jueves, 10 de noviembre de 2011
HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES VENEREAS III
Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
En 1325 el pueblo azteca funda Tenochtitlán, ciudad con altos conceptos de higiene y de salud pública, y poseedor de recursos terapéuticos naturales, de tipo fitoterápicos, de gran utilidad posterior para la farmacopea europea. Las enfermedades venéreas en el pueblo azteca eran conocidas como Cihuatlaueliloc. La Coanenepilli "Lengua de Serpiente", era una hierba cuya raíz en polvo espesada con el agua y bebida era útil para el dolor de pecho, contra la fiebre y en individuos con sangre y pus en la orina. La Huihuitzmallotic era una hierba que mezclada con miel e introducida en la uretra masculina servía para la curación de los problemas urinarios (infecciones venéreas, alguna variedad de treponematosis?) (1), (50)
Pietro D´Argellata (1372-1423), alumno de Guy de Chauliac, uno de los grandes cirujanos de su tiempo, describió las ulceras peneanas, al igual que Marcello de Como, de la región de la Lombardia italiana, quien también describió las ulceras múltiples de pene probablemente sifíliticas. Argellata recomendaba en verano lavar el pene con agua y en invierno con orina por sus poderes medicinales. Por otra parte existía la creencia medieval de que la sífilis estaba ligada a una mala alimentación. Era tal su fama que en 1410 realizó la autopsia al papa Alejandro V, muerto súbitamente ése año en la ciudad de Bologna-Italia (1). D´Argellata fue considerado por muchos como “el más hábil cirujano del siglo XIV” (7)
Avicena (980-1037 D.C.) médico, científico y filósofo, en su obra “Canon de la Medicina” considerada la biblia médica medieval, refería que resultaba útil “mantenerse alejado de las mujeres que dejan caer líquidos de la vulva”.
Las posiciones coitales según Avicena podían ocasionar enfermedades. Vemos por ejemplo que en la posición donde la mujer está encima del hombre al momento del coito, podía ocasionar hidrocele (hernia escrotal), flatulencia, ulceras uretrales, ulceras vesicales y dificultad en la salida del esperma (1),(8)
Jacopo Berengario da Carpi (1460-1530), autor del libro “De arte mingendi cum instrumentis”, fue factor importante en la instauración de la terapia mercurial para los pacientes aquejados del mal francés-sífilis, a partir del año 1494, dándole notoriedad.
Giovanni da Vigo (1450-1525) de la zona de la Liguria italiana, se ganó la confianza y los favores del cardenal Giuliano della Rovere, futuro Papa Julio II (1443-1513), llamado el ‘Papa Guerrero’ el año 1503, famoso por sus disputas con el gran artista renacentista Michelangelo por los trabajos de la Capilla Sixtina, tenía tres hijos y había adquirido el “mal francés”. Decía Vigo en su libro publicado en 1514 “De practica copiosa in arte chirurgica” que el “mal francés o morbus gallicus” tenía origen sin excepción “In vulva in mulieribus et in virga in hominibus“ (“En la vulva en las mujeres y en el pene en los hombres), después del coito infectante. Habló de lesiones primarias (genitales), lesiones secundarias (pústulas cutáneas) y lesiones terciarias (gomas
luéticas, “tuberosidades llenas de materia gruesa y flemática”).
Por dichas lesiones el Papa Julio II, prohibía a los fieles que le besaran los pies, práctica muy común para la época, ya que tenía una “podagra tuberosa e ulcerata” que Vigo curaba diariamente con un “emplastrum de Vigo cum mercurio” contra pústulas y exantemas (1), (7),(9)
A fines del siglo XVI Jacques de Bitencourt las llamó "enfermedades venéreas" en respuesta del disgusto que como francés tenía al ser denominadas ‘Morbus Gallicus’. El escritor Jacques de Siboulei posteriormente las denominó "efectos colaterales del amor".
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HISTORIA DE LA MICROBIOLOGÍA
LINEZOLID MAY BE BETTER CHOICE FOR DIABETICS WITH MRSA PNEUMONIA
By Fran Lowry
(Reuters Health).- In diabetics with nosocomial pneumonia (NP) caused by methicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA), linezolid trumped vancomycin for clinical and microbiologic success, researchers said in Chicago this week.
But in patients without diabetes, results with both drugs were comparable, Dr. Ozlem Equils, from Pfizer Inc., Collegeville, PA, said at the 51st Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy (ICAAC).
Dr. Equils and his group presented the results of a post-hoc sub-group analysis of data from the ZEPHyR study, a phase IV randomized, double-blind, multicenter trial of linezolid versus vancomycin in patients with MRSA-NP.
The researchers assessed outcomes 7 to 30 days after the end of treatment with either linezolid 600 mg IV twice daily or vancomycin 15 mg/kg IV twice daily, adjusted for creatinine clearance.
Patients with and without diabetes had similar demographics, comorbidities, microbiology, and APACHE II scores.
The clinical success rate at the end of treatment among the 87 diabetics treated with linezolid was 58%, versus 39% for the 96 diabetics treated with vancomycin (p=0.03). Microbiological success rates were 59% with linezolid vs 41% with vancomycin (p = 0.03).
Rates of 28-day mortality, drug-related adverse events, serious adverse events, and study drug discontinuation rates were similar between the treatment groups.
Among the non-diabetics, the clinical success rate was 53% in the 137 patients treated with linezolid and 49% in the 128 who received vancomycin (p =0.60). Microbiological success rates were 56% with linezolid and 50% with vancomycin (p = 0.37).
As in the diabetic group, mortality, adverse events, and drug discontinuation rates were similar with the two drugs.
"While definitive conclusions cannot be drawn from retrospective analyses, these findings provide important information that may help guide physicians in making treatment decisions for patients with nosocomial pneumonia," Dr. Equils told Reuters Health.
He added that the findings align with data from previous studies showing that linezolid was at least as effective as vancomycin for the treatment of nosocomial pneumonia, including ventilator-associated pneumonia due to known or suspected MRSA across patient types.
¿CUÁNTOS HUMANOS PUEDE MANTENER LA TIERRA?
Por Miguel Artime
Tomas Malthus, clérigo anglicano miembro de la Royal Society of Science, escribió a finales del siglo XVIII un ensayo sobre el principio de la población que se considera el inicio de la ciencia de la demografía. En aquel famoso y citadísimo ensayo, Malthus concluía:
"El poder (reproductivo) de la población es tan superior al poder que la Tierra tiene para producir alimentos que sustenten al hombre, que la muerte prematura debe - de un modo u otro - alcanzar a la raza humana".
La opinión del sabio británico era que el deseo humano irrefrenable de reproducirse conduciría a la sobrepoblación del planeta, lo cual terminaría conduciendo a una masiva hambruna que acabaría con todos una vez que nos hubiéramos comido todos los recursos de la Tierra.
Ciertamente las opiniones de Malthus no son demasiado tranquilizadoras, especialmente ahora que los humanos nos encontramos en la encrucijada que supone alcanzar el mayor número de congéneres que jamás haya habido sobre la faz de la Tierra: siete mil millones de seres humanos.
¿Pero dónde está el límite máximo que tiene la Tierra para "producir alimentos que sustenten al hombre"? ¿Cuándo alcanzaremos ese punto de no retorno? ¿Es inevitable el fatídico final que imaginó Malthus?
Muchos científicos establecen la capacidad máxima de la Tierra para sustentar seres humanos entre los 9.000 y los 10.000 millones de personas. Uno de ellos, el eminente socio-biólogo de Harvard, Edward O. Wilson, basa su estimación en cálculos de disponibilidad de recursos que la Tierra puede ofrecer.
En su opinión las restricciones de la biosfera están fijadas. Además de la limitada disponibilidad al agua dulce, la capacidad que la Tierra tiene para producir alimentos está realmente restringida. Incluso aunque alcancemos la máxima eficiencia en los cultivos (es decir, se dedique todo el grano a alimentar a humanos en lugar de a alimentar a ganado) los límites siguen en torno a las cifras antes citadas: 10.000 millones de humanos.
En efecto, hacernos vegetarianos masivamente (algo del todo improbable) y dedicar todo el suelo cultivable a alimentos para humanos - prescindiendo del suelo dedicado a forrajes y piensos para aves de corral - podría ser parte de la solución. Muchos estiman que las proteínas de origen animal que necesitamos podrían obtenerse del consumo de insectos.
Joel Cohen, biólogo especialista en poblaciones de la Universidad de Columbia explica que existen otros factores medioambientales que limitan la capacidad de la Tierra para producir alimentos. Por ejemplo el ciclo del nitrógeno, las cantidades de fósforo disponibles y las concentraciones atmosféricas de carbono.
A ese respecto los científicos reconocen que es imposible saber el punto en el que se alcanzará el pico máximo de humanos sostenibles por una Tierra de recursos limitados.
Afortunadamente, puede que estemos en disposición de evitar las negras profecías de Malthus.
Según la División de Poblaciones de la ONU, hoy día 31 de octubre la población planetaria ha alcanzado los 7.000 millones de humanos. Si sus proyecciones son correctas, de continuar con los índices de natalidad actuales, para el año 2050 alcanzaremos los 9.000 millones, y a finales de este siglo creceremos hasta el límite antes citado de los 10.000 millones de seres.
Pero lo cierto es que se está produciendo una ralentización en estos índices, por lo que los expertos creen que en algún momento entre el aumento de los 9.000 a los 10.000 millones de humanos, la tendencia alcanzará un punto de inflexión.
Las estimaciones de la ONU muestran una tendencia a las familias más cortas por todo el mundo. El índice de natalidad global está cayendo y aproximándose al "nivel de remplazo" establecido en 2,1 niños por mujer. Esta es la cifra mágica en la que los niños remplazarían a sus padres manteniendo una población estable e incluso en leve decrecimiento debido a las naturales muertes de jóvenes.
Si para finales de este siglo el índice de natalidad alcanzase en verdad este nivel de remplazo, la población humana se estabilizaría en algún punto entre los 9.000 y los 10.000 millones. En ese punto habremos llegado todo lo lejos que nuestro planeta puede ofrecernos.
Ese será el límite que no deberemos cruzar si no queremos que la fatalidad que Malthus visionó hace más de 200 años se nos lleve por delante.
DETECTAN UNA NUEVA ESTRATEGIA DE RESISTENCIA BACTERIANA
9 de noviembre de 2011 – Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Se ha descubierto que la bacteria Burkholderia pseudomallei, el organismo causante de la melioidosis (una peligrosa enfermedad parecida a la que popularmente se conoce como muermo), y considerada como una de las principales amenazas bioarmamentísticas por su potencial uso en ataques terroristas, puede volverse resistente al antibiótico más comúnmente usado contra ella, mutando de una forma nunca antes vista por los científicos.
El estudio, codirigido por un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, aporta importantes pistas para el tratamiento de la melioidosis, y para futuros estudios que puedan ayudar a encontrar modos de contrarrestar las estrategias que usa la bacteria para volverse resistente a los antibióticos.
La melioidosis es una enfermedad mortal si no se trata rápidamente y con el antibiótico correcto, usualmente la ceftazidima.
Se creía que el modo en que la bacteria muta o cambia para volverse resistente a los antibióticos se basaba en hacer un pequeño pero efectivo cambio en su ADN.
No obstante, el equipo de Herbert Schweizer, investigador en el Departamento de Microbiología, Inmunología y Patología de la Universidad Estatal de Colorado, ha descubierto que la bacteria descarta una sección completa de su ADN para desarrollar resistencia a fármacos clave usados para combatirla.
Esta investigación surgió a raíz de cuando los médicos comenzaron a notar que en una cantidad significativa de casos tratados con el antibiótico estándar, ceftazidima, el paciente no mejoraba.
“Ver a una bacteria eliminar gran parte de su propio ADN es sorprendente por tratarse casi de un suicidio”, subraya Schweizer. Las bacterias se debilitan por este cambio, una situación evidenciada por el hecho de que pasan a crecer con notable lentitud en condiciones típicas que deberían permitirles un desarrollo mucho mejor. Su lento crecimiento las ayuda a eludir el tratamiento farmacológico estándar prescrito contra ellas, debido a que no son detectadas en las pruebas basadas en medios de cultivo donde B. pseudomallei normalmente prospera.
jueves, 13 de octubre de 2011
UNA MUTACIÓN QUE PROTEGÍA DE LA MALARIA FAVORECIÓ EL ORIGEN DE LOS HUMANOS
7 de octubre de 2011
Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Investigadores de la Universidad de California han descubierto que los ancestros humanos sufrieron una mutación genética que les hizo resistentes contra enfermedades como la malaria, y esto favoreció la aparición de Homo sapiens sobre la Tierra, la especie que este año alcanzará los 7.000 millones de ejemplares.
Los autores, bajo la batuta de Pascal Gagneux, profesor en la Universidad de Washington, señalan que hay un claro vínculo entre las moléculas de ácido siálico, un azúcar que se encuentra en la superficie de las células de todos los animales, y la selección darwinista.
Estas moléculas, que sirven de blanco para patógenos invasores porque interactúan con otras células y con el ambiente, hace millones de años eran idénticas entre todos los simios, incluidos los antepasados de los seres humanos. Todas eran del tipo conocido como ácido N-glycolylneuraminico o Neu5Gc
El éxito de un gen inactivo
En el año 2005, los autores ya señalaron que este gen mutó hace unos tres millones de años y se quedó inactivo, permitiendo que la rama de nuestros antepasados se hiciera re-sistente al parasito de la malaria, tan común en África. Al mismo tiempo, empezaron a producir una variante de ácido siálico, la Neu5Ac. “La mutación podría representar en el lina-je homínido una ventaja, al impedir el paso a algunos patógenos, por así decirlo, cerrándoles la puerta de entrada a las células”, explica el experto en ADN antiguo Carles Lalueza-Fox, del Consejo Superior de Investigaciones Científicasde España.
Este cambio, según Gagneux, sucedió “en el mismo tiempo en el que aquellos homínidos se convertían en depredadores en su ambiente”. “Es complicado estar seguro de lo que suce-dió, porque la evolución es simultánea en muchos genes, pero sí sabemos que los humanos primitivos desarrollaron una inmunorespuesta a Neu5Gc. Sus sistemas inmunes lo reconocían como un intruso que debía ser destruido”, apunta. Recuerda Gagneux que era el momento en el que comenzaban a comer más carne roja, una gran fuente de esta molécula, lo que pudo estimular aún más esta respuesta inmune.
Los investigadores defienden que esta respuesta frente a la molécula probablemente afectó a la reproducción. Dado que los embarazos de los mamíferos tienen un alto coste biológico para las hembras –incluso la vida, en algunos casos extremos–, pudo ocurrir que fuera necesario para ellas asegurarse que el esperma que fertilizaban sus óvulos fuera el mejor posible, por lo cual rechazarían los que llevaran la molécula Neu5Gc, que reducía sus posibilidades de éxito reproductivo.
Experimentos con esperma
Para probar esta hipótesis, expusieron esperma de un chimpancé, en el que la superficie de estas células es diferente del esperma humano en más de un 50%, a los anticuerpos humanos ‘anti-Neu5Gc’. Y los anticuerpos mataron el esperma del mono in vitro.
