17 de junio de 2015 – Fuente: Live Science
Han pasado unos 2.400 años desde que una extraña epidemia atacó Atenas, en la Antigua Grecia. Por entonces se desconocía su origen, lo que provocó que se dejase constancia de ella como un raro mal que llevó a cientos de personas a la tumba. Sin embargo, hoy la ciencia y el conocimiento de los virus han evolucionado de tal forma que Powel Kazanji, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Michigan, acaba de afirmar que esa epidemia pudo ser en realidad el primer brote de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) del que se tiene constancia. Este científico señala que los síntomas que padecieron aquellos que vivían en la Antigua Grecia en el 430 AC fueron similares a los de esta enfermedad. Concretamente, y según dicen los textos antiguos, aquellos que contraían esta enfermedad –llamada síndrome de Tucídides– padecían fiebre, dolores de cabeza, molestias estomacales, fatiga y, usualmente, vómitos constantes. Otros signos más extraños de la enfermedad incluían sangrado de boca, enrojecimiento de los ojos, convulsiones, erupciones cutáneas y gangrena. Una vez pasados siete días sufriendo toda esa serie de síntomas, los pacientes solían fallecer. En caso contrario, los que sobrevivían experimentaban diarrea. Estos indicios físicos han sido comparados por el experto con los de la EVE, un virus que puede provocar la aparición repentina de fiebre; debilidad intensa; dolores en los músculos, en la cabeza y en la garganta; vómitos; diarrea; sarpullidos; y hemorragias internas y externas. De ser ciertas las sospechas de Kazanji, se acabaría con la idea que afirma que el primer brote de este virus sucedió en 1976 en la República del Congo. Así pues, habría que situar su aparición hace 2.400 años debido a una serie de roedores que, presuntamente, podrían haberlo contraído hace 20 millones de años. El síndrome de Tucídides se presentó por primera vez en el año 430 AC, durante la Guerra del Peloponeso. Los historiadores creen que entró en Atenas a través del Pireo, el puerto al que llegaban todos los alimentos y suministros de la ciudad. Esta extraña epidemia se presentó dos veces más, en los años 429 AC y 427 AC. En todos los casos, se llevó consigo cientos de vidas.