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jueves, 22 de junio de 2017

EL AGUA NO ESTÁ BIEN: UNA INFECCIÓN VINCULADA CON LAS PISCINAS SE DUPLICÓ EN EE. UU. A LO LARGO DE DOS AÑOS

La criptosporidiosis puede provocar que se sufra de diarrea acuosa durante semanas, advierten los CDC

Traducido del inglés: viernes, 19 de mayo, 2017

JUEVES, 18 de mayo de 2017 (HealthDay News) -- Las familias que buscan refrescarse no esperan contraer una desagradable infección. Pero los brotes de una infección parasitaria que provoca diarrea se han duplicado en los últimos años en las piscinas y parques acuáticos de Estados Unidos, advierten las autoridades sanitarias.
En 2016 se reportaron al menos 32 brotes de criptosporidiosis, en comparación con 16 brotes en 2014, según un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
La criptosporidiosis es la causa más común de diarrea, señalan los CDC. Se propaga cuando las personas entran en contacto con las heces de una persona infectada.
Las personas por lo demás sanas pueden enfermarse durante hasta tres semanas con diarrea acuosa, calambres estomacales, náuseas o vómitos, advierten los CDC. La infección puede resultar letal en las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
¿La causa? Los adultos o niños enfermos con diarrea provocada por la criptosporidiosis nadan en las piscinas públicas a pesar de su enfermedad, y siguen propagando el parásito, apuntó Michele Hlavsa, jefa del Programa de Natación Saludable de los CDC.
Durante un incidente de diarrea, "una persona típica enferma con Cryptosporidium puede liberar entre 10 y 100 millones de ovocitos, que es la etapa infecciosa de la criptosporidiosis", apuntó Hlavsa. "Tragar 10 o menos ovocitos puede provocar enfermedad. Al observar a una piscina de tamaño típico, tragar incluso un sorbo de agua puede enfermarnos".
Las personas también pueden contaminar el agua de la piscina con criptosporidiosis a través del contacto físico, apuntó Lilly Kan, directora principal de enfermedades infecciosas e informática en la Asociación Nacional de Autoridades Sanitarias de los Condados y Ciudades (National Association of County & City Health Officials, NACCHO).
Por ejemplo, los padres pueden propagar el parásito cuando cambian el pañal contaminado con criptosporidiosis de un niño y entonces se meten al agua sin lavarse las manos de forma adecuada, dijo Kan.
Hlavsa explicó que la criptosporidiosis es resistente al cloro, y puede sobrevivir hasta 10 días en el agua de la piscina aunque esté adecuadamente clorada.
"Los ovocitos tienen una cáscara externa dura, y eso los hace muy resistentes a los desinfectantes químicos", dijo Hlavsa.
El año pasado hubo la cantidad más alta de brotes de criptosporidiosis en una década, según el informe de los CDC.
Pero los expertos no saben si en realidad hay más brotes o si las autoridades de salud pública los están detectando mejor, dijo Hlavsa.
Los hallazgos aparecen en la edición del 19 de mayo de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR) de los CDC.
El informe citó brotes específicos en algunos estados:
•Ohio experimentó un aumento de casi cinco veces en los casos de criptosporidiosis en 2016: se reportaron 1,940 casos, frente a un promedio de 399 casos en los cuatro años anteriores. Un brote enfermó a los miembros de un equipo deportivo de una universidad después de que visitaran un parque acuático.
•Arizona reportó 352 casos confirmados en laboratorio entre julio y octubre de 2016, frente a un máximo de 62 casos detectados anualmente en los años anteriores. Esto incluyó a 36 jugadores y familiares asociados con un equipo de las Pequeñas Ligas que enfermaron tras visitar un centro acuático del condado de Maricopa.
Las personas no deben nadar si están enfermas con diarrea, y deben evitar que los niños con diarrea vayan a la piscina, aconsejó Hlavsa. Si han sido diagnosticadas con criptosporidiosis, deben esperar dos semanas después de que la diarrea pare para ir a nadar.
Los padres deben llevar a sus hijos al baño con frecuencia, y no deben confiar en que los pañales de natación protejan a los demás nadadores de exponerse a la diarrea de un niño, añadió Hlavsa.
"Los pañales de natación no contienen la diarrea", aseguró. "Si el agua entra al pañal, el agua también sale".
Para protegerse, los nadadores deben evitar tragar el agua de la piscina, y asegurarse de que los niños no tengan juguetes de piscina que hagan que traguen agua, aconsejó Hlavsa.
Un segundo informe publicado en la MMWR anotó otro peligro potencial de las piscinas públicas: la inhalación del gas cloro, que es tóxico.
Entre 2008 y 2015, los compuestos para piscina mal manejados lesionaron a 190 personas en California en nueve incidentes distintos, anotó el informe. Los síntomas de la inhalación del gas cloro incluyen vómitos, tos e irritación ocular.
Los trabajadores deben leer las etiquetas de los compuestos para las piscinas, seguir las indicaciones y utilizar el equipamiento de seguridad adecuado, enfatizó Hlavsa.
Además, Jennifer Li, directora principal de salud ambiental de la NACCHO, dijo que los empleados deben despejar el área de la piscina antes de encender las bombas de recirculación, dado que la introducción del cloro concentrado puede provocar una liberación repentina de gas cloro.
Los gerentes de las piscinas y los parques acuáticos deben asegurarse de que sus empleados estén entrenados, añadió Li.
"En estos lugares públicos hay mucho personal de temporada, y hay que educarlo de forma adecuada antes de que realicen el mantenimiento de la piscina", dijo Li.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Michele Hlavsa, RN, MPH, chief, Healthy Swimming Program, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Lilly Kan, MPH, senior director, infectious disease and informatics, National Association of County & City Health Officials; Jennifer Li, MHS, senior director, environmental health, National Association of County & City Health Officials; May 19, 2018, Morbidity and Mortality Weekly Report