Un segundo test consistió en acoplar ratones femeninos transgénicos (manipulados para no producir los ‘anti-Neu5Gc’) con machos que sí producían esta molécula. El resultado fue que la fertilidad de las hembras fue muy baja por incompatibilidad entre ambos. “A lo largo del tiempo esa incompatibilidad se iría reduciendo y al final se acabaría eliminando a los machos con Neu5Gc”, concluye Gagneux, para quien no deja de resultar extraño que ese proceso de selección fuera más rápido cuando la fertilidad disminuye poco a poco que cuando es del 100%”.
En palabras de Lalueza-Fox: “El esperma que tuviera ácido siálico en su superficie, y por tanto no tuviera la mutación que lo inactiva, se habría eliminado de la población por este mecanismo reproductivo (y quizás también porque tendrían una desventaja frente a algunos patógenos)”.
Estos resultados, según Gagneux, dan peso al concepto de “especiación por la infección”, es decir, al proceso por el cual una combinación de enfermedades infecciosas que afecta a una población de individuos concreta podría haber predispuesto a ese grupo a divergir de otras poblaciones de la misma especie, debido a que se generó una incompatibilidad reproductiva. En el caso de los primeros Homo, uno de esos factores pudo ser la inmunidad femenina al gen Neu5Gc.
Esta pérdida del Neu5Gc, hace entre dos y tres millones de años, coincidió con la aparición del Homo ergaster/erectus, considerado el ancestro más probable de nuestra especie, por lo cual ese mecanismo inmune pudo estar implicado en la evolución.
Para el científico del CSIC “la idea original es la de que en el linaje humano hay no solo genes que han adoptado funciones evolutivamente nuevas respecto al chimpancé, sino que también hay genes que se han inactivado y que siguen siendo funcionales en el chimpancé”.
Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Investigadores de la Universidad de California han descubierto que los ancestros humanos sufrieron una mutación genética que les hizo resistentes contra enfermedades como la malaria, y esto favoreció la aparición de Homo sapiens sobre la Tierra, la especie que este año alcanzará los 7.000 millones de ejemplares.
Los autores, bajo la batuta de Pascal Gagneux, profesor en la Universidad de Washington, señalan que hay un claro vínculo entre las moléculas de ácido siálico, un azúcar que se encuentra en la superficie de las células de todos los animales, y la selección darwinista.
Estas moléculas, que sirven de blanco para patógenos invasores porque interactúan con otras células y con el ambiente, hace millones de años eran idénticas entre todos los simios, incluidos los antepasados de los seres humanos. Todas eran del tipo conocido como ácido N-glycolylneuraminico o Neu5Gc
El éxito de un gen inactivo
En el año 2005, los autores ya señalaron que este gen mutó hace unos tres millones de años y se quedó inactivo, permitiendo que la rama de nuestros antepasados se hiciera re-sistente al parasito de la malaria, tan común en África. Al mismo tiempo, empezaron a producir una variante de ácido siálico, la Neu5Ac. “La mutación podría representar en el lina-je homínido una ventaja, al impedir el paso a algunos patógenos, por así decirlo, cerrándoles la puerta de entrada a las células”, explica el experto en ADN antiguo Carles Lalueza-Fox, del Consejo Superior de Investigaciones Científicasde España.
Este cambio, según Gagneux, sucedió “en el mismo tiempo en el que aquellos homínidos se convertían en depredadores en su ambiente”. “Es complicado estar seguro de lo que suce-dió, porque la evolución es simultánea en muchos genes, pero sí sabemos que los humanos primitivos desarrollaron una inmunorespuesta a Neu5Gc. Sus sistemas inmunes lo reconocían como un intruso que debía ser destruido”, apunta. Recuerda Gagneux que era el momento en el que comenzaban a comer más carne roja, una gran fuente de esta molécula, lo que pudo estimular aún más esta respuesta inmune.
Los investigadores defienden que esta respuesta frente a la molécula probablemente afectó a la reproducción. Dado que los embarazos de los mamíferos tienen un alto coste biológico para las hembras –incluso la vida, en algunos casos extremos–, pudo ocurrir que fuera necesario para ellas asegurarse que el esperma que fertilizaban sus óvulos fuera el mejor posible, por lo cual rechazarían los que llevaran la molécula Neu5Gc, que reducía sus posibilidades de éxito reproductivo.
Experimentos con esperma
Para probar esta hipótesis, expusieron esperma de un chimpancé, en el que la superficie de estas células es diferente del esperma humano en más de un 50%, a los anticuerpos humanos ‘anti-Neu5Gc’. Y los anticuerpos mataron el esperma del mono in vitro.
Un segundo test consistió en acoplar ratones femeninos transgénicos (manipulados para no producir los ‘anti-Neu5Gc’) con machos que sí producían esta molécula. El resultado fue que la fertilidad de las hembras fue muy baja por incompatibilidad entre ambos. “A lo largo del tiempo esa incompatibilidad se iría reduciendo y al final se acabaría eliminando a los machos con Neu5Gc”, concluye Gagneux, para quien no deja de resultar extraño que ese proceso de selección fuera más rápido cuando la fertilidad disminuye poco a poco que cuando es del 100%”.
En palabras de Lalueza-Fox: “El esperma que tuviera ácido siálico en su superficie, y por tanto no tuviera la mutación que lo inactiva, se habría eliminado de la población por este mecanismo reproductivo (y quizás también porque tendrían una desventaja frente a algunos patógenos)”.
Estos resultados, según Gagneux, dan peso al concepto de “especiación por la infección”, es decir, al proceso por el cual una combinación de enfermedades infecciosas que afecta a una población de individuos concreta podría haber predispuesto a ese grupo a divergir de otras poblaciones de la misma especie, debido a que se generó una incompatibilidad reproductiva. En el caso de los primeros Homo, uno de esos factores pudo ser la inmunidad femenina al gen Neu5Gc.
Esta pérdida del Neu5Gc, hace entre dos y tres millones de años, coincidió con la aparición del Homo ergaster/erectus, considerado el ancestro más probable de nuestra especie, por lo cual ese mecanismo inmune pudo estar implicado en la evolución.
Para el científico del CSIC “la idea original es la de que en el linaje humano hay no solo genes que han adoptado funciones evolutivamente nuevas respecto al chimpancé, sino que también hay genes que se han inactivado y que siguen siendo funcionales en el chimpancé”.
LOS MICROBIOS PUEDEN VIAJAR MILES DE KILÓMETROS ACARREADOS POR LOS VIENTOS
7 de octubre de 2011 –
Fuente: Journal of Biogeography
Un nuevo estudio revela hasta qué distancia pueden viajar los microbios, transportados por el aire, y hasta qué punto ello depende del tamaño de cada microbio. La capacidad de dispersión aérea de los microorganismos es una cuestión importante ante ciertas epidemia
Los investigadores, de la Universidad John Moores de Liverpool, en Gran Bretaña, el Instituto Forestal Federal suizo, y otras instituciones, se valieron de extensos modelos digitales de la atmósfera terrestre para estudiar hasta dónde podrían ser dispersados los microbio
El equipo dirigido por el Dr. Dave Wilkinson de la Universidad John Moores de Liverpool y Symeon Koumoutsaris del Instituto Internacional de Ciencias Espaciales en Berna, Suiza, adaptó modelos que fueron diseñados originalmente para estudiar la dispersión de partículas de polvo. Una vez modificados y puestos en marcha, observaron lo que ocurriría si soltasen microbios virtuales desde el extremo sur de Sudamérica y también desde México. Una vez en el aire, los microbios que poseen un diámetro medio inferior a 20 μm pueden recorrer con facilidad miles de kilómetros, arrastrados por los vientos.
Los microbios con un diámetro medio inferior a los 9 μm llegaron hasta la lejana Australia. Con tales tamaños podemos encontrar en la naturaleza muchas bacterias y también bastantes amebas, así como algunas esporas de hongos.
El equipo de investigación constató que para microbios más pequeños, una vez que pasan a ser transportados por las masas de aire, la dispersión es muy eficiente durante un período de un año.
Entre los resultados más sorprendentes, cabe destacar que mientras que se obtuvo una extensa distribución de los microbios virtuales dentro de cada hemisferio, no hubo dispersión significativa de microbios entre el Hemisferio Norte y el Sur durante el periodo simulado de un año.
Las simulaciones del nuevo estudio dejan claro que sólo los microbios más pequeños viajan con facilidad entre continentes. A los más grandes (con más de 20 μm) les resulta difícil viajar entre continentes en el transcurso de un año.
La mayoría de los microbios arrastrados por el viento suelen ser inofensivos, pero de vez en cuando en el pasado han surgido brotes epidémicos de ciertas enfermedades, como la meningitis en la región del Sahel en África, los cuales han sido asociados a estos microbios aerotransportados. Estos procesos también pueden transportar de una región a otra del planeta enfermedades de tipo agrícola o animal provocadas por microbios.
Fuente: Journal of Biogeography
Un nuevo estudio revela hasta qué distancia pueden viajar los microbios, transportados por el aire, y hasta qué punto ello depende del tamaño de cada microbio. La capacidad de dispersión aérea de los microorganismos es una cuestión importante ante ciertas epidemia
Los investigadores, de la Universidad John Moores de Liverpool, en Gran Bretaña, el Instituto Forestal Federal suizo, y otras instituciones, se valieron de extensos modelos digitales de la atmósfera terrestre para estudiar hasta dónde podrían ser dispersados los microbio
El equipo dirigido por el Dr. Dave Wilkinson de la Universidad John Moores de Liverpool y Symeon Koumoutsaris del Instituto Internacional de Ciencias Espaciales en Berna, Suiza, adaptó modelos que fueron diseñados originalmente para estudiar la dispersión de partículas de polvo. Una vez modificados y puestos en marcha, observaron lo que ocurriría si soltasen microbios virtuales desde el extremo sur de Sudamérica y también desde México. Una vez en el aire, los microbios que poseen un diámetro medio inferior a 20 μm pueden recorrer con facilidad miles de kilómetros, arrastrados por los vientos.
Los microbios con un diámetro medio inferior a los 9 μm llegaron hasta la lejana Australia. Con tales tamaños podemos encontrar en la naturaleza muchas bacterias y también bastantes amebas, así como algunas esporas de hongos.
El equipo de investigación constató que para microbios más pequeños, una vez que pasan a ser transportados por las masas de aire, la dispersión es muy eficiente durante un período de un año.
Entre los resultados más sorprendentes, cabe destacar que mientras que se obtuvo una extensa distribución de los microbios virtuales dentro de cada hemisferio, no hubo dispersión significativa de microbios entre el Hemisferio Norte y el Sur durante el periodo simulado de un año.
Las simulaciones del nuevo estudio dejan claro que sólo los microbios más pequeños viajan con facilidad entre continentes. A los más grandes (con más de 20 μm) les resulta difícil viajar entre continentes en el transcurso de un año.
La mayoría de los microbios arrastrados por el viento suelen ser inofensivos, pero de vez en cuando en el pasado han surgido brotes epidémicos de ciertas enfermedades, como la meningitis en la región del Sahel en África, los cuales han sido asociados a estos microbios aerotransportados. Estos procesos también pueden transportar de una región a otra del planeta enfermedades de tipo agrícola o animal provocadas por microbios.
HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES VENEREAS II
Dr. Julio César Potenziani BigelliIndividuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
En nuestros tiempos se compara el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, con la plaga de peste bubónica que existió en el medioevo y en los siglos XV y XVI en Europa y que disminuyó sustancialmente la población europea, en una de las peores mortandades que han existido en la historia de la humanidad por causas infecciosas, muriendo alrededor de 24 millones de personas (un cuarto de la población europea para aquel entonces), comparable tambien a la mortandad ocasionada por la gripe española a comienzos del siglo XX y con la famosa plaga de Atenas en el año 430 a.C, descrita magistralmente por el historiador griego Tucídides, la cual arrasó con las dos terceras partes de la población ateniense y sin duda fue la causa de la desaparición de la hegemonía cultural ateniense, base fundamental del pensamiento del hombre occidental (1)
En los ‘Tratados Médicos’ escritos durante el reinado del emperador chino Ho-Ang-Ti hace aproximadamente 4500 años se describe la gonorrea. No es de extrañar entonces que en el siglo III a.C, ya en China existieran criterios de higiene sexual. De la misma manera en el Egipto milenario, en el papiro Brugsch que datan del 1350 a.C se describen tambien los síntomas y tratamiento de la gonorrea En el papiro de Eberth se describen los síntomas de una uretritis aguda y su tratamiento por medio de la instilación intrauretral de aceite de sándalo (1)
En la Biblia (Levitico cap. 15) se describe la gonorrea, y se la relaciona con la práctica sexual. Cito: ‘Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre que padece flujo seminal es impuro a causa del flujo. En ésto consistirá la impureza causada por su flujo: sea que su cuerpo deje destilar el flujo, o lo retenga, es impuro. Todo lecho en que duerma el que padece flujo será impuro’. Entre los casos de impureza aqui tratados no se encuentra solamente la enfermedad contagiosa de la gonorrea, sino el simple derrame seminal del hombre y las reglas de la mujer. Moisés señala su alta contagiosidad, su manera de prevenirla, evitando el contacto sexual en los momentos iniciales de los síntomas y las conductas que deben adoptarse desde el punto de vista higiénico en ambos integrantes de la pareja (4),(5)
El Código de Hammurabí (2250-2200 a.C) compendio de leyes babilónicas basadas en ordenamientos legislativos sumerios, contenía regulaciones que abarcaban el campo de la Medicina. Es de destacar que la sífilis como enfermedad, estaba presente en dicho código babilónico “una enfermedad con caracteristicas parecidas a la sífilis, denominada Benú, era considerada causa de invalidez contractual, en el caso de la venta de un esclavo enfermo”
Hipócrates, Padre de la Medicina, fué el primero en describir la enfermedad de transmisión sexual, con todas sus caracteristicas, a pesar de que la enfermedad se sugería en la Biblia (Levítico 15) y en papiros egipcios. Hipócrates en el año 460 a.C describe además lesiones genitales duras y suaves secundarias al contacto sexual y la llamó estranguria(6)(51)
Posteriormente Galeno confirma lo descrito por Hipócrates y le dá el nombre gonorrea a la enfermedad en el año 200 d.C.
Los romanos las denominaban "morbus incidens" y cuando realizaban sus invasiones ya usaban unos preservativos hechos de tripa de carnero que un pastor anónimo los llamo "camisa de Venus".
Tanto griegos como romanos describieron las verrugas genitales (verrugas virales o virus papiloma humano), transmitidas por relaciones sexuales. Hasta bien entrado el siglo XX se creía erroneamente que la infección de las verrugas o condilomas genitales, formaba parte de las infecciones sifilíticas y gonorréicas.
En la época del antiguo Egipto se hicieron pinturas que describían el tratamiento de las verrugas genitales, con el uso de cauterio y en la Grecia clásica adopta su nombre “Kondyloma” que significa verruga, como tambien es conocida en la actualidad.
En la Roma del siglo I d.C Aulus Cornelius Celsus (25 a.C-50 d.C) considerado como el “Cicerón de la medicina”, o el “Hipócrates latino”, hace una diferenciación de las verrugas genitales, denominandolas ficus a las verrugas genitales, myrmecia a las verrugas de la planta del pié y thimión a la verruga vulgar. En Roma ya se sospechaba su posible transmisión sexual, ya que a menudo las personas las tenían en el ano. Celsus tambien describió ulceras genitales duras y suaves (1)
Plinio ‘el viejo’ (23-79 d.C) describió, en uno de sus escritos, una lesión llamada ‘mentagra’ que seguía al cunnilingus.
