Un estudio sugiere que hay una posible resistencia a una última línea de antibióticos para los seres humanos
Traducido del inglés: martes, 6 de diciembre, 2016
LUNES, 5 de diciembre de 2016 (HealthDay News) -- Los científicos han identificado una nueva y preocupante resistencia a un tipo de antibióticos en los animales de una granja de EE. UU.
Los medicamentos en cuestión son el tipo de antibióticos conocidos como carbapenemas. En los hospitales, dichos medicamentos se consideran la última línea de defensa contra las infecciones bacterianas difíciles de tratar.
En Estados Unidos, los antibióticos carbapenemas han estado prohibidos para el uso veterinario, a fin de minimizar el riesgo de resistencia a los antibióticos que se podría desarrollar en los animales y propagarse a los seres humanos. Y aunque ya se ha detectado entre el ganado europeo y asiático, no había habido ninguna indicación de algún problema de resistencia en las granjas estadounidenses hasta ahora.
Pero después de una evaluación de 5 meses de una sola granja de cerdos estadounidense en 2015, los investigadores concluyeron que la resistencia a las carbapenemas de hecho se había establecido en el ganado de EE. UU.
"Por ahora, creemos que esto es una ocurrencia rara e inusual", dijo el autor del estudio, Thomas Wittum, catedrático del departamento de medicina veterinaria preventiva en el Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus.
"Esperamos haberlo detectado lo suficientemente pronto para evitar que se propague", añadió.
"[Pero] el riesgo para el público es que estos animales que se usan para la comida algún día entren en la cadena alimentaria como productos de cerdo frescos", explicó Wittum.
"Aunque no encontramos ninguna evidencia de que eso haya ocurrido en esta granja en particular, es una posible preocupación", dijo. "Queremos asegurarnos de que las bacterias resistentes a múltiples medicamentos como estas nunca estén presentes en los alimentos, y un modo de hacerlo es asegurarse de que no se introduzcan en nuestras granjas".
Antes de esta última investigación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. habían calificado ya el aumento de la resistencia a las carbapenemas como una "amenaza urgente".
Algunos ejemplos de carbapenemas son Doribax (doripenem), Primaxin (imipenem) y Merrem (meropenem).
En el estudio, los investigadores se centraron en una granja comercial que ha estado criando exclusivamente su propia línea de ganado porcino durante medio siglo.
Se recogieron muestras bacterianas y fecales de las paredes y suelos de los corrales de cerdos, y de 1,500 cerdos.
Al final, los análisis bacterianos descubrieron la presencia de un gen específico resistente a las carbapenemas llamado blaIMP-27.
Aunque no estaba generalizado, se encontró el gen en un tipo particular de fragmento de ADN conocido por su capacidad de moverse rápidamente de una especie a otra.
Aun así, el gen estaba localizado principalmente en el entorno cerrado de la crianza, en lugar de en cerdos que estaban siendo engordados para ser sacrificados, y el equipo de investigación no encontró ninguna indicación de que haya entrado realmente en la cadena alimentaria de EE. UU.
En cuanto a su procedencia, Wittum tenía una respuesta simple, pero preocupante: "No lo sabemos".
"La propagación de esta cepa resistente en particular en esta granja podría estar relacionada con el uso de antibióticos para tratar cerdos enfermos, por la misma razón que la bacteria resistente está presente en los hospitales humanos debido al modo en que tratamos a las personas enfermas con antibióticos", dijo.
"No podemos simplemente dejar de tratar a los cerdos enfermos con antibióticos debido el impacto negativo que tendría en el bienestar de los animales. Pero quizá sea posible que las granjas usen antibióticos de distintos modos para detener la propagación de esta cepa en particular", sugirió Wittum.
Los investigadores reportaron sus hallazgos el 5 de diciembre en la revista Antimicrobial Agents and Chemotherapy.
Elizabeth Scott, catedrática del departamento de salud pública del Colegio Simmons, en Boston, dijo que aunque los hallazgos no son sorprendentes, el riesgo es real.
"Es muy preocupante, porque la resistencia a los antibióticos es una amenaza cada vez más grave para la salud pública internacional", comentó.
"Aunque algunos expertos creen que ya es demasiado tarde, y estamos viviendo en una era post antibióticos, creo que todavía hay cosas que podemos hacer para minimizar el riesgo", añadió Scott.
Se pueden tomar medidas como éstas: "Prohibir el uso de antibióticos para el fomento del crecimiento animal; usar los antibióticos en el ámbito veterinario para tratar solamente a los animales enfermos; adoptar un método de recetas de antibióticos inteligente en la medicina humana, y reducir la cantidad de antibióticos que se recetan", señaló Scott.
"Además, podemos ayudar a minimizar el riesgo de adquirir una infección en nuestra vida diaria al adoptar buenas prácticas de higiene, incluyendo la higiene personal y doméstica para reducir el riesgo de las infecciones cutáneas, respiratorias y gastrointestinales adquiridas en la comunidad", sugirió. Scott también trabaja de codirectora en el Centro Simmons de Higiene y Salud en el Hogar y en la Comunidad.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Thomas Wittum, M.S., Ph.D., professor and chair, department of veterinary preventive medicine, Ohio State University College of Veterinary Medicine, Columbus; Elizabeth Scott, Ph.D., associate professor, department of biology, chair, department of public health, and co-director, Simmons Center for Hygiene and Health in Home and Community, Simmons College, Boston; Dec. 5, 2016, Antimicrobial Agents and Chemotherapy
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