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jueves, 20 de septiembre de 2018

SUDÁFRICA, GAUTENG: MURIERON SEIS BEBÉS EN UN HOSPITAL DE VOSLOORUS POR INFECCIONES POR KPC

14 de septiembre de 2018 – Fuente: Eyewitness News (Sudáfrica)

Seis recién nacidos murieron en el Hospital Regional ‘Thelle Mogoerane’, en la provincia sudafricana de Gauteng, debido a una neumonía provocada por la bacteria Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasas (KPC), asociada a numerosas infecciones peligrosas. De acuerdo con el ministro de Salud, Aaron Motsoaledi, y el responsable del sector de esta provincia a la que pertenece Pretoria, la cepa del brote en esa instalación médica es resistente a los medicamentos. Klebsiella, que es considerada como una infección neonatal que afecta a bebés de familias pobres y de medianos ingresos de Sudáfrica, es conocida por ocasionar infecciones como neumonía, meningitis, sepsis y contagios quirúrgicos. En opinión del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica, el brote en ese hospital de la localidad de Vosloorus se debió a la cantidad de recién nacidos en esa sala, lo cual comprometió las medidas contra las infecciones. Los expertos de esa institución dijeron que el hacinamiento crea las condiciones para que surja la infección y se expanda con rapidez. La sobrepoblación en todas las salas de neonatos de Gauteng está calculada en 132%, y en el caso del hospital de Vosllorus se confirmó que 90 recién nacidos estaban en una sala con 61 camas. Aunque el ministro Motsoaledi dijo que “es obvio que no podemos rechazar pacientes por falta de capacidad”, aseguró que para aliviar ese problema el departamento de Salud de la provincia movilizará los recursos de los Hospitales de Niños ‘Nelson Mandela’ y del Hospital Universitario ‘Charlotte Maxeke’, ubicados en Johannesburg. “Una vez trasladados los pacientes y sus madres a estos centros, el Departamento de Salud de la provincia tendrá la posibilidad de descontaminar y solucionar los problemas estructurales sin causar disturbios”, agregó el titular de Salud. Explicó que Gauteng necesita al menos seis nuevos hospitales infantiles para reducir la concentración de pacientes en las instalaciones existentes y expresó preocupación por el diseño de las salas neonatales, pre y postnatales y de partos, que “añaden riesgos y constituyen de por sí una situación indeseada”.

REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO: LAS CLAVES DEL BROTE DE ENFERMEDAD POR EL VIRUS DEL ÉBOLA

17 de septiembre de 2018 – Fuente: The Huffington Post (Estados Unidos)