En los tratados de médicos árabes se indica que esta afección se contrae por ‘coitus cum immundis’, es decir, por contacto sexual con un “inmundo”. En la Edad Media se la conoció por una infinidad de nombres pintorescos: mictus saniei, ulceratio interna, seminis lapsus, fluxus, profluvium pudenda, fluxura geniturae, rheumatisatio virgae, calefactio in virga, incendium, arsura virgae, urethralgia, ardor urinae, leucorrhoea, medorrhoea, phalorrhoea y, por último y en un ingenioso juego de palabras, asociándola a la perdición imperante en Gomorra, como gomorrhoea (51)
Rhazés mencionaba la ´sifilis como ‘apostameta et ulcera que virgae accidant’
Trotula de Ruggiero considerada la primera ginecólogo de la historia médica occidental, ejerció la medicina durante parte del siglo XI, era miembro de la Escuela médica de Salerno en la región de la Campania italiana, considerada la primera ‘Escuela de Medicina’ de la historia médica occidental, describió la gonorrea como “inflammations virgae virilis”. Autora de uno de los primeros tratados de enfermedades de la piel, hace una descripción de las manifestaciones externas de la sífilis. En la época medieval se creia que la gonorrea formaba parte de la clínica general de la sífilis (1)
Guillermo de Saliceto (1210-1277 d.C) perteneciente a la Escuela de Medicina de Bologna-Italia, en su obra ”Ciroxia” denominada “Guillelmia” en su honor, se convertiría en uno de los textos quirurgicos preferidos del renacimiento. Allí Saliceto sugería lavarse los genitales después del coito como método profiláctico para evitar las infecciones venéreas, recomendación que repetiría otro médico famoso del siglo XV, Pedro D´Argelata (1)
Rogerio en la época medieval denominaba la condición gonorreica como ‘Rheumatizatione virgae’
En el siglo XIII Lanfranco de Milán (1250-1315) de la Escuela de Medicina de Bologna-Italia, en su libro titulado “Chirurgia magna” aconsejaba lavado de los órganos genitales con agua y vinagre a partes iguales después de un coito ‘sospechoso’ (posiblemente infectante) y de no tener estos ingredientes, Lanfranco recomendaba ‘lavar el miembro con la propia orina’(1)
martes, 20 de septiembre de 2011
HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES VENEREAS I
Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
INTRODUCCION
La cronología histórica de las enfermedades venéreas representan un reto de investigación por lo disperso de las fuentes de información, asi como por las diferentes concepciones que en las diversas culturas del hombre han tenido éstas enfermedades. Desde considerarse un castigo divino, hasta representar una penitencia en vida por las acciones innobles e inmorales que el paciente tenía en el curso de su vida, se utilizó muchas veces para estigmatizar una determinada raza y religión, como fué el caso de los judios, en todo el curso de su sufrida historia. Es por ésto que creemos, representa un tema apasionante no sólo para los amantes de la historia de la medicina sino tambien para todo tipo de lectores ya que es un viaje por el tiempo relacionado a un tema que sin duda, desde siempre ha estado ligado a uno de los instintos atávicos del hombre como es la sexualidad.
A pesar de que son muchas las enfermedades venéreas descritas en la actualidad, han sido solamente tres las que en el curso de la historia han captado la atención debido a las connotaciones individuales y sociales de ellas, asi como también por las cifras de incidencia que han llegado no sólo a nivel de epidemia sino inclusive de pandemia en varios periodos de la historia. Ese ha sido el caso con la gonorrea, la sífilis y el sindrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Las enfermedades ven{ereas han afectado todos los estratos socio económicos por igual y han sido protagonistas de episodios vergonzosos en la trayectoria de hombres eminentes y distinguidos de la sociedad, lo cual ha repercutido inclusive en la historia del arte, específicamente en la pintura del siglo XV y XVI, donde se llegó a estigmatizar a personajes líderes de la vida religiosa y social y con ello determinar, muchas veces, la inclinación de la opinión pública contra dichas personas y con ello influenciar cambios sociales y religiosos que serían de gran importancia para la evolución de la humanidad, como fue el caso del papado y la sífilis en el momento del advenimiento del protestantismo como alternativa ideológica a la religión cristiana.
La palabra sífilis proviene del nombre ‘Syphilo’, pastor y protagonista del poema del médico y polifacético italiano de la ciudad de Verona-Italia, Gerónimo o Girolasmo Fracastoro (1478-1553), quien en el poema relata como Syphilo fue castigado por haber erigido altares prohibidos en la montaña. Dicho castigo por llevar una ‘vida inmoral y llena de vicios’ representa una nueva, terrible y desconocida enfermedad, la sífilis, descrita de manera magistral y didáctica por Fracastoro. De hecho fue la primera vez que se esbozaba la primera teoría racional de la naturaleza de las infecciones (1)(2)
Lues, sinónimo de sífilis, significa epidemia en latín. Se le denominaba también como lues venèreo por los franceses, ‘epidemia del placer’, ‘mal francés’, ‘mal italiano’ o ‘mal napolitano’, ‘mal español’, ‘mal de Búas’ o Bubas, ‘sarampión de las Indias’, y ‘pudendagra’ por los latinos, entre muchos de los sinónimos utilizados en los siglos XV y XVI. La palabra gonorrea proviene de flujo seminal ‘gono rhein’ y blenorragia significa literalmente ‘flujo mucoso’
El término venérea, procede de Venus, diosa romana de la belleza, del amor y de la fecundidad, versión latina de la diosa griega del amor, llamada Afrodita. Conjuga lo amoroso y lo femenino. Son enfermedades que necesitan del contacto intimo-sexual para su contagio y propagación (3)
Las enfermedades venéreas han repercutido desde el inicio de la historia del hombre de manera significativa en la vida individual y colectiva de la sociedad. Tal es el caso de la sífilis y de la gonorrea, que en el transcurrir de la historia han sido la causa de verdaderas epidemias, que han afectado a grandes masas de la población europea, medio-oriental y americana, con consecuencias devastadoras.
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HISTORIA DE LA MICROBIOLOGÍA
HISTORIA DE UN DRAMA PLANETARIO
Misteriosamente, hace alrededor de cuatro mil millones de años, Marte perdió su manta. MAVEN podría ayudar a escribir el capítulo final en la inquietante historia de este drama planetario.
Había una vez, hace aproximadamente cuatro mil millones de años, un planeta cálido y húmedo como la Tierra: Marte. Sobre la superficie de este planeta corría agua líquida en forma de ríos largos que se vaciaban en mares poco profundos. Una atmósfera gruesa cubría al planeta y lo mantenía cálido. Incluso podrían haber vivido microbios, piensan algunos científicos, lo cual haría que Marte se convirtiera en el segundo planeta poblado de vida, ubicado justo al lado nuestro.
Pero no fue así como fueron las cosas.
En la actualidad, Marte es un planeta completamente seco y de un frío glacial. Sus ríos y mares desaparecieron hace mucho tiempo. Su atmósfera es fina y delgada y, si los microbios marcianos todavía existen, muy probablemente están sobreviviendo a duras penas en alguna parte, debajo del polvoriento suelo de Marte.
¿Qué fue lo que sucedió en Marte? Por qué se habrá secado y congelado el planeta? Estas inquietantes preguntas han intrigado a los científicos durante mucho tiempo. Y dentro de algunos años más podríamos finalmente conocer las respuestas gracias a un nuevo orbitador que la NASA enviará al planeta Marte, llamado MAVEN (abreviatura en idioma inglés de Mars Atmosphere and Volatile Evolution ó Atmósfera de Marte y Evolución Volátil, en idioma español).
"La meta de MAVEN es determinar cuáles son los procesos que han sido responsables de esos cambios en el clima de Marte", dice Bruce Jakosky, investigador principal para la misión MAVEN, en la Universidad de Colorado, en Boulder.
Los científicos están convencidos de que, de una forma u otra, Marte puede haber perdido su recurso más preciado: su gruesa atmósfera de bióxido de carbono, el CO2, el cual en la atmósfera de Marte actúa como un gas de efecto invernadero, igual que en nuestra propia atmósfera. La gruesa manta de CO2 y de otros gases de efecto invernadero podría haber proporcionado temperaturas más cálidas y una mayor presión atmosférica, condiciones que son necesarias para que el agua líquida no se congele o se evapore.
Misteriosamente, durante los últimos cuatro mil millones de años, Marte perdió la mayor parte de esa manta. Los científicos han propuesto varias teorías para explicar cómo ocurrió tal pérdida. Tal vez el impacto de un asteroide, en un sólo evento catastrófico, ocasionó que la atmósfera saliera disparada hacia el espacio. O quizás la erosión producida por el viento solar (una corriente de partículas cargadas que emana del Sol) despojó lentamente a Marte de su atmósfera durante los eones. La superficie del planeta también pudo haber absorbido el CO2, encerrándolo en minerales tales como el carbonato.
En última instancia, nadie sabe en realidad hacia dónde fue el CO2 que falta.
MAVEN será la primera misión a Marte diseñada específicamente para ayudar a los científicos a entender el continuo escape de CO2 y de otros gases hacia el espacio. La sonda permanecerá orbitando a Marte durante, al menos, un año terrestre. En el punto más bajo de la órbita elíptica, MAVEN estará a 125 km sobre la superficie; el punto más alto de su trayectoria la ubicará a más de 6.000 km de distancia. Este amplio rango de altitudes permitirá que MAVEN recoja muestras de la atmósfera de Marte mucho más detalladamente de lo que se ha logrado en el pasado.
Mientras permanezca en órbita, los instrumentos de MAVEN seguirán el rastro de iones y de moléculas en esta sección de la atmósfera marciana, documentando, por primera vez y en detalle, el flujo de CO2 y de otras moléculas hacia el espacio.
Tan pronto Jakosky y sus colegas logren determinar la rapidez con la cual el planeta Marte pierde CO2, podrán extrapolar los datos al pasado con el fin de estimar así la cantidad total que ha estado escapando hacia el espacio durante los últimos cuatro mil millones de años. "MAVEN determinará si esta pérdida hacia el espacio fue el factor más importante aquí", dice Jakosky.
Sin embargo, tan importante como es la pregunta: "¿cuánto?" es el interrogante: "¿cómo?"
La sabiduría popular cuenta que la atmósfera de Marte es particularmente vulnerable dado que el planeta no tiene un campo magnético global. El campo magnético de la Tierra se extiende hasta el espacio y envuelve al planeta entero como si fuera una burbuja protectora que desvía el viento solar. Marte posee sólo un campo magnético de carácter regional y fragmentado, que cubre áreas relativamente pequeñas del planeta, ubicadas en especial en el hemisferio sur. El resto de la atmósfera queda completamente expuesta al viento. De modo que la pérdida puede ser causada por la erosión paulatina de la atmósfera en aquellas áreas que yacen expuestas.
David Brain, de la Universidad de California, en Berkeley, ha propuesto una posibilidad aparentemente contradictoria. Estos pequeños campos magnéticos pueden, en verdad, estar acelerando la pérdida de la superficie de Marte, sugiere Brain.
El viento solar podría estar azotando esas líneas magnéticas, rompiendo ocasionalmente "una burbuja" de líneas de campo que luego se desvía hacia el espacio (llevando consigo un gran trozo de atmósfera). Si así fuera, tener un campo magnético parcial podría ser peor que no tener ninguno. Esta posibilidad fue descripta en una historia publicada por Ciencia@NASA en 2008: "El viento solar desgarra la atmósfera de Marte".
Ciertas pruebas, obtenidas utilizando el Mars Global Surveyor (Topógrafo Global de Marte, en idioma español), de la NASA, respaldan la teoría de Brain, pero aún hacen falta medidas contundentes para las cuales tendremos que esperar a MAVEN, cuyo lanzamiento está programado para el año 2013.
La misión será un gran paso para entender lo que ocurrió en Marte (cómo terminó siendo tan frío y seco luego de un tan cálido y húmedo comienzo). Después de todos estos años, MAVEN podría escribir el capítulo final en la inquietante historia de este drama planetario.
Créditos y Contactos
Autor: Patrick Barry
Funcionario Responsable de NASA: John M. Horack
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Curador: Bryan Walls
Relaciones con los Medios: Steve Roy
Traducción al Español: Iris Mónica Vargas
Editor en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Iris Mónica Vargas
jueves, 11 de agosto de 2011
New Superbug Strain of Salmonella Is Spreading
LONDON (Reuters) Aug 03 - Scientists have identified an emerging "superbug" strain of Salmonella that is highly resistant to ciprofloxacin, and they fear it may spread around the world.
The strain, S. enterica serotype Kentucky, has spread internationally with 489 cases found in France, Denmark, England and Wales in the period between 2002 (three cases) and 2008 (174 cases), according a report online today in the Journal of Infectious Diseases.
French researchers who led the study also looked at data from North America and said reports of infection in Canada and contamination of imported foods in the United States suggest the strain has also reached there.
The study, by Dr. Francois-Xavier Weill and Dr. Simon Le Hello from the Institut Pasteur and colleagues, was published as U.S. health officials reported a multi-state outbreak of another antibiotic-resistant S. Heidelberg, which has so far made 77 people sick and killed one (see Reuters Health report of August 2, 2011).
The French team said the earliest infections seemed to have been picked up mainly in Egypt between 2002 and 2005, but since 2006 the infections have also been acquired in various parts of Africa and the Middle East.
"The absence of reported international travel in approximately 10% of the patients suggests that infections may have also occurred in Europe through consumption of contaminated imported foods or through secondary contaminations," they wrote.
Multi drug-resistant S. enterica serotype Kentucky was also isolated from chickens and turkeys from Ethiopia, Morocco, and Nigeria, suggesting "poultry is an important agent for infection" the researchers said, adding the common use of fluoroquinolone antibiotics in chicken and turkey production in Nigeria and Morocco "may have contributed to this rapid spread."
They said the study highlights the importance of public health surveillance in a global food system.
"We hope that this publication might stir awareness among national and international health, food and agricultural authorities so that they take the necessary measures to control and stop the dissemination of this strain before it spreads globally," the researchers said.
J Infect Dis 2011.
Acudir al hospital, más peligroso que viajar en avión
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que actualmente es más arriesgado y peligroso acudir a un hospital que volar en avión, sobre todo teniendo en cuenta que cada año mueren millones de personas por errores médicos o infecciones nosocomiales.
En concreto, y según ha asegurado Liam Donaldso, el nuevo representante de los pacientes de este organismo de Naciones Unidas, "si un ciudadano es ingresado en un hospital de cualquier país del mundo, tiene un 10% de probabilidades de sufrir algún error en su cuidado, que en uno de cada 300 casos puede llevarle a la muerte".
Sin embargo, añade este experto, el riesgo de morir en un accidente aéreo es muchísimo menor, ya que hay una probabilidad entre 10 millones, lo que "demuestra que la atención sanitaria en general en todo el mundo tiene todavía un largo camino por recorrer", dijo.
