17 de enero de 2017 – Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Una familia de bacterias altamente resistentes a los fármacos y potencialmente mortales puede extenderse más ampliamente y de manera más sigilosa de lo que se pensaba anteriormente. Se examinaron Enterobacteriaceae resistentes a carbapenemes (CRE), causantes de enfermedad en cuatro hospitales de Estados Unidos. Se encontró una gran variedad de especies y una amplia gama de rasgos genéticos que permitían a las CRE resistir a los antibióticos, los cuales se están transfiriendo fácilmente entre las diversas especies. 9 Los hallazgos sugieren que las CRE están más extendidas de lo que se pensaba anteriormente, de forma que bien podrían estar transmitiéndose de persona a persona asintomáticamente, y que debería aumentarse la vigilancia genómica de estas peligrosas bacterias. “Aunque el enfoque típico ha sido el tratamiento de pacientes enfermos con infecciones relacionadas con la CRE, nuestros nuevos hallazgos sugieren que la CRE se está extendiendo más allá de los casos evidentes de enfermedad. Necesitamos mirar más en profundidad esta transmisión inobservada dentro de nuestras comunidades y centros de salud si queremos eliminarla”, propone el autor principal del estudio, William Hanage, profesor asociado de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública ‘T.H. Chan’, de Harvard. Alta tolerancia a los antibióticos Las CRE son una clase de bacterias resistentes a múltiples antibióticos, incluyendo carbapenemes, que se consideran medicamentos de último recurso cuando otros antibióticos han fallado. Las CRE, que tienden a extenderse en hospitales y centros de atención a largo plazo, causan un estimado de 9.300 infecciones y 600 muertes en Estados Unidos cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y la incidencia está en aumento. El director de los CDC, Thomas R. Frieden, llamó a estos patógenos “bacterias de pesadilla”, porque son resistentes a algunos de los tratamientos de última generación disponibles para los doctores que luchan contra infecciones resistentes. Los científicos examinaron cerca de 250 muestras de CRE de pacientes hospitalizados en tres hospitales de la zona de Boston y de un hospital de California para obtener una instantánea de la diversidad genética de la CRE, definir la frecuencia y características de los brotes, encontrar evidencia de cepas transmitidas dentro y entre hospitales y aprender cómo se está propagando la resistencia entre las especies. Estudios anteriores han examinado típicamente sólo un brote a la vez. Los investigadores encontraron lo que Hanage calificó de “disturbio de diversidad”, tanto entre las especies de CRE como entre los genes de resistencia a carbapenemes. También hallaron que los genes de resistencia se están moviendo fácilmente de una especie a otra, contribuyendo a una amenaza continuamente en evolución de la CRE. Además, los investigadores identificaron mecanismos de resistencia que no se habían visto antes, lo que implica que hay más por descubrir. El hallazgo destaca la necesidad de más vigilancia en la búsqueda de formas de resistencia aún desconocidas a medida que evolucionan y surgen. “La mejor manera de detener las CRE que hacen enfermar a la gente es, en primer lugar, prevenir la transmisión”, subrayó Hanage.