El número de muertes probables como consecuencia del último brote de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) declarado en la República Democrática del Congo asciende ya a 97, de las que 66 se han confirmado como casos positivos, según los últimos datos del Ministerio de Salud de este país africano. Aunque entidades fiables como Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirman que está remitiendo, cunde la lógica preocupación, después del peor contagio conocido, entre 2014 y 2016, que dejó más de 11.300 muertes (según cifras más bien conservadoras) y cerca de 29.000 casos concentrados en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
Este último brote localizado en la República Democrática del Congo es causado por la cepa Zaire, la más letal. Fue declarado el pasado 1 de agosto y ha afectado ya a las provincias de Nord-Kivu (en las ciudades de Mabalako, Beni y Butembo, sobre todo) e Ituri, dos zonas marcadas por la violencia, lo que dificulta notablemente las tareas de los servicios sanitarios. Se trata del segundo brote declarado este año, tan solo ocho días después de que el ministro de Salud, Oly Ilunga Kalenga, proclamase el fin del anterior en la provincia de Équateur, y el peor de la última década en la República Democrática del Congo. Según el último informe de las autoridades locales, actualizado al 15 de septiembre, el total de casos asciende a 142, una cifra que se desglosa en 31 probables y 111 confirmados; 97 de ellos han sido mortales.
Las medidas de respuesta
En cifras generales, el proceso de vacunación, que se inició el 8 de agosto y que hasta la fecha se compone de 48 cinturones distribuidos en siete zonas afectadas en el país, ha alcanzado ya a unas 9.000 personas, de las cuales más de 2.000 son niños. La mayoría de las comunidades están implementado ya medidas de respuesta, como el rastreo diario de contactos de las personas supuestamente afectadas y la vacunación, pero la reticencia de algunas poblaciones sigue aumentado el riesgo de propagación, según la OMS. Es el caso del distrito de Ndindi, en la ciudad de Beni, donde algunos residentes ocultan a los enfermos y se niegan a participar en las campañas de vacunación, por lo que el Gobierno ha decidido apostar por el diálogo con los líderes locales. Otros factores de riesgo son los numerosos entierros sin medidas apropiadas de seguridad, en los que se contagian nuevas personas, así como la detección de casos en áreas difíciles de alcanzar e inseguras debido a la presencia de grupos armados.
Preocupación en MSF
“En general, hay una reducción de casos, pero hay que mantenerse alerta porque hay casos positivos postmortem que han estado todo su tiempo de sintomatología sin medidas de bioseguridad adecuadas”, explicó Miriam Alía, responsable de respuesta a epidemias de MSF. El rechazo de parte de la población a las medidas sanitarias contra la EVE en la República Democrática del Congo y el bajo seguimiento de algunos enfermos preocupan a la citada ONG. La resistencia a acudir al médico o a no ser vacunados, una medida que se aplica desde las primeras semanas de la epidemia, pero que no es obligatoria ni se puede imponer por la fuerza, ha provocado que aún no se pueda decir que el brote está controlado. El 5 de septiembre, las autoridades congoleñas notificaron un primer caso de la enfermedad en la ciudad de Butembo, un gran núcleo comercial con más de medio millón de habitantes. “El primer caso positivo de Butembo era un contacto conocido de una persona confirmada en Beni (otro de los núcleos urbanos de Nord-Kivu), que rechazó la vacunación”, cuenta Alía. Esta persona, que presentaba síntomas de fiebre hemorrágica, viajó de Beni a Butembo y estuvo varios días en un centro de salud y en un hospital, y la enfermedad finalmente se le diagnosticó una vez que había fallecido, por lo que pudo contagiar a mucha más gente. “Lo más preocupante es que el porcentaje de seguimiento en algunas zonas, como Beni o Butembo, es aún muy bajo. Con porcentajes inferio

CADA CINCO SEGUNDOS MUERE UN NIÑO POR CAUSAS PREVENIBLES

17 de septiembre de 2018 – Fuente: Organización de Naciones Unidas

Durante el año 2017 falleció un niño cada cinco segundos por causas prevenibles, según indica un nuevo informe conjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud, la división de población de la Organización de Naciones Unidas y el Banco Mundial.
El estudio cifra en 6,3 millones el número de menores de 15 años que fallecieron durante el año pasado e indica que la gran mayoría de ellos, 5,4 millones, perecieron durante los primeros cinco años de vida, casi la mitad de ellos recién nacidos. De no tomarse medidas urgentes morirán 56 millones de niños menores de cinco años entre 2018 y 2030, señaló la directora de Datos, Investigaciones y Políticas del UNICEF, Laurence Chandy. “A pesar de los progresos notables que hemos logrado desde 1990, millones de niños siguen muriendo simplemente debido a su identidad o al lugar donde han nacido. Si aplicamos soluciones sencillas como el suministro de medicamentos, agua potable, electricidad y vacunas podemos cambiar esa realidad para todos los niños”, dijo la experta.
África y Asia encabezan la lista de defunciones
Asimismo, el informe destaca que la mitad de los fallecimientos de menores de cinco años durante 2017 se produjeron en África Subsahariana, mientras que 30% ocurrieron en Asia Meridional. Una de las grandes disparidades recogidas en el informe muestra que en los países de altos ingresos solamente muere uno de cada 185 menores de cinco años, y uno de cada 13 en la misma franja de edad en África Subsahariana. La Dra. Princess Nono Simelela, subdirectora general de Salud Familiar, de la Mujer y el Niño de la OMS, manifestó que no se puede permitir la muerte de millones de menores por falta de acceso a agua, saneamiento, nutrición adecuada o servicios básicos de salud. “Debemos priorizar la tarea de facilitar a todos los niños el acceso universal a servicios de salud de calidad, especialmente en el momento del nacimiento y durante los primeros años de vida, a fin de darles la mejor oportunidad posible de sobrevivir y prosperar”, señaló. La mayoría de los niños menores de 5 años mueren por causas que se pueden evitar o tratar, como complicaciones durante el parto, neumonía, diarrea, sepsis neonatal y malaria. Dentro de este grupo de edad también existen diferencias regionales, ya que el riesgo que corre un niño de morir en África Subsahariana es quince veces mayor que en Europa. El primer mes de vida es el más peligroso
A nivel global, el período más arriesgado de la vida de un bebé es su primer mes. Durante 2017, 2,5 millones de recién nacidos murieron durante los primeros 30 días de vida. Así, por ejemplo, un bebé nacido en África Subsahariana o en Asia Meridional tiene nueve veces más probabilidades de morir que un bebé nacido en un país de altos ingresos durante ese periodo. Otras disparidades apuntadas en el informe indican que las tasas de mortalidad de menores de cinco años entre los niños que habitan en zonas rurales son, de media, 50% más altas que las de los niños de zonas urbanas, y que los bebés nacidos de madres sin formación tienen más del doble de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que los de madres que han cursado estudios secundarios o superiores. La noticia positiva del informe la proporciona la reducción de las muertes anuales de los niños menores de cinco años desde 1990 hasta 2017. De los 12,6 millones de fallecimientos que se registraron al inicio de la década de 1990, se pasó a 5,4 millones el año pasado. Entre los 5 y los 14 años, la cifra se redujo de 1,7 millones a menos de un millón durante el mismo período de tiempo.