Actualmente, hay cientos de millones de personas que cada año sufren infecciones relacionadas con su atención sanitaria, lo que se conoce como infecciones nosocomiales, por lo que la OMS pide a los pacientes que hagan preguntas y se impliquen más en las decisiones que se toman durante su estancia hospitalaria para controlar que, por ejemplo, se tomen las medidas de higiene adecuadas, ya que, según aseguran, más de la mitad de estas infecciones se podrían prevenir si los profesionales sanitarios se lavasen las manos antes de tratar a los pacientes.
Asimismo, ha explicado Donaldson, "cuanto más tiempo pasan los pacientes en la UCI, mayor es su riesgo de contraer una infección", ya que hay determinados dispositivos, como los catéteres o los ventiladores, que se asocian a una tasa de infección más elevada.
La OMS ha destacado además que la tasa de fallecimientos por infecciones nosocomiales es mayor en Estados Unidos que en Europa. Así, mientras que en este país se producen 1,7 millones de infecciones y 100.000 muertes, en Europa hay 4,5 millones de infecciones que, en cambio, causan 37.000 fallecimientos.
"La infección es un gran problema, las lesiones después de las caídas en los hospitales son un gran problema, y hay problemas que están en una escala más pequeña pero que resultan en muertes prevenibles, como los errores en la medicación, que son comunes", ha sentenciado.
miércoles, 13 de julio de 2011
From Medscape Medical News
Nancy A. Melville
June 20, 2011 (Milan, Italy) — Overall hospitalization rates for Staphylococcus aureus increased only moderately in the United States between 2004 and 2008; however, the rate of hospitalizations related to the USA300 strain of isolates expanded dramatically, more than tripling during the same period, according to a study presented here at the 21st European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ECCMID).
In combining data from the Surveillance Network (Eurofins Medinet) and the Nationwide Inpatient Sample (Healthcare Cost and Utilization Project), researchers identified 3 major groups of clonal complexes to corresponded with 89% of all isolates during the 4-year study period. Two of these groups are methicillin-resistant, and 1 is methcillin-sensitive.
The USA300 strain represented just 7.3% of all S. aureus hospitalizations in 2004, with a hospitalization rate of 1.03 ± 0.08 per 1000 discharges. However, the rate had increased as much as 3.5 times by 2008 to represent 23.9% of all S. aureus hospitalizations, with a rate of 3.62 ± 0.24 per 1000 discharges (P < .001).
Increases in the USA300 strain have been previously documented outside the hospital and among skin and soft tissue infections, but the study documents the rise among invasive disease at the hospital level, said lead author Robertino Mera MD, PhD, director of the Research Statistics Unit with GlaxoSmithKline in Collegeville, Pennsylvania.
"The strength of our study is to show [increases in] incidence rates at the national level and among invasive diseases such as pneumonia and bacteremia," Dr. Mera said.
The increase has been greater among children than adults, he noted. "The rate of USA300 increased 2.8 times among children compared with 1.95 times among adults during the study period."
The study showed that overall, S. aureus hospitalization rates per 1000 discharges significantly increased, from 14.1 ± 0.25 in 2004 to 15.1 ± 0.24 in 2008 (P < .05).
Rates of clonal complex 5 PVL-MRSA, the most common hospital genotype in 2004 (41.3% of all S aureus hospitalizations, with a hospitalization rate of 5.83 ± 0.14), declined significantly by 2008, dropping down to become the second most common group (28.3% of all S. aureus hospitalizations, with a rate of 4.28 ± 0.11 per 1000 discharges; P < .01).
No significant change was seen in the polyclonal methcillin-sensitive clonal complex over time, which accounted for 39.7% of all hospitalizations in 2004 (rate, 5.59 ± 0.19) and 38.5% of all S. aureus hospitalizations in 2008 (rate, 5.83 ± 0.19 per 1000 discharges).
"Although the overall S. aureus hospitalization rate increased moderately during the period of observation, the share of USA300 isolates dramatically increased from 1 out of 13 S. aureus hospitalizations in 2004 to one out of four in 2008," the authors concluded.
USA300 has likely been able to spread because of its resistance to antibiotics and its robust ability for transmission, Dr. Mera said.
"The key factor that explains the expansion of the clonal group USA300 is its capacity to transmit and invade, coupled with innate resistance to most penicillins and macrolide [azithromycin, clarithromycin] antibiotics," he said.
Loren G. Miller, MD, MPH, associate professor of medicine and director of the Infection Care Program at Harbor-UCLA Medical Center in Torrance, California, agreed that the USA300 strain appears to have a stronger endurance than other methicillin-resistant S. aureus (MRSA) strains.
"The USA300 strain is known to live on inanimate objects longer than other MRSA strains and be a relatively fit S. aureus strain compared with other MRSA strains in in vitro and in vivo studies, in terms of growth rates and ability to cause disease. These features may give USA300 advantages to spread to other persons and cause disease more easily than other MRSA strains," Dr. Miller said.
"This study presents further support that the USA300 strain is very successful at causing disease and may be more pathogenic and transmissible than other MRSA strains," he added.
Dr. Mera indicated that more recent data from the Centers for Disease Control and Prevention will likely show a plateau in the USA300 strain, and Dr. Miller said that has also been his observation.
"Data I have seen and my clinical experience all suggest that the rapid increase in incidence of USA300 MRSA seen in the early-mid 2000s has leveled off, and infection rates haven't significantly changed over the past few years."
Nevertheless, the strain may remain a powerful force in boosting S aureus infection rates indefinitely, Dr. Miller noted.
"The success of USA300 causing disease may mean that S. aureus infection rates may be above historical averages for many years to come," he said. "This rise could have a significant impact on patient morbidity and healthcare expenditures."
GlaxoSmithKline is currently working to develop an S. aureus vaccine, which, if successful, could play an important role in preventing widespread infection, Dr. Miller said.
"An S. aureus vaccine, if successful, could be a huge step in disease prevention and would have the potential to prevent many ambulatory infections that cause or complicate hospitalizations, and prevent deaths from serious S aureus infections," he noted.
"Even a vaccine that works against USA300...would have enormous public health implications, given [that] S. aureus infections are so common."
The study received support from GlaxoSmithKline, which is developing an S. aureus vaccine. Dr. Mera is an employee of GlaxoSmithKline. Dr. Miller's financial disclosures include that he served as an advisor or consultant for: Forest Laboratories, Inc, and received grants for clinical research from Pfizer Inc and Cubist Pharmaceuticals Inc.
21st European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ECCMID). Presented May 9, 2011.
Nancy A. Melville
June 20, 2011 (Milan, Italy) — Overall hospitalization rates for Staphylococcus aureus increased only moderately in the United States between 2004 and 2008; however, the rate of hospitalizations related to the USA300 strain of isolates expanded dramatically, more than tripling during the same period, according to a study presented here at the 21st European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ECCMID).
In combining data from the Surveillance Network (Eurofins Medinet) and the Nationwide Inpatient Sample (Healthcare Cost and Utilization Project), researchers identified 3 major groups of clonal complexes to corresponded with 89% of all isolates during the 4-year study period. Two of these groups are methicillin-resistant, and 1 is methcillin-sensitive.
The USA300 strain represented just 7.3% of all S. aureus hospitalizations in 2004, with a hospitalization rate of 1.03 ± 0.08 per 1000 discharges. However, the rate had increased as much as 3.5 times by 2008 to represent 23.9% of all S. aureus hospitalizations, with a rate of 3.62 ± 0.24 per 1000 discharges (P < .001).
Increases in the USA300 strain have been previously documented outside the hospital and among skin and soft tissue infections, but the study documents the rise among invasive disease at the hospital level, said lead author Robertino Mera MD, PhD, director of the Research Statistics Unit with GlaxoSmithKline in Collegeville, Pennsylvania.
"The strength of our study is to show [increases in] incidence rates at the national level and among invasive diseases such as pneumonia and bacteremia," Dr. Mera said.
The increase has been greater among children than adults, he noted. "The rate of USA300 increased 2.8 times among children compared with 1.95 times among adults during the study period."
The study showed that overall, S. aureus hospitalization rates per 1000 discharges significantly increased, from 14.1 ± 0.25 in 2004 to 15.1 ± 0.24 in 2008 (P < .05).
Rates of clonal complex 5 PVL-MRSA, the most common hospital genotype in 2004 (41.3% of all S aureus hospitalizations, with a hospitalization rate of 5.83 ± 0.14), declined significantly by 2008, dropping down to become the second most common group (28.3% of all S. aureus hospitalizations, with a rate of 4.28 ± 0.11 per 1000 discharges; P < .01).
No significant change was seen in the polyclonal methcillin-sensitive clonal complex over time, which accounted for 39.7% of all hospitalizations in 2004 (rate, 5.59 ± 0.19) and 38.5% of all S. aureus hospitalizations in 2008 (rate, 5.83 ± 0.19 per 1000 discharges).
"Although the overall S. aureus hospitalization rate increased moderately during the period of observation, the share of USA300 isolates dramatically increased from 1 out of 13 S. aureus hospitalizations in 2004 to one out of four in 2008," the authors concluded.
USA300 has likely been able to spread because of its resistance to antibiotics and its robust ability for transmission, Dr. Mera said.
"The key factor that explains the expansion of the clonal group USA300 is its capacity to transmit and invade, coupled with innate resistance to most penicillins and macrolide [azithromycin, clarithromycin] antibiotics," he said.
Loren G. Miller, MD, MPH, associate professor of medicine and director of the Infection Care Program at Harbor-UCLA Medical Center in Torrance, California, agreed that the USA300 strain appears to have a stronger endurance than other methicillin-resistant S. aureus (MRSA) strains.
"The USA300 strain is known to live on inanimate objects longer than other MRSA strains and be a relatively fit S. aureus strain compared with other MRSA strains in in vitro and in vivo studies, in terms of growth rates and ability to cause disease. These features may give USA300 advantages to spread to other persons and cause disease more easily than other MRSA strains," Dr. Miller said.
"This study presents further support that the USA300 strain is very successful at causing disease and may be more pathogenic and transmissible than other MRSA strains," he added.
Dr. Mera indicated that more recent data from the Centers for Disease Control and Prevention will likely show a plateau in the USA300 strain, and Dr. Miller said that has also been his observation.
"Data I have seen and my clinical experience all suggest that the rapid increase in incidence of USA300 MRSA seen in the early-mid 2000s has leveled off, and infection rates haven't significantly changed over the past few years."
Nevertheless, the strain may remain a powerful force in boosting S aureus infection rates indefinitely, Dr. Miller noted.
"The success of USA300 causing disease may mean that S. aureus infection rates may be above historical averages for many years to come," he said. "This rise could have a significant impact on patient morbidity and healthcare expenditures."
GlaxoSmithKline is currently working to develop an S. aureus vaccine, which, if successful, could play an important role in preventing widespread infection, Dr. Miller said.
"An S. aureus vaccine, if successful, could be a huge step in disease prevention and would have the potential to prevent many ambulatory infections that cause or complicate hospitalizations, and prevent deaths from serious S aureus infections," he noted.
"Even a vaccine that works against USA300...would have enormous public health implications, given [that] S. aureus infections are so common."
The study received support from GlaxoSmithKline, which is developing an S. aureus vaccine. Dr. Mera is an employee of GlaxoSmithKline. Dr. Miller's financial disclosures include that he served as an advisor or consultant for: Forest Laboratories, Inc, and received grants for clinical research from Pfizer Inc and Cubist Pharmaceuticals Inc.
21st European Congress of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ECCMID). Presented May 9, 2011.
Most Antibiotics Safe to Use During Pregnancy
News Author: Emma Hitt, PhD
May 31, 2011 — During the second and third trimester of pregnancy, sulfonamides and nitrofurantoins may be used as first-line agents for urinary tract and other infections, but in the first trimester, these agents may be used when no alternatives are available, according to a Committee Opinion from the American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).
The opinion is published in the June issue of Obstetrics & Gynecology. According to the study authors, a 2009 case-control study of data from the National Birth Defects Prevention Study found that nitrofurans and sulfonamides were significantly associated with multiple birth defects, whereas penicillins, erythromycin, cephalosporins, and the quinolones were not.
However, the authors acknowledge several limitations of the 2009 study. In addition, they note that "other studies have not found such risks among other populations or when using different epidemiologic methods."
According to the authors, antibiotics "should be prescribed for pregnant women only for appropriate indications and for the shortest effective duration."
They add that many urine cultures show bacterial contaminants that do not represent true infection. However, when selecting an antibiotic for a true infection during the first trimester, "health care providers should consider and discuss with patients the benefits as well as the potential unknown risks of teratogenesis and maternal adverse reactions."
They suggest that prescribing sulfonamides or nitrofurantoins in the first trimester is still considered appropriate when no other suitable alternative antibiotics are available.
"During the second and third trimesters, sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used as first-line agents for the treatment and prevention of urinary tract infections and other infections caused by susceptible organisms," they write.
They also caution that "pregnant women should not be denied appropriate treatment for infections because untreated infections can commonly lead to serious maternal and fetal complications."
Obstet Gynecol. 2011;117:1484-1485.
Related Link
The National Women’s Health Information Center, a service of the US Department of Health and Human Service’s Office on Women’s Health, provides a comprehensive Web site, useful for patient education, on the subject of Pregnancy and Medicines.
Clinical Context
Antibiotics are often prescribed in pregnancy, resulting in considerable pharmacoepidemiologic evidence regarding the association of prenatal antibiotic exposure and birth defects. Teratogenesis caused by drugs or other agents is most likely to occur during the first trimester, when organs and nervous systems are forming. A National Birth Defects Prevention Study report published in 2009 suggested that nitrofurans and sulfonamides, which are 2 antibiotic classes often prescribed for urinary tract infections, may increase the risk for birth defects when taken during the first trimester.
Therefore, ACOG reviewed available evidence on maternal use of nitrofurans, sulfonamides, and other specific antibiotics during pregnancy and subsequent development of birth defects in the offspring. ACOG noted several methodologic limitations in research linking nitrofuran and sulfonamide use to birth defects, and it also found data supporting the safety of various other antibiotics used appropriately in pregnant women. The goals of this ACOG Committee Opinion were to summarize the current evidence linking prenatal antibiotic exposure with birth defects and to issue evidence-based recommendations for use of antibiotics during pregnancy.
Study Highlights
•This ACOG Committee Opinion summarized current evidence linking prenatal antibiotic exposure with birth defects and offered evidence-based guidelines for antibiotic use during pregnancy.
•A population-based case-control study, published in 2009, of the association between antibiotics and birth defects used data from the National Birth Defects Prevention Study.
•This study showed that nitrofuran derivatives and sulfonamides were significantly associated with multiple categories of birth defects.
•Limitations of this study include recall bias, lack of confirmation of antibiotic prescription by the medical record, inability of roughly one third of patients to recall the specific product name, and observational design with confounding.
•Some other studies of the association between prenatal exposure to these antibiotics and birth defects showed potential fetal risks, whereas still other studies did not show these risks in other populations or when using different epidemiologic methods.
•In the 2009 study, penicillins, erythromycin, cephalosporins, and quinolones were not associated with an increased risk for birth defects.
•Many other studies corroborate these findings, with no increased risk for birth defects associated with prenatal exposure to penicillin, ampicillin, amoxicillin/clavulanate, pivampicillin, cephalosporins, gentamicin, oxacillin, erythromycin, metronidazole, and quinolones.
•For pregnant women, as for all patients, antibiotics should be prescribed only for appropriate indications and for the shortest effective duration.
