7 de febrero de 2017 – Fuente: Science Translational Medicine
El uso indebido de antibióticos en el parto daña el sistema inmune del recién nacido a veces de por vida. Y eso ayuda a explicar enfermedades sin aparente causa genética o ambiental como el asma. Un estudio indaga en la indicación inadecuada de antimicrobianos en el momento del parto, por ejemplo cuando se practica una cesárea, como parte del protocolo establecido como medida preventiva pero sin razones objetivas que los justifiquen. Los antibióticos que protegen a los bebés de una infección también interrumpen el crecimiento normal de las bacterias del intestino; las consecuencias de este uso rutinario de antibióticos todavía son más profundas y duraderas de lo esperado. Una investigación, hecha con ratones de laboratorio, evidencia que la interrupción a corto plazo de las bacterias del intestino hace que las crías tengan más probabilidades de desarrollar neumonía y las hace más propensas a morir por la enfermedad. A largo plazo, las interrupciones continuas de las bacterias del intestino al parecer causan un daño permanente del sistema inmune. El estudio da pie a un debate más amplio sobre el uso de antibióticos, incluyendo la práctica casi automática de prescribirlos a las mujeres antes de las cesáreas. Es momento de replantear las prácticas que se establecieron hace décadas. Hoy, para prevenir la infección en un bebé, se está exponiendo a 200 a los efectos no deseados de los antibióticos, cuando resulta posible un enfoque más equilibrado y matizado.
Se administran a 30% de los neonatos
En casi todas las cesáreas que se practican en Estados Unidos se prescriben antibióticos a las madres poco antes del parto, y hasta 30% de los recién nacidos en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) también los reciben. Los tratamientos ayudan a prevenir las infecciones estreptocócicas del Grupo B (la principal causa de infecciones mortales en los recién nacidos) pero, en la mayoría de los casos, se administran como medida preventiva, no porque se hayan confirmado infecciones. Una vez administrados, los antibióticos actúan contra una amplia gama de bacterias, ya sean buenas o malas. Las bacterias comensales desempeñan un papel vital en la construcción de un sistema inmune saludable. La buena noticia es que existen métodos para restaurar los niveles normales de bacterias. De hecho, cuando los investigadores usaron estos métodos en ratones, se restauró su resistencia a la neumonía. Ahora, estos científicos están realizando un estudio clínico para evaluar la seguridad y los beneficios de limitar el uso de antibióticos entre las mujeres embarazadas y los recién nacidos.