martes, 18 de septiembre de 2018

EL VIRUS ZIKA INGRESÓ A AMÉRICA DEL SUR POR EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA

2 de agosto de 2018 – Fuente: International Journal of Genomics
Centroamérica y el Caribe fueron las principales rutas de entrada del virus Zika a Sudamérica, reveló un estudio que también descubrió que la cepa del arbovirus que causó el brote epidémico en Brasil en 2015 es oriunda de Haití. Mediante el análisis de más de 4.000 secuencias genéticas disponibles en bancos mundiales de datos públicos de los virus Dengue, Chikungunya y Zika –causantes de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti–, se logró trazar la ruta del virus Zika por el mundo desde el primer caso en humanos en la década de 1970 en Nigeria. El virus permaneció estable en el continente africano hasta que, en 2007, causó un brote en las islas Yap en la Micronesia y, en 2013, generó una epidemia en la Polinesia Francesa. La cepa del virus de la Polinesia se diseminó por Oceanía, llegó a Sudamérica por la isla de Pascua en Chile, siguiendo hacia América Central y el Caribe. Todos los virus que llegan a Brasil, provienen de esa región. El estudio permite conocer mejor la forma en la que se dispersan los virus en América, lo que denotaría que los primeros brotes no fueron detectados por los sistemas de vigilancia hasta que llegaron a Brasil, cuando ya se había expandido. El primer brote en Brasil fue detectado en 2015 en Bahia, Rio Grande do Norte y Pernambuco. Se logró secuenciar el genoma del virus Zika de un paciente en 2016, constatando que la cepa viral provenía de Haití. Al parecer, hubo varios ingresos simultáneos del virus. No se detectó el ‘paciente cero’, solo el registro de casos autóctonos. Hasta antes de este estudio, la comunidad científica creía que el virus Zika había llegado a Brasil durante la Copa Mundial de Fútbol de 2014 o durante el Campeonato Mundial de Canoa Polinesia, realizado en el mismo año en Rio de Janeiro, que recibió atletas de varios países del Pacífico afectados por fiebre zika. Era una cepa compatible, pero la hipótesis carecía de datos. La información actual más fidedigna es que el virus provino de Haití y se multiplicó de forma drástica. El flujo de inmigrantes haitianos a Brasil desde el terremoto en 2010 así como de militares brasileños que actuaron en la misión de paz en ese país puede haber llevado el virus a Brasil. Brasil puso fin a su alerta de emergencia sanitaria nacional en mayo de 2017, cuando se observó el descenso de 95% de los casos. Este año se han registrado 5.941 casos probables de fiebre zika en el país, según el Ministerio de la Salud, una disminución de 60% en relación al mismo período de 2017. Conocer lo que ha ocurrido en el pasado y encontrar estos patrones puede ayudar a los países a tomar las medidas necesarias para estar preparados ante el ingreso futuro de otras enfermedades emergentes o nuevas variantes de los agentes infecciosos. A la luz de los resultados, es imprescindible fortalecer e integrar los sistemas de salud y de vigilancia entre los países de la región para alertar sobre nuevos brotes y tomar acciones de prevención y control.