•Bacterial contaminants of urine cultures are common in pregnancy and do not reflect the actual infection.
•Organisms in urine cultures that may be presumed to be contaminants and therefore not treated are mixed gram-positive bacteria, lactobacilli, and Staphylococcus species other than S saprophyticus.
•For true infections occurring in the first trimester of pregnancy, clinicians should consider the benefits and potential unknown risks for teratogenesis and maternal adverse reactions, and they should discuss these with patients.
•In the first trimester, prescribing sulfonamides or nitrofurantoins is still considered appropriate when there are no other suitable alternative antibiotics.
•Sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used during the second and third trimesters as first-line agents to treat and prevent urinary tract and other infections caused by susceptible organisms.
•Untreated infections may cause serious maternal and fetal complications, and pregnant women therefore should not be denied appropriate treatment.
Clinical Implications
•The evidence linking prenatal exposure to nitrofurans and sulfonamides with birth defects is mixed. Penicillins, erythromycin, cephalosporins, and other commonly used antibiotics have not been found to be associated with an increased risk for birth defects.
•During the second and third trimesters, sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used as first-line agents to treat and prevent urinary tract and other infections caused by susceptible organisms. Even in the first trimester, prescribing sulfonamides or nitrofurantoins is still considered appropriate when no other suitable alternative antibiotics are available.
May 31, 2011 — During the second and third trimester of pregnancy, sulfonamides and nitrofurantoins may be used as first-line agents for urinary tract and other infections, but in the first trimester, these agents may be used when no alternatives are available, according to a Committee Opinion from the American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG).
The opinion is published in the June issue of Obstetrics & Gynecology. According to the study authors, a 2009 case-control study of data from the National Birth Defects Prevention Study found that nitrofurans and sulfonamides were significantly associated with multiple birth defects, whereas penicillins, erythromycin, cephalosporins, and the quinolones were not.
However, the authors acknowledge several limitations of the 2009 study. In addition, they note that "other studies have not found such risks among other populations or when using different epidemiologic methods."
According to the authors, antibiotics "should be prescribed for pregnant women only for appropriate indications and for the shortest effective duration."
They add that many urine cultures show bacterial contaminants that do not represent true infection. However, when selecting an antibiotic for a true infection during the first trimester, "health care providers should consider and discuss with patients the benefits as well as the potential unknown risks of teratogenesis and maternal adverse reactions."
They suggest that prescribing sulfonamides or nitrofurantoins in the first trimester is still considered appropriate when no other suitable alternative antibiotics are available.
"During the second and third trimesters, sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used as first-line agents for the treatment and prevention of urinary tract infections and other infections caused by susceptible organisms," they write.
They also caution that "pregnant women should not be denied appropriate treatment for infections because untreated infections can commonly lead to serious maternal and fetal complications."
Obstet Gynecol. 2011;117:1484-1485.
Related Link
The National Women’s Health Information Center, a service of the US Department of Health and Human Service’s Office on Women’s Health, provides a comprehensive Web site, useful for patient education, on the subject of Pregnancy and Medicines.
Clinical Context
Antibiotics are often prescribed in pregnancy, resulting in considerable pharmacoepidemiologic evidence regarding the association of prenatal antibiotic exposure and birth defects. Teratogenesis caused by drugs or other agents is most likely to occur during the first trimester, when organs and nervous systems are forming. A National Birth Defects Prevention Study report published in 2009 suggested that nitrofurans and sulfonamides, which are 2 antibiotic classes often prescribed for urinary tract infections, may increase the risk for birth defects when taken during the first trimester.
Therefore, ACOG reviewed available evidence on maternal use of nitrofurans, sulfonamides, and other specific antibiotics during pregnancy and subsequent development of birth defects in the offspring. ACOG noted several methodologic limitations in research linking nitrofuran and sulfonamide use to birth defects, and it also found data supporting the safety of various other antibiotics used appropriately in pregnant women. The goals of this ACOG Committee Opinion were to summarize the current evidence linking prenatal antibiotic exposure with birth defects and to issue evidence-based recommendations for use of antibiotics during pregnancy.
Study Highlights
•This ACOG Committee Opinion summarized current evidence linking prenatal antibiotic exposure with birth defects and offered evidence-based guidelines for antibiotic use during pregnancy.
•A population-based case-control study, published in 2009, of the association between antibiotics and birth defects used data from the National Birth Defects Prevention Study.
•This study showed that nitrofuran derivatives and sulfonamides were significantly associated with multiple categories of birth defects.
•Limitations of this study include recall bias, lack of confirmation of antibiotic prescription by the medical record, inability of roughly one third of patients to recall the specific product name, and observational design with confounding.
•Some other studies of the association between prenatal exposure to these antibiotics and birth defects showed potential fetal risks, whereas still other studies did not show these risks in other populations or when using different epidemiologic methods.
•In the 2009 study, penicillins, erythromycin, cephalosporins, and quinolones were not associated with an increased risk for birth defects.
•Many other studies corroborate these findings, with no increased risk for birth defects associated with prenatal exposure to penicillin, ampicillin, amoxicillin/clavulanate, pivampicillin, cephalosporins, gentamicin, oxacillin, erythromycin, metronidazole, and quinolones.
•For pregnant women, as for all patients, antibiotics should be prescribed only for appropriate indications and for the shortest effective duration.
•Bacterial contaminants of urine cultures are common in pregnancy and do not reflect the actual infection.
•Organisms in urine cultures that may be presumed to be contaminants and therefore not treated are mixed gram-positive bacteria, lactobacilli, and Staphylococcus species other than S saprophyticus.
•For true infections occurring in the first trimester of pregnancy, clinicians should consider the benefits and potential unknown risks for teratogenesis and maternal adverse reactions, and they should discuss these with patients.
•In the first trimester, prescribing sulfonamides or nitrofurantoins is still considered appropriate when there are no other suitable alternative antibiotics.
•Sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used during the second and third trimesters as first-line agents to treat and prevent urinary tract and other infections caused by susceptible organisms.
•Untreated infections may cause serious maternal and fetal complications, and pregnant women therefore should not be denied appropriate treatment.
Clinical Implications
•The evidence linking prenatal exposure to nitrofurans and sulfonamides with birth defects is mixed. Penicillins, erythromycin, cephalosporins, and other commonly used antibiotics have not been found to be associated with an increased risk for birth defects.
•During the second and third trimesters, sulfonamides and nitrofurantoins may continue to be used as first-line agents to treat and prevent urinary tract and other infections caused by susceptible organisms. Even in the first trimester, prescribing sulfonamides or nitrofurantoins is still considered appropriate when no other suitable alternative antibiotics are available.
viernes, 10 de junio de 2011
Declaración de Punta del Este acerca de la resistencia a los Antibacterianos en América Latina
PRESIDENTE
Eduardo Savio
SECRETARIO CIENTÍFICO
Julio Medina
Comité de Resistencia a Antibacterianos
Asociación Panamericana de Infectología
Punta del Este, 7 de Abril de 2011 –Día Mundial de la Salud
Auspiciado por: APUA, OPS y API
Esta declaración es consiguiente a la Declaración de Guadalajara del 1º de Mayo de 2001.
La resistencia bacteriana se ha agudizado en esta última década (2001-2011) dificultando la elección de antibacterianos (comúnmente llamados antibióticos), tanto para el tratamiento de infecciones adquiridas en la comunidad, como para aquellas originadas en el ámbito hospitalario.
En los últimos años se han incrementado las infecciones por bacterias multi-resistentes, también conocidas por la prensa como las “superbacterias”, causantes de una elevada mortalidad.
La resistencia bacteriana representa ya una amenaza para la salud pública de América Latina. Por este motivo, expertos en enfermedades infecciosas de la región hacen un llamado a que gobiernos, industria, profesionales de la salud y la sociedad civil realicen acciones concertadas para contener la resistencia a los
antibacterianos y salvaguardar estos importantes medicamentos para las futuras generaciones.
Fundamentos
Infecciones Hospitalarias
En este ámbito, el riesgo de adquirir infecciones producidas por cepas multi-resistentes o extremadamente resistentes se incrementa en función de: El indudable desarrollo técnico y científico que ha llevado a mejoras en las posibilidades de vida, especialmente en prematuros, personas de la tercera edad y en pacientes con diferentes compromisos, determinando una población hospitalaria con mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. El lapso de internación de los pacientes. El incremento de maniobras invasivas (Ej.: ventilación mecánica o colocación de catéteres urinarios, intravenosos o intraarteriales) especialmente en las unidades de cuidados intensivos. El incremento de la colocación de elementos protésicos (reemplazos óseos, marcapasos, “stents” coronarios, etc.) Incremento en medios hospitalarios de bacilos gram-negativos con múltiples mecanismos de resistencia (betalactamasas de espectro extendido, hiperproductores de betalactamasas cromosómicas y especialmente nuevas y múltiples carbapenemasas que afectan a uno de los últimos recursos en antibióticos disponibles: los carbapenemes (ej. imipenem, meropenem…). El preocupante incremento de la resistencia a fluoroquinolonas (ej.ciprofloxacina, etc.) en Acinetobacter baumannii-calcoaceticus, Pseudomonas aeruginosa y recientemente en Klebsiella pneumoniae. Entre los gram-positivos, el aumento de resistencia a vancomicina y nuevos antibióticos como linezolid o daptomicina, en estafilococos y enterococos, principales causantes de infecciones graves de alta morbilidad y mortalidad en el medio hospitalario.
Infecciones en la Comunidad
En los últimos años se han incrementado las infecciones por estas bacterias multi-resistentes en la comunidad en pacientes sin relación con el medio hospitalario. El ejemplo más conspicuo son las cepas de Staphylococcus aureus adquiridas en la comunidad que son genéticamente diferentes de las clásicas productoras de infecciones hospitalarias y pueden causar desde infecciones de piel hasta graves lesiones pulmonares o en otros órganos nobles.
Existen otros ejemplos de microorganismos comunitarios resistentes a los antibacterianos empleados para el tratamiento de las infecciones más frecuentes: El incremento en la frecuencia de aislamiento de bacilos gram-negativos resistentes en pacientes comunitarios. Preocupa la pérdida de actividad de las fluoroquinolonas para infecciones urinarias y respiratorias. Es también preocupante la aparición de infecciones por Clostridium difficile, principal productor de diarreas por uso y/o abuso de antibióticos. El notable incremento de la resistencia a macrólidos y azálidos en neumococos (una de las causas más frecuente de infecciones respiratorias) y otros gram-positivos.
Acciones necesarias hacia un cambio
Si bien la resistencia a los antibióticos es una preocupación global, en el contexto de América Latina se suman varios problemas que acentúan su gravedad: La permanente escasez en muchos países de recursos provenientes de los presupuestos nacionales para salud, lo que es reflejado por la carencia en número y calidad de recursos estructurales, humanos (médicos, microbiólogos, enfermeros, farmacéuticos, etc.) y de gestión. La pobreza que continúa siendo dramática y con ella un problema grave para la transmisión de infecciones debido principalmente al
hacinamiento, que no solamente ocurre en el ámbito domiciliario, sino muchas veces en el propio hospital. Además, la falta de recursos para adquirir los antibióticos es uno de los factores que se asocia con la interrupción precoz de los tratamientos y la dosificación sub-óptima, ambos asociados con el incremento de la resistencia bacteriana. Déficit en la información y formación especializada en enfermedades infecciosas, microbiología y epidemiología. Necesidad de facilitar cursos de formación académica de buenas prácticas clínicas para personal médico, de laboratorio, de enfermería y administrativos. Pocos hospitales cuentan con un servicio de epidemiología hospitalaria y personal con la formación adecuada. La ausencia en la mayor parte de nuestros hospitales de Comités de Infecciones y/o los de Uso Racional de Antibióticos , que son indispensables para el uso correcto y racional de antibióticos en un hospital, siendo imprescindible que funcionen en coordinación en un marco formal y productivo, así como debidamente reconocidos y respaldados por la Autoridad Sanitaria local.
Relación con Agropecuaria y Veterinaria
En los países de América Latina con alto nivel de producción ganadera y de granja no hay vigilancia suficiente sobre el abuso de antibióticos usados en forma masiva con fines no terapéuticos. Las encuestas recientes en América Latina evidencian un aumento en el consumo de antibióticos dirigidos a mascotas recetados por veterinarios. El empleo excesivo de algunos antibióticos como rufloxacina y enrofloxacina dio lugar a E.coli resistentes a todas las fluoroquinolonas. Deberían incrementarse las acciones conjuntas entre el sector agropecuario, médicos veterinarios y los dedicados a medicina humana. Es importante establecer criterios sobre el tiempo del tratamiento y las clases de antibióticos permitidos para uso en animales, de forma que se reduzca la resistencia a antibióticos de importancia crítica para la medicina humana.
El problema de las migraciones y viajes
Las corrientes migratorias desde centros rurales de un mismo país o países vecinos hacia grandes centros urbanos producen: El traslado de bacterias y otros microorganismos de frecuencia y con resistencia regional a dichos centros. La exposición de los migrantes a la adquisición de genes codificados de resistencia que abundan en las grandes ciudades por el uso excesivo de antibacterianos.
La adquisición y portación de viajeros provenientes de distintos países del mismo u otros continentes de bacterias con genes de resistencia que no existían en el país que reside el viajero, es otra de las causas que incrementa la resistencia a los antibióticos.
Calidad de Laboratorios de Microbiología
Sin perjuicio de las evaluaciones de resistencia realizadas por algunos programas de control de resistencia internacionales, éstas no cubren la mayor parte de laboratorios de un país y sus resultados pueden no reflejar la realidad local.
Es necesario estimular a las Sociedades de Infectología y Microbiología locales a realizar encuestas y controles de calidad externos a los fines de garantizar la calidad de las pruebas de sensibilidad a los antibacterianos y sería conveniente que los Ministerios de Salud respaldaran estas medidas creando mecanismos eficientes para difundir la información obtenida sobre la resistencia, con el fin de mejorar la prescripción médica y la gestión en servicios de salud, incluyendo educación médica, guías de tratamiento, formularios hospitalarios y listados nacionales de medicamentos.
Vigilancia y control de la utilización de antibacterianos
A pesar de que algunos países lograron controlar la venta de antibacterianos sin receta, el problema sigue sin resolverse en muchos países de nuestro continente. Hacer énfasis sobre la regulación sanitaria de los países, promover la legislación sobre la prescripción de antibióticos y dispensación exclusivamente con receta y en farmacias, sancionando a los responsables de los canales de comercialización que no la cumplen. Estimular la vigilancia del consumo de antibióticos a nivel nacional.
Calidad
Estimular el fortalecimiento de las entidades reguladoras nacionales para el control de la calidad de los antibióticos, incluyendo en éstos la potencia y bioequivalencia de las formulaciones originales, copias y genéricos, en los casos que corresponda.
Vacunación
Debe promoverse la vacunación contra neumococos, Haemophilus influenzae y meningococos para disminuir su incidencia, y así disminuir la emergencia de resistencia en los mismos
Información Hacer cumplir estándares éticos coherentes en toda la región para la relación entre la industria farmacéutica y el personal de salud, con el fin de promover el uso prudente de los antibióticos. Aumentar la calidad y nivel de la información dirigida al público sobre el problema de la resistencia a los antibióticos, y la necesidad de consumirlos sólo con prescripción médica y cumplir el tratamiento indicado. Para ello es necesario involucrar activamente al sector médico y farmacéutico, los Ministerios de Salud y principalmente a los medios de comunicación.
