, vino de España a Italia en 1495 con el ejercito de Consalvo de Córdoba enviado al Reino de Nápoles para combatir contra Carlos VIII, propagando la epidemia primero en Italia y posteriormente en toda Europa, denominándose ‘La plaga roja’ conocida también como ‘Great Pox’.
En dicho asedio de Nápoles el Rey Carlos VIII muere a la temprana edad de 28 años posiblemente de sífilis cerebral o de un cuadro de apoplejía. Esto resulta controversial cuando previamente habíamos descrito que los españoles culpaban a los franceses. (1)(26),(27).
El grabado del pintor Albrecht Durero (1471-1528), en su parte superior se muestra una esfera con los signos del Zodíaco. Junto a Escorpio se ven varias estrellas y una, al lado de Tauro, significando que se establecía una conexión entre las constelaciones y el mal venéreo. La fecha 1484 dentro de la esfera no indicaba el año de impresión, sino la conjunción astral en el día de santa Catalina en 1484, signo del comienzo de la "peste genital", según la interpretación de los médicos yatromatemáticos de la época. (1)