Este año, el Día Mundial de la Salud fue dedicado al problema de la resistencia a antibacterianos, lo cual puede representar una buena oportunidad para dar ímpetu a las acciones necesarias para contener este grave problema en América Latina.
API José María Casellas
APUA Aníbal Sosa
OPS Pilar Ramón-Pardo
Past President API Sergio Cimerman
Agradecemos la colaboración de los revisores de esta declaración, Dres Mirta Quinteros, Gabriel Gutkind, Gabriel Levy Hara, Hélio Vasconcellos Lopes, Juana Ortellado, María Isabel Fernández, Anahí Dreser y Gabriela Tomé
Eduardo Savio
SECRETARIO CIENTÍFICO
Julio Medina
Comité de Resistencia a Antibacterianos
Asociación Panamericana de Infectología
Punta del Este, 7 de Abril de 2011 –Día Mundial de la Salud
Auspiciado por: APUA, OPS y API
Esta declaración es consiguiente a la Declaración de Guadalajara del 1º de Mayo de 2001.
La resistencia bacteriana se ha agudizado en esta última década (2001-2011) dificultando la elección de antibacterianos (comúnmente llamados antibióticos), tanto para el tratamiento de infecciones adquiridas en la comunidad, como para aquellas originadas en el ámbito hospitalario.
En los últimos años se han incrementado las infecciones por bacterias multi-resistentes, también conocidas por la prensa como las “superbacterias”, causantes de una elevada mortalidad.
La resistencia bacteriana representa ya una amenaza para la salud pública de América Latina. Por este motivo, expertos en enfermedades infecciosas de la región hacen un llamado a que gobiernos, industria, profesionales de la salud y la sociedad civil realicen acciones concertadas para contener la resistencia a los
antibacterianos y salvaguardar estos importantes medicamentos para las futuras generaciones.
Fundamentos
Infecciones Hospitalarias
En este ámbito, el riesgo de adquirir infecciones producidas por cepas multi-resistentes o extremadamente resistentes se incrementa en función de: El indudable desarrollo técnico y científico que ha llevado a mejoras en las posibilidades de vida, especialmente en prematuros, personas de la tercera edad y en pacientes con diferentes compromisos, determinando una población hospitalaria con mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. El lapso de internación de los pacientes. El incremento de maniobras invasivas (Ej.: ventilación mecánica o colocación de catéteres urinarios, intravenosos o intraarteriales) especialmente en las unidades de cuidados intensivos. El incremento de la colocación de elementos protésicos (reemplazos óseos, marcapasos, “stents” coronarios, etc.) Incremento en medios hospitalarios de bacilos gram-negativos con múltiples mecanismos de resistencia (betalactamasas de espectro extendido, hiperproductores de betalactamasas cromosómicas y especialmente nuevas y múltiples carbapenemasas que afectan a uno de los últimos recursos en antibióticos disponibles: los carbapenemes (ej. imipenem, meropenem…). El preocupante incremento de la resistencia a fluoroquinolonas (ej.ciprofloxacina, etc.) en Acinetobacter baumannii-calcoaceticus, Pseudomonas aeruginosa y recientemente en Klebsiella pneumoniae. Entre los gram-positivos, el aumento de resistencia a vancomicina y nuevos antibióticos como linezolid o daptomicina, en estafilococos y enterococos, principales causantes de infecciones graves de alta morbilidad y mortalidad en el medio hospitalario.
Infecciones en la Comunidad
En los últimos años se han incrementado las infecciones por estas bacterias multi-resistentes en la comunidad en pacientes sin relación con el medio hospitalario. El ejemplo más conspicuo son las cepas de Staphylococcus aureus adquiridas en la comunidad que son genéticamente diferentes de las clásicas productoras de infecciones hospitalarias y pueden causar desde infecciones de piel hasta graves lesiones pulmonares o en otros órganos nobles.
Existen otros ejemplos de microorganismos comunitarios resistentes a los antibacterianos empleados para el tratamiento de las infecciones más frecuentes: El incremento en la frecuencia de aislamiento de bacilos gram-negativos resistentes en pacientes comunitarios. Preocupa la pérdida de actividad de las fluoroquinolonas para infecciones urinarias y respiratorias. Es también preocupante la aparición de infecciones por Clostridium difficile, principal productor de diarreas por uso y/o abuso de antibióticos. El notable incremento de la resistencia a macrólidos y azálidos en neumococos (una de las causas más frecuente de infecciones respiratorias) y otros gram-positivos.
Acciones necesarias hacia un cambio
Si bien la resistencia a los antibióticos es una preocupación global, en el contexto de América Latina se suman varios problemas que acentúan su gravedad: La permanente escasez en muchos países de recursos provenientes de los presupuestos nacionales para salud, lo que es reflejado por la carencia en número y calidad de recursos estructurales, humanos (médicos, microbiólogos, enfermeros, farmacéuticos, etc.) y de gestión. La pobreza que continúa siendo dramática y con ella un problema grave para la transmisión de infecciones debido principalmente al
hacinamiento, que no solamente ocurre en el ámbito domiciliario, sino muchas veces en el propio hospital. Además, la falta de recursos para adquirir los antibióticos es uno de los factores que se asocia con la interrupción precoz de los tratamientos y la dosificación sub-óptima, ambos asociados con el incremento de la resistencia bacteriana. Déficit en la información y formación especializada en enfermedades infecciosas, microbiología y epidemiología. Necesidad de facilitar cursos de formación académica de buenas prácticas clínicas para personal médico, de laboratorio, de enfermería y administrativos. Pocos hospitales cuentan con un servicio de epidemiología hospitalaria y personal con la formación adecuada. La ausencia en la mayor parte de nuestros hospitales de Comités de Infecciones y/o los de Uso Racional de Antibióticos , que son indispensables para el uso correcto y racional de antibióticos en un hospital, siendo imprescindible que funcionen en coordinación en un marco formal y productivo, así como debidamente reconocidos y respaldados por la Autoridad Sanitaria local.
Relación con Agropecuaria y Veterinaria
En los países de América Latina con alto nivel de producción ganadera y de granja no hay vigilancia suficiente sobre el abuso de antibióticos usados en forma masiva con fines no terapéuticos. Las encuestas recientes en América Latina evidencian un aumento en el consumo de antibióticos dirigidos a mascotas recetados por veterinarios. El empleo excesivo de algunos antibióticos como rufloxacina y enrofloxacina dio lugar a E.coli resistentes a todas las fluoroquinolonas. Deberían incrementarse las acciones conjuntas entre el sector agropecuario, médicos veterinarios y los dedicados a medicina humana. Es importante establecer criterios sobre el tiempo del tratamiento y las clases de antibióticos permitidos para uso en animales, de forma que se reduzca la resistencia a antibióticos de importancia crítica para la medicina humana.
El problema de las migraciones y viajes
Las corrientes migratorias desde centros rurales de un mismo país o países vecinos hacia grandes centros urbanos producen: El traslado de bacterias y otros microorganismos de frecuencia y con resistencia regional a dichos centros. La exposición de los migrantes a la adquisición de genes codificados de resistencia que abundan en las grandes ciudades por el uso excesivo de antibacterianos.
La adquisición y portación de viajeros provenientes de distintos países del mismo u otros continentes de bacterias con genes de resistencia que no existían en el país que reside el viajero, es otra de las causas que incrementa la resistencia a los antibióticos.
Calidad de Laboratorios de Microbiología
Sin perjuicio de las evaluaciones de resistencia realizadas por algunos programas de control de resistencia internacionales, éstas no cubren la mayor parte de laboratorios de un país y sus resultados pueden no reflejar la realidad local.
Es necesario estimular a las Sociedades de Infectología y Microbiología locales a realizar encuestas y controles de calidad externos a los fines de garantizar la calidad de las pruebas de sensibilidad a los antibacterianos y sería conveniente que los Ministerios de Salud respaldaran estas medidas creando mecanismos eficientes para difundir la información obtenida sobre la resistencia, con el fin de mejorar la prescripción médica y la gestión en servicios de salud, incluyendo educación médica, guías de tratamiento, formularios hospitalarios y listados nacionales de medicamentos.
Vigilancia y control de la utilización de antibacterianos
A pesar de que algunos países lograron controlar la venta de antibacterianos sin receta, el problema sigue sin resolverse en muchos países de nuestro continente. Hacer énfasis sobre la regulación sanitaria de los países, promover la legislación sobre la prescripción de antibióticos y dispensación exclusivamente con receta y en farmacias, sancionando a los responsables de los canales de comercialización que no la cumplen. Estimular la vigilancia del consumo de antibióticos a nivel nacional.
Calidad
Estimular el fortalecimiento de las entidades reguladoras nacionales para el control de la calidad de los antibióticos, incluyendo en éstos la potencia y bioequivalencia de las formulaciones originales, copias y genéricos, en los casos que corresponda.
Vacunación
Debe promoverse la vacunación contra neumococos, Haemophilus influenzae y meningococos para disminuir su incidencia, y así disminuir la emergencia de resistencia en los mismos
Información Hacer cumplir estándares éticos coherentes en toda la región para la relación entre la industria farmacéutica y el personal de salud, con el fin de promover el uso prudente de los antibióticos. Aumentar la calidad y nivel de la información dirigida al público sobre el problema de la resistencia a los antibióticos, y la necesidad de consumirlos sólo con prescripción médica y cumplir el tratamiento indicado. Para ello es necesario involucrar activamente al sector médico y farmacéutico, los Ministerios de Salud y principalmente a los medios de comunicación.
Este año, el Día Mundial de la Salud fue dedicado al problema de la resistencia a antibacterianos, lo cual puede representar una buena oportunidad para dar ímpetu a las acciones necesarias para contener este grave problema en América Latina.
API José María Casellas
APUA Aníbal Sosa
OPS Pilar Ramón-Pardo
Past President API Sergio Cimerman
Agradecemos la colaboración de los revisores de esta declaración, Dres Mirta Quinteros, Gabriel Gutkind, Gabriel Levy Hara, Hélio Vasconcellos Lopes, Juana Ortellado, María Isabel Fernández, Anahí Dreser y Gabriela Tomé
jueves, 9 de junio de 2011
Brote de Escherichia coli productor de toxina Shiga O104:H4 en Alemania
Eurosurveillance. Volúmen 16, Nº 22, 2 junio de 2011
(http://www.eurosurveillance.org)
• Descripción del brote
Desde principios de mayo de 2011, se notificaron 470 casos de síndrome urémico hemolítico (SUH) al Instituto Robert Koch (RKI) de Alemania.
Del total de los casos, 273 (58%) tuvieron confirmación de laboratorio de su asociación con la infección de STEC.
Los casos de SUH fueron notificados en todos los estados de Alemania, pero la mayor frecuencia (66%) se observó en 5 estados del norte del país. Posteriormente, casos de SUH fueron comunicados por Dinamarca, Gran Bretaña, Francia, Holanda, Noruega, Austria, España, Suecia, Suiza y Estados Unidos. La mayoría de los casos registrados fuera de Alemania tuvieron como vínculo epidemiológico el viaje a ese país.
La curva epidemiológica muestra 1-2 casos de SUH entre 1 al 8 de mayo, incrementándose la incidencia en los días siguientes, alcanzándose el máximo el día 19 de mayo con 39 casos de SUH notificados. Actualmente, si bien continúa la notificación de casos, se observa un descenso marcado en la incidencia.
La mayoría de los pacientes fueron mayores de 20 años (88%) y de sexo femenino (71%). De las 13 muertes producidas, 9 tuvieron SUH y las restantes confirmación de la infección de STEC por laboratorio.
• Descripción de la cepa
La cepa STEC asociada al brote corresponde al serotipo O104:H4, toxina Shiga 2 (stx2)-positiva, intimina (eae)-negativa, enterohemolisina (ehxA)-negativa. La misma es resistente a telurito de potasio, por lo tanto desarrolla en placas de agar CT-SMAC y tiene actividad de β-glucuronidasa.
La cepa presentó además los siguientes factores de virulencia correspondientes a la categoría de Escherichia coli enteroagregativa (EAEC): aatA (gen transportador de proteínas ABC); aggR (gen regulador de los genes del plásmido Vir); aap (gen de la proteína secretada - dispersina); aggA (gen de la subunidad fimbrial AAF/I); aggC (gen del operón de la fimbria AAF/I).
La cepa es resistente a los siguientes antibióticos: Ampicilina, Amoxicilina/Äc. clávulánico, Piperacilina/Sulbactam, Piperacilina/Tazobactam, Cefuroxima, Cefuroxima-Axetil, Cefoxitina, Cefotaxima, Ceftacidima, Cefpodoxima, Estreptomicina, Ac. Nalidíxico, Tetraciclina, Trimetoprima/Sulfametoxazol. La cepa además presenta β-lactamasa TEM-1+.
Por MLST correspondió al siguiente tipo: ST678 (adk6, fumC6, gyrB 5, icd 136, mdh 9, purA 7, RecA 7)
El genoma de cepa implicada en el brote ha sido secuenciado (disponible en ftp://ftp.genomics.org.cn/pub/Ecoli_TY-2482) y presenta un tamaño de aproximadamente 5.2 Mb. El análisis de la secuencia indicó que esta bacteria es un STEC del serogrupo O104 que tiene un 93% de similitud con la cepa EAEC 55989, la cual fue aislada en la República Central de África y reconocida como causal de casos severos de diarrea. La nueva cepa ha adquirido, por transferencia horizontal, secuencias específicas que parecen ser similares a aquellas involucradas en los mecanismos de patogenicidad de la colitis hemorrágica y del síndrome urémico hemolítico.
• Resultados preliminares del estudio caso-control
Los resultados preliminares del estudio epidemiológico caso-control, realizado por el RKI y las autoridades de salud de Hamburgo, muestran que los pacientes afectados en el presente brote consumieron significativamente más tomates crudos, pepinos, y lechuga, que los controles pareados. Sin embargo, otros alimentos no pueden ser excluidos como fuentes de infección.
El RKI y las autoridades de salud de Hamburgo, recomendaron un mayor cuidado en el manejo de frutas y vegetales, y para el área afectada del norte de Alemania, no consumir tomates crudos, pepinos y lechugas, además de las prácticas higiénicas habituales. Es de vital importancia que todas aquellas personas con diarrea, cumplan con prácticas estrictas de higiene de manos, especialmente si están en contacto con niños pequeños o individuos inmunocomprometidos, además de buenas prácticas de higiene en el manejo de los alimentos.
• Situación en Argentina
Ante el alerta por la situación del brote en Alemania y su diseminación a otros países, se fortalecerá la vigilancia de las infecciones por STEC en todo el país a través de la Red Nacional de Diarreas y Patógenos Bacterianos de Transmisión Alimentaria y las Unidades Centinela de SUH. En ese marco, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda la importancia de la higiene personal, la utilización de agua segura y el cuidado en la elaboración de los alimentos, como herramientas al alcance de todos para prevenir enfermedades. Para tal fin, ha elaborado un sitio web http://aguasegura.msal.gov.ar/ con consejos y recomendaciones para que todas las personas puedan aplicar en su vida cotidiana y mantenerse saludables.
Servicio Fisiopatogenia, INEI-ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”, 3 de junio de 2011.
Contacto: Dra. Marta Rivas mrivas@anlis.gov.ar; Bqca. Isabel Chinen ichinen@anlis.gov.ar
Tools for Tracking Antibiotic Resistance
Naomi Lubick
Posted: 05/23/2011; Environmental Health Perspectives. 2011;119(5):a214-a217. © 2011 National Institute of Environmental Health Sciences
Abstract and Introduction
Introduction
When a team of researchers from Sweden first started measuring chemicals in a river near Patancheru, India, they found shocking concentrations of drugs flowing downstream—for example, levels of the potent antibiotic ciprofloxacin greater than those found in the blood of humans taking the drug. A major source of these drugs was treated wastewater from pharmaceutical manufacturing plants that was discharged into the river and surrounding environs, as Joakim Larsson and his colleagues from the University of Gothenburg reported several years ago.[1] An update published in PLoS ONE [2] now links the drugs with downstream development of microbes with genetic resistance to multiple antibiotics typically used to treat human illness.
The researchers found snippets of genetic material in bacteria from river sediments downstream of the treatment plant that conferred resistance not only to ciprofloxacin, a fluoroquinolone, but also to betalactams, aminoglycosides, sulfonamides, and other classes of antibiotics. Several genes that provide resistance to ciprofloxacin and have the ability to transfer between different bacteria were extremely common at some of the sampling sites.[2]
What if the bacteria in Patancheru could develop ways to survive the daily onslaught of ciprofloxacin, most likely over the course of years in their river environment, and ended up passing on their new genetic resistance to pathogenic bacteria that could be a threat to human health? Although Larsson's team has yet to catalog antibiotic resistance in the local population, people in the region are continually exposed to resistant microbes as they use the river water for agriculture and everyday home life. "This is a huge scary experiment in nature," Larsson says.
Just how isolated these kinds of drug "hot spots" are remains unknown, although researchers have pressed for global monitoring of antibiotic use and resistance for the past several decades, across disciplines as diverse as clinical medicine and ecotoxicity. Bringing together these fields reflects the breadth of challenges in tracking antibiotic resistance, but new technologies and ideas hold promise for the near future.
Overcoming a Lack of Coordination
"Misuse of antibiotics is obviously what creates the basic factors that produce drug resistance," says Mario Raviglione, director of the World Health Organization (WHO) department charged with tuberculosis control; this is true in both the developing and developed worlds. And despite educational campaigns by the U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC)[3] and others aimed at improving clinicians' use of antibiotics, overprescribing remains a problem for multiple reasons.[4] Moreover, patient compliance—for example, taking the full course of prescribed antibiotics—can be lax, which leads to the evolution of more antibiotic-resistant pathogens.
Agricultural use of human drugs adds to the threat of drug resistance. After World War II, antibiotics started to be used for purposes such as growth promotion in livestock. Since then, antibiotics—and in some cases, the genes for resistance to multiple drugs—have been found on industrial cattle, swine, and shrimp farms,[5,6,7,8] measured on chicken skins in grocery stores,[9] and even detected in apple orchards sprayed with drugs originally intended for human use.[10]
For World Health Day in April 2011 the WHO chose the theme of the global spread of antibiotic resistance, marking a little over a decade since the organization first called for patient and doctor guidelines to protect antibiotics from becoming obsolete.[11] A document issued by the WHO in 2001 put forth a series of recommendations for patients and the general community, prescribers and dispensers, hospitals, agricultural enterprises, national governments and health systems, and drug developers and promoters.[12] However, in general "very few countries, if any, have made a comprehensive effort to do any of the measures included in the older guidelines," says Raviglione, who led preparations for World Health Day 2011. "Why are countries not picking them up? Lack of resources? Their health systems are not strong enough? The cost of drugs?"
On 7 April 2011 the organization released updated policy guidance for countries to curb the spread of antibiotic resistance in health care settings.[13] Some of this guidance is aimed at doctors and hospitals, while some is geared toward policy makers and legislators. The simple package of policy recommendations is intended to be easy for countries to adopt, Raviglione says. The WHO-level focus on antibiotic resistance issues also gives health ministers around the world a platform from which to call for funding and research attention at home.
But individual countries cannot handle this issue acting alone. During its 2009 presidency of the European Union, the Swedish government highlighted antibiotic resistance, focusing the conversation on solutions across Europe.[14] For instance, a September 2009 meeting targeted industry, policy makers, and others focused on finding incentives for creating new drugs.[15] Meanwhile, in the United States, the U.S. Food and Drug Administration (FDA) in 2010 issued draft guidance urging the judicious use of medically important antibiotics in livestock.[16] The 2011–2015 Strategic Plan of the National Antimicrobial Resistance Monitoring System, a collaboration between the FDA, CDC, U.S. Department of Agriculture, and state and local health departments, includes efforts to strengthen sampling, reporting, and international and domestic collaborative efforts.[17]
Bills aimed at addressing antibiotic resistance were introduced in 2009 in the House of Representatives[18] and the Senate,[19] but foundered. This year, Louise Slaughter (D–NY) tried again in the House, introducing H.R. 965, the Preservation of Antibiotics for Medical Treatment Act of 2011[20] on March 9. Another bill in the House, H.R. 6331, the Generating Antibiotic Incentives Now Act of 2010,[21] would create incentives to bring new antibiotics to market by speeding up the approval process. These bills have lingered in committee, even as the problem continues to grow globally.
Traveling Wild
The antibiotic drug hot spot in India is not alone: researchers have traced drugs flowing downstream from manufacturers in China and Cuba[22] and from wastewater treatment plants in the United States.[23,24] They also have identified antimicrobial resistance genetic material in treated waste effluent and tap water in Michigan and Ohio,[25,26] and researchers in Sweden recently documented multidrug-resistant Escherichia coli in the waste of migrating birds in the Arctic.[27]
Given the widespread presence of antibiotics in the natural environment,[28] it should not be a surprise that resistance is growing in wild bacteria and microbes—but is that resistance transferable to pathogens relevant to human health? Eventually the answer will most certainly be yes: Bacteria, microbes, and even fungi under stress from high concentrations of drugs might have the ability to replicate DNA snippets and possibly pass them on to other microbial species in the environment, says Dave Ussery, an associate professor of microbial genomics at the Technical University of Denmark. Transported in the integrons, plasmids, and other cellular genetic modules that confer resistance, these snippets can be traded like baseball cards among microbes.[29]
The locations and impacts of reservoirs of antibiotic resistance in the wild remain enigmatic,[30] and not only for humans. Antibiotic drugs and any acquired resistance to them might, for example, affect how microbes communicate with each other through "quorum sensing," a protein signaling feedback loop key to microbial population dynamics.[31]
But until recently, truly wild settings have garnered less interest from researchers, policy makers, and media than agricultural exposures—for example, farmers who handle pigs treated with multiple drugs and then end up with resistant strains on their skin,[32] including methicillin-resistant Staphylococcus aureus.
Researchers from the U.S. Geological Survey led by Dana Kolpin also are looking at animal waste for how much residual concentration of antibiotic it might carry and the potential impacts on microbial life if the manure is spread on agricultural fields or released accidentally. Results of Kolpin's research are not yet available, but a small-scale study by another group tracking resistance genes from biosolids and manure at two soil sites has shown the genes—with resistance for tetracycline and sulfanomides—transfer at different rates depending on soil type.[33]
Kink in the Pipeline
Another worry underlying the issue of resistance is the fact that pharmaceutical companies are not discovering new antibiotics. At least three reasons explain why the pipeline is so empty, says Ingrid Petersson, director of science relations at pharmaceutical company AstraZeneca. First, finding new pathways in microbes or pinpointing proteins to create new antibiotics is difficult, in part because of what could be considered an embarrassment of possibilities with too many unknowns. Second, she says, the regulatory environment is complicated: getting a drug through approval processes takes a long time and costs a lot of money, among other factors. And third, low prices for existing antibiotics—many of which are generics—do not encourage companies to invest in new drugs.
"Existing, older antibiotics are cheaper, which makes it difficult to achieve realistic prices for new antibiotics—prices which would provide a viable return on investment," explains Colin Mackay, director of communication and partnerships for the European Federation of the Pharmaceutical Industries and Associations, a trade organization. "Furthermore, antibiotics are only used acutely, perhaps only for a week to ten days at a time. This adds to the difficulty in making a return on investment. By comparison, treatments for chronic illnesses, say for cardiovascular or musculoskeletal conditions, are used long term, perhaps for the rest of the patient's life."
"Drug development … is one of the most critical things that we are facing," says Otto Cars, the chairman of ReAct (Action on Antibiotic Resistance), an independent think tank, and a professor of infectious diseases at Uppsala University. For gut flora that can shift readily from animal to human hosts—including Gram-negative[34] enterics such as Salmonella, Campylobacter, Klebsiella, E. coli, and Shigella—horizontal gene transfer is "moving rapidly now," he says. "These kinds of infections that Gram-negative bacteria are causing are already untreatable; even in the rich part of the world, there are totally resistant strains," he says. "The drug pipeline is particularly empty for that space."
Nevertheless, some major companies are looking into new antibiotics. For example, AstraZeneca is looking for solutions for multidrug-resistant tuberculosis.[35,36] Companies are investing money, sometimes by acquiring smaller companies that have begun the research or joining in efforts with nonprofits[37] and academic researchers. Petersson notes that the Trans Atlantic Task Force on Antimicrobial Resistance,[38] formed between the European Union and the United States as part of the 2009 EU–US Summit Declaration,[39] will present suggestions at this year's summit meeting for areas of cooperation, including incentives for industry to pursue new drug development.
The WHO, the CDC, and other national, international, and nonprofit organizations are pursuing alternative business models. Government funding, as when a federal agency invests in vaccine research, may be one option, Cars suggests. So-called advanced market commitments—where governments pledge to purchase drugs, thus guaranteeing a market—is another option. In its new policy guidance,[13] the WHO calls for global and national commitments to develop drugs and share information on the national costs of inaction, as well as "push" and "pull" incentives to reduce the inherent risks in the initial phases of research and development and to offset the risks of an uncertain market, respectively.
Crossing Boundaries
Heeding calls[40-42] for better management of the drugs currently available to doctors will require much more attention to trends of resistance. In particular, monitoring is now lacking. "If anything, we don't know enough about developing countries to understand the situation—what resistant bacteria are there? In Europe and the U.S., systems of surveillance are in place, but not in most of Africa or Asia," Raviglione says, referring to health systems, although the same holds true for environmental surveys.
Europe and the United States use far more antibiotics by volume as well as newer antibiotics compared with less affluent countries that typically use fewer and older generations of drugs, Raviglione says. That would indicate such countries might not yet have resistance to latest-generation drugs the same way Europe and the United States do. But there remains concern about the outsourcing of drug production to developing countries, especially India and China, where lax enforcement of regulations could increase the likelihood of unchecked environmental releases of active pharmaceutical ingredients—hence studies such as Larsson's work in Patancheru. The potential for impacts of manufacturing newer antibiotics in developing countries, with possible unwanted environmental releases, has not yet been studied, say the scientists contacted for this story.
Making data internationally available so that teams are tracking the same genes and species in different countries may be one avenue of attack on the issue of antibiotic resistance. Julian Davies, a professor emeritus of microbiology and immunology at the University of British Columbia, and David Graham, an environmental engineer at Newcastle University, have been working on a proposal to bring together members of the medical, environmental, and microbial research communities to address antibiotic resistance issues. If funded, their efforts could result in local centers on every continent working to monitor antibiotic resistance, look for simple solutions to preventing the spread of antibiotic-resistant microbes inside hospitals, and communicate about antibiotic resistance issues at an international scale.
The interdisciplinary breadth needed to address the many issues at hand have led to miscommunications stemming from vocabulary, Graham says. Take the word transmission, he explains: "To a physician or engineer, transmission means migration between individuals at larger scales, whereas to a microbiologist transmission is something at the micro-scale between the bacteria themselves. It took us [the diverse members of the team working on the proposal] awhile to agree upon a common language."
But microbes have few such communication barriers, and they quickly find ways to communicate resistance, as plane transit brings countries—and antibiotic resistance hot spots—closer together. Some of the global aspects of the problem can be illustrated by last year's description of NDM-1, a protein present on plasmids that confers antibiotic resistance to multiple antibiotics.[43] The mechanism of resistance traveled from hospitals in India to the United Kingdom via patients who had visited the subcontinent, presumably for cheap medical treatments, and then returned home. Furthermore, NDM-1 has appeared in tap water and wastewater outside of hospital settings in New Delhi, according to another recent report in The Lancet Infectious Diseases,[44] heightening concerns for local transmission in an urban environment.
Tools for the Trade
Ussery and his colleagues, while working to figure out antibiotic resistance transfer at a basic level, are also developing field tools for tracking antibiotic resistance genes and the microbes that carry them. The team includes computer scientists searching for simple algorithms that will let researchers make fast identifications of resistance gene sequences and resistant microbial species.
Ussery envisions a device on every doctor's desk that could take a swab from a patient and sequence the DNA from that sample. This device, connected to the Internet or with databases preloaded, could use the sequence to identify the microbes present to the genus or even species level, then spot genes they might carry for resistance to certain drugs. The test could potentially even predict the effectiveness of specific drugs in individual patients. That could guide doctors in prescribing treatment or hospitals in determining when to quarantine a patient with a particularly virulent resistant strain of an infectious disease.
"Some machines are now doing single-molecule sequencing [of bacteria] from one cell. The technology is almost there," Ussery says, citing manufacturer Oxford Nanopore's machines that can sequence a microbe from one cell as being close to market-ready.
For tracking antibiotic resistance in the field, these techniques could prove to be a massive boon, but they will have to become much less expensive than current market costs of the machines, comments Davies. The newest so-called third-generation apparatuses for identifying genetic codes in the blink of an eye may cut the cost of reading an entire genome to a tenth or less of current costs, but machines will still cost hundreds of thousands of dollars, he says, backed up by the price tag of Pacific Biosciences' first entry to the market late last year.
Searching for Simple Answers
Even a very expensive diagnostic tool would save a lot of lives, Cars says, and it would also save antibiotics for clinical use: rapid tests used on a daily basis could lead to hospital practices that save time and money while conserving antibiotics for treatment.
But new technologies are not the only tool that will be necessary to address all the threads that intertwine the problem of spreading antibiotic resistance, Cars and others say. Tracking genes in hospitals and the wild, putting policies in place to limit use of antibiotics outside of absolute necessity in a clinical setting—the wish list goes on.
And yet, in some ways, simple solutions seem to be in the offing. U.S. congressmen recently visited Denmark to learn more about that country's successful transition away from antibiotic use for growth promotion in swine.Contrary to stories about how Denmark's agricultural sector crashed after that use of antibiotics completely stopped five years ago, Frank Møller Aarestrup of the Technical University of Denmark and colleagues report the country today continues to increase its exports of pigs without the help of antibiotics, depending solely on improved animal husbandry techniques.[45]
This anecdote underscores the power of seemingly simple policy decisions to make immediate changes with promising consequences. Absent such courageous steps, "it's almost just a matter of time" before antibiotic resistance is transferred to a pathogen that matters for human health, Ussery says.
"It's an enormously frustrating situation," says Davies, who says he feels he and his colleagues talk a lot about the problem without making much headway at the larger scale. In the end, he says, solutions can only come from convincing the general public and lawmakers that the time to act is now.
References
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Posted: 05/23/2011; Environmental Health Perspectives. 2011;119(5):a214-a217. © 2011 National Institute of Environmental Health Sciences
Abstract and Introduction
Introduction
When a team of researchers from Sweden first started measuring chemicals in a river near Patancheru, India, they found shocking concentrations of drugs flowing downstream—for example, levels of the potent antibiotic ciprofloxacin greater than those found in the blood of humans taking the drug. A major source of these drugs was treated wastewater from pharmaceutical manufacturing plants that was discharged into the river and surrounding environs, as Joakim Larsson and his colleagues from the University of Gothenburg reported several years ago.[1] An update published in PLoS ONE [2] now links the drugs with downstream development of microbes with genetic resistance to multiple antibiotics typically used to treat human illness.
The researchers found snippets of genetic material in bacteria from river sediments downstream of the treatment plant that conferred resistance not only to ciprofloxacin, a fluoroquinolone, but also to betalactams, aminoglycosides, sulfonamides, and other classes of antibiotics. Several genes that provide resistance to ciprofloxacin and have the ability to transfer between different bacteria were extremely common at some of the sampling sites.[2]
What if the bacteria in Patancheru could develop ways to survive the daily onslaught of ciprofloxacin, most likely over the course of years in their river environment, and ended up passing on their new genetic resistance to pathogenic bacteria that could be a threat to human health? Although Larsson's team has yet to catalog antibiotic resistance in the local population, people in the region are continually exposed to resistant microbes as they use the river water for agriculture and everyday home life. "This is a huge scary experiment in nature," Larsson says.
Just how isolated these kinds of drug "hot spots" are remains unknown, although researchers have pressed for global monitoring of antibiotic use and resistance for the past several decades, across disciplines as diverse as clinical medicine and ecotoxicity. Bringing together these fields reflects the breadth of challenges in tracking antibiotic resistance, but new technologies and ideas hold promise for the near future.
Overcoming a Lack of Coordination
"Misuse of antibiotics is obviously what creates the basic factors that produce drug resistance," says Mario Raviglione, director of the World Health Organization (WHO) department charged with tuberculosis control; this is true in both the developing and developed worlds. And despite educational campaigns by the U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC)[3] and others aimed at improving clinicians' use of antibiotics, overprescribing remains a problem for multiple reasons.[4] Moreover, patient compliance—for example, taking the full course of prescribed antibiotics—can be lax, which leads to the evolution of more antibiotic-resistant pathogens.
Agricultural use of human drugs adds to the threat of drug resistance. After World War II, antibiotics started to be used for purposes such as growth promotion in livestock. Since then, antibiotics—and in some cases, the genes for resistance to multiple drugs—have been found on industrial cattle, swine, and shrimp farms,[5,6,7,8] measured on chicken skins in grocery stores,[9] and even detected in apple orchards sprayed with drugs originally intended for human use.[10]
For World Health Day in April 2011 the WHO chose the theme of the global spread of antibiotic resistance, marking a little over a decade since the organization first called for patient and doctor guidelines to protect antibiotics from becoming obsolete.[11] A document issued by the WHO in 2001 put forth a series of recommendations for patients and the general community, prescribers and dispensers, hospitals, agricultural enterprises, national governments and health systems, and drug developers and promoters.[12] However, in general "very few countries, if any, have made a comprehensive effort to do any of the measures included in the older guidelines," says Raviglione, who led preparations for World Health Day 2011. "Why are countries not picking them up? Lack of resources? Their health systems are not strong enough? The cost of drugs?"
On 7 April 2011 the organization released updated policy guidance for countries to curb the spread of antibiotic resistance in health care settings.[13] Some of this guidance is aimed at doctors and hospitals, while some is geared toward policy makers and legislators. The simple package of policy recommendations is intended to be easy for countries to adopt, Raviglione says. The WHO-level focus on antibiotic resistance issues also gives health ministers around the world a platform from which to call for funding and research attention at home.
But individual countries cannot handle this issue acting alone. During its 2009 presidency of the European Union, the Swedish government highlighted antibiotic resistance, focusing the conversation on solutions across Europe.[14] For instance, a September 2009 meeting targeted industry, policy makers, and others focused on finding incentives for creating new drugs.[15] Meanwhile, in the United States, the U.S. Food and Drug Administration (FDA) in 2010 issued draft guidance urging the judicious use of medically important antibiotics in livestock.[16] The 2011–2015 Strategic Plan of the National Antimicrobial Resistance Monitoring System, a collaboration between the FDA, CDC, U.S. Department of Agriculture, and state and local health departments, includes efforts to strengthen sampling, reporting, and international and domestic collaborative efforts.[17]
Bills aimed at addressing antibiotic resistance were introduced in 2009 in the House of Representatives[18] and the Senate,[19] but foundered. This year, Louise Slaughter (D–NY) tried again in the House, introducing H.R. 965, the Preservation of Antibiotics for Medical Treatment Act of 2011[20] on March 9. Another bill in the House, H.R. 6331, the Generating Antibiotic Incentives Now Act of 2010,[21] would create incentives to bring new antibiotics to market by speeding up the approval process. These bills have lingered in committee, even as the problem continues to grow globally.
Traveling Wild
The antibiotic drug hot spot in India is not alone: researchers have traced drugs flowing downstream from manufacturers in China and Cuba[22] and from wastewater treatment plants in the United States.[23,24] They also have identified antimicrobial resistance genetic material in treated waste effluent and tap water in Michigan and Ohio,[25,26] and researchers in Sweden recently documented multidrug-resistant Escherichia coli in the waste of migrating birds in the Arctic.[27]
Given the widespread presence of antibiotics in the natural environment,[28] it should not be a surprise that resistance is growing in wild bacteria and microbes—but is that resistance transferable to pathogens relevant to human health? Eventually the answer will most certainly be yes: Bacteria, microbes, and even fungi under stress from high concentrations of drugs might have the ability to replicate DNA snippets and possibly pass them on to other microbial species in the environment, says Dave Ussery, an associate professor of microbial genomics at the Technical University of Denmark. Transported in the integrons, plasmids, and other cellular genetic modules that confer resistance, these snippets can be traded like baseball cards among microbes.[29]
The locations and impacts of reservoirs of antibiotic resistance in the wild remain enigmatic,[30] and not only for humans. Antibiotic drugs and any acquired resistance to them might, for example, affect how microbes communicate with each other through "quorum sensing," a protein signaling feedback loop key to microbial population dynamics.[31]
But until recently, truly wild settings have garnered less interest from researchers, policy makers, and media than agricultural exposures—for example, farmers who handle pigs treated with multiple drugs and then end up with resistant strains on their skin,[32] including methicillin-resistant Staphylococcus aureus.
Researchers from the U.S. Geological Survey led by Dana Kolpin also are looking at animal waste for how much residual concentration of antibiotic it might carry and the potential impacts on microbial life if the manure is spread on agricultural fields or released accidentally. Results of Kolpin's research are not yet available, but a small-scale study by another group tracking resistance genes from biosolids and manure at two soil sites has shown the genes—with resistance for tetracycline and sulfanomides—transfer at different rates depending on soil type.[33]
Kink in the Pipeline
Another worry underlying the issue of resistance is the fact that pharmaceutical companies are not discovering new antibiotics. At least three reasons explain why the pipeline is so empty, says Ingrid Petersson, director of science relations at pharmaceutical company AstraZeneca. First, finding new pathways in microbes or pinpointing proteins to create new antibiotics is difficult, in part because of what could be considered an embarrassment of possibilities with too many unknowns. Second, she says, the regulatory environment is complicated: getting a drug through approval processes takes a long time and costs a lot of money, among other factors. And third, low prices for existing antibiotics—many of which are generics—do not encourage companies to invest in new drugs.
"Existing, older antibiotics are cheaper, which makes it difficult to achieve realistic prices for new antibiotics—prices which would provide a viable return on investment," explains Colin Mackay, director of communication and partnerships for the European Federation of the Pharmaceutical Industries and Associations, a trade organization. "Furthermore, antibiotics are only used acutely, perhaps only for a week to ten days at a time. This adds to the difficulty in making a return on investment. By comparison, treatments for chronic illnesses, say for cardiovascular or musculoskeletal conditions, are used long term, perhaps for the rest of the patient's life."
"Drug development … is one of the most critical things that we are facing," says Otto Cars, the chairman of ReAct (Action on Antibiotic Resistance), an independent think tank, and a professor of infectious diseases at Uppsala University. For gut flora that can shift readily from animal to human hosts—including Gram-negative[34] enterics such as Salmonella, Campylobacter, Klebsiella, E. coli, and Shigella—horizontal gene transfer is "moving rapidly now," he says. "These kinds of infections that Gram-negative bacteria are causing are already untreatable; even in the rich part of the world, there are totally resistant strains," he says. "The drug pipeline is particularly empty for that space."
Nevertheless, some major companies are looking into new antibiotics. For example, AstraZeneca is looking for solutions for multidrug-resistant tuberculosis.[35,36] Companies are investing money, sometimes by acquiring smaller companies that have begun the research or joining in efforts with nonprofits[37] and academic researchers. Petersson notes that the Trans Atlantic Task Force on Antimicrobial Resistance,[38] formed between the European Union and the United States as part of the 2009 EU–US Summit Declaration,[39] will present suggestions at this year's summit meeting for areas of cooperation, including incentives for industry to pursue new drug development.
The WHO, the CDC, and other national, international, and nonprofit organizations are pursuing alternative business models. Government funding, as when a federal agency invests in vaccine research, may be one option, Cars suggests. So-called advanced market commitments—where governments pledge to purchase drugs, thus guaranteeing a market—is another option. In its new policy guidance,[13] the WHO calls for global and national commitments to develop drugs and share information on the national costs of inaction, as well as "push" and "pull" incentives to reduce the inherent risks in the initial phases of research and development and to offset the risks of an uncertain market, respectively.
Crossing Boundaries
Heeding calls[40-42] for better management of the drugs currently available to doctors will require much more attention to trends of resistance. In particular, monitoring is now lacking. "If anything, we don't know enough about developing countries to understand the situation—what resistant bacteria are there? In Europe and the U.S., systems of surveillance are in place, but not in most of Africa or Asia," Raviglione says, referring to health systems, although the same holds true for environmental surveys.
Europe and the United States use far more antibiotics by volume as well as newer antibiotics compared with less affluent countries that typically use fewer and older generations of drugs, Raviglione says. That would indicate such countries might not yet have resistance to latest-generation drugs the same way Europe and the United States do. But there remains concern about the outsourcing of drug production to developing countries, especially India and China, where lax enforcement of regulations could increase the likelihood of unchecked environmental releases of active pharmaceutical ingredients—hence studies such as Larsson's work in Patancheru. The potential for impacts of manufacturing newer antibiotics in developing countries, with possible unwanted environmental releases, has not yet been studied, say the scientists contacted for this story.
Making data internationally available so that teams are tracking the same genes and species in different countries may be one avenue of attack on the issue of antibiotic resistance. Julian Davies, a professor emeritus of microbiology and immunology at the University of British Columbia, and David Graham, an environmental engineer at Newcastle University, have been working on a proposal to bring together members of the medical, environmental, and microbial research communities to address antibiotic resistance issues. If funded, their efforts could result in local centers on every continent working to monitor antibiotic resistance, look for simple solutions to preventing the spread of antibiotic-resistant microbes inside hospitals, and communicate about antibiotic resistance issues at an international scale.
The interdisciplinary breadth needed to address the many issues at hand have led to miscommunications stemming from vocabulary, Graham says. Take the word transmission, he explains: "To a physician or engineer, transmission means migration between individuals at larger scales, whereas to a microbiologist transmission is something at the micro-scale between the bacteria themselves. It took us [the diverse members of the team working on the proposal] awhile to agree upon a common language."
But microbes have few such communication barriers, and they quickly find ways to communicate resistance, as plane transit brings countries—and antibiotic resistance hot spots—closer together. Some of the global aspects of the problem can be illustrated by last year's description of NDM-1, a protein present on plasmids that confers antibiotic resistance to multiple antibiotics.[43] The mechanism of resistance traveled from hospitals in India to the United Kingdom via patients who had visited the subcontinent, presumably for cheap medical treatments, and then returned home. Furthermore, NDM-1 has appeared in tap water and wastewater outside of hospital settings in New Delhi, according to another recent report in The Lancet Infectious Diseases,[44] heightening concerns for local transmission in an urban environment.
Tools for the Trade
Ussery and his colleagues, while working to figure out antibiotic resistance transfer at a basic level, are also developing field tools for tracking antibiotic resistance genes and the microbes that carry them. The team includes computer scientists searching for simple algorithms that will let researchers make fast identifications of resistance gene sequences and resistant microbial species.
Ussery envisions a device on every doctor's desk that could take a swab from a patient and sequence the DNA from that sample. This device, connected to the Internet or with databases preloaded, could use the sequence to identify the microbes present to the genus or even species level, then spot genes they might carry for resistance to certain drugs. The test could potentially even predict the effectiveness of specific drugs in individual patients. That could guide doctors in prescribing treatment or hospitals in determining when to quarantine a patient with a particularly virulent resistant strain of an infectious disease.
"Some machines are now doing single-molecule sequencing [of bacteria] from one cell. The technology is almost there," Ussery says, citing manufacturer Oxford Nanopore's machines that can sequence a microbe from one cell as being close to market-ready.
For tracking antibiotic resistance in the field, these techniques could prove to be a massive boon, but they will have to become much less expensive than current market costs of the machines, comments Davies. The newest so-called third-generation apparatuses for identifying genetic codes in the blink of an eye may cut the cost of reading an entire genome to a tenth or less of current costs, but machines will still cost hundreds of thousands of dollars, he says, backed up by the price tag of Pacific Biosciences' first entry to the market late last year.
Searching for Simple Answers
Even a very expensive diagnostic tool would save a lot of lives, Cars says, and it would also save antibiotics for clinical use: rapid tests used on a daily basis could lead to hospital practices that save time and money while conserving antibiotics for treatment.
But new technologies are not the only tool that will be necessary to address all the threads that intertwine the problem of spreading antibiotic resistance, Cars and others say. Tracking genes in hospitals and the wild, putting policies in place to limit use of antibiotics outside of absolute necessity in a clinical setting—the wish list goes on.
And yet, in some ways, simple solutions seem to be in the offing. U.S. congressmen recently visited Denmark to learn more about that country's successful transition away from antibiotic use for growth promotion in swine.Contrary to stories about how Denmark's agricultural sector crashed after that use of antibiotics completely stopped five years ago, Frank Møller Aarestrup of the Technical University of Denmark and colleagues report the country today continues to increase its exports of pigs without the help of antibiotics, depending solely on improved animal husbandry techniques.[45]
This anecdote underscores the power of seemingly simple policy decisions to make immediate changes with promising consequences. Absent such courageous steps, "it's almost just a matter of time" before antibiotic resistance is transferred to a pathogen that matters for human health, Ussery says.
"It's an enormously frustrating situation," says Davies, who says he feels he and his colleagues talk a lot about the problem without making much headway at the larger scale. In the end, he says, solutions can only come from convincing the general public and lawmakers that the time to act is now.
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