17 de setiembre de 2013 – Fuente: Centers for Disease Control and Prevention (Estados Unidos)
Más de dos millones de personas contraen infecciones con bacterias resistentes a los antibióticos cada año, lo que resulta al menos en 23.000 muertes, según un informe publicado por las autoridades federales de salud. Atribuyen al uso excesivo de antibióticos la clave de este problema que supone una amenaza para la vida.
“El informe es el resultado del primer análisis integral que los Centros para el Control y la Prevención de las En-fermedades (CDC) de Estados Unidos han realizado sobre el impacto de las bacterias resistentes a los antibióticos en la sociedad”, afirmó el Dr. Steve Solomon, director de la Oficina de Resistencia Antimicrobiana de la agencia. “Esto es preocupante y queremos que la gente lo sepa”, afirmó.
El informe detalla el modo en que se produce la resistencia en los pacientes y se propaga por la comunidad. También ofrece una lista de procedimientos médicos que se han vuelto más peligrosos debido a estas bacterias. Estos procedimientos incluyen la diálisis, la quimioterapia, la cirugía compleja y los trasplantes de órganos.
4 La encefalitis de La Crosse es una encefalitis causada por un virus (virus de La Crosse) de la familia Bunyaviridae y del género Orthobunyavirus y que tiene un mosquito como vector (Aedes triseriatus). Se presenta en América Latina, el Caribe y Estados Unidos, especialmente en la región de los Apalaches y el Medio Oeste. Recientemente se ha producido un aumento de casos en el sudeste de Estados Unidos. Una explicación a esto puede ser que el mosquito Aedes albopictus, que también es un eficaz vector del virus de La Crosse, se ha propagado a través del sudeste del país, sustituyendo a Aedes aegypti en la mayoría de las áreas (que no es un vector eficiente del virus).
La encefalitis de La Crosse fue descubierta en La Crosse, Wisconsin, en 1963. Desde entonces, el virus se ha identificado en varios estados de Estados Unidos y se producen alrededor de 75 casos al año en América Latina y el Caribe, según informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La mayoría de los casos ocurren en niños menores de 16 años de edad. Es una enfermedad zoonótica cuyo vector es Aedes triseriatus, y cuyos reservorios son vertebrados (ardillas) en hábitats de bosques caducifolios. El virus se mantiene durante el invierno por transmisión transovárica en los huevos de mosquitos. Si la hembra del mosquito está infectada puede poner huevos que son portadores del virus y los adultos procedentes de los huevos son capaces de transmitir el virus al picar a sus vícti-mas.
El uso excesivo de antibióticos es el factor más importante que lleva a la resistencia a los antibióticos, según el informe. Los antibióticos son unos de los medicamentos que más se recetan, pero hasta la mitad de esas recetas o bien no son necesarias o no son el mejor tratamiento para el paciente, señala el informe.
“Los pacientes deben comprender que los antibióticos no son la solución para todas las enfermedades –afirmó Solomon. Es importante que las personas no tomen antibióticos cuando no sean necesarios. Contribuye a la resistencia, y también tiene consecuencias para el paciente en la forma de efectos secundarios”.
La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, promulgada por el presidente Barack Hussein Obama II en 2010, enfoca de manera fuerte en la atención primaria de salud, lo que, para algunos es crítico a la hora de detectar y tratar de manera adecuada las infecciones.
Aseguran que el médico de cabecera, pilar de esta atención, debe hacer un seguimiento del paciente, para controlar que el medicamento se tome correctamente y se evite desarrollar resistenc
Los CDC también criticaron el uso de antibióticos en animales para el consumo a fin de prevenir, controlar y tratar las enfermedades, así como para fomentar su crecimiento. “El consumo de antibióticos para favorecer el crecimiento no es necesario, y esa práctica debería de descartarse de manera paulatina”, afirmó el informe.
El núcleo del informe de los CDC es una evaluación del nivel de amenaza que suponen 18 enfermedades relacionadas con las bacterias y los antibióticos, que pueden dividirse en 3 categorías: urgentes, graves y preocupantes.
Tres enfermedades relacionadas con los antibióticos se clasificaron como amenazas urgentes que requieren de una atención inmediata:
• Las enterobacteriáceas resistentes a la carbapenema (ERC) son una familia de bacterias que han desarrollado una gran resistencia a los medicamentos en los últimos años. La mitad de las personas que han contraído infecciones en el torrente sanguíneo con las ERC fallecen. Cada año se producen aproximadamente 9.300 infecciones de ERC en el hospital. “Muchas de esas bacterias se han vuelto resistentes a todos los antibióticos que tenemos –comentó Solomon–. Estamos muy preocupados por la propagación significativa que puede producirse en los próximos años”.
• Neisseria gonorrhoeae, la bacteria que causa gonorrea, está mostrando señales de resistencia a la familia de antibióticos de la cefalosporina. Los CDC estimaron que en aproximadamente un tercio de las 820.000 infecciones anuales de gonorrea hay cepas que se han vuelto resistentes a los antibióticos. “Las cefalosporinas son realmente la última línea de defensa que tenemos contra la gonorrea”, indicó Solomon. “Ha mostrado su capacidad de volverse resistente a cada antibiótico que le damos. Si fallamos en esto, si esta gonorrea resistente a la cefalosporina se propaga, la enfermedad se volverá intratable”.
• Clostridium difficile es una bacteria que, aunque no es resistente a los antibióticos, supone una amenaza ur-gente porque provoca diarrea que está relacionada con al menos 250.000 hospitalizaciones y 14.000 muertes de estadounidenses al año. Las infecciones por C. difficile se producen porque el consumo del antibiótico destruye las bacterias buenas que hay en el cuerpo de las personas que las protegen contra las enfermedades. “Dado que no ha habido mucho éxito a la hora de afrontar el problema del uso excesivo de antibióticos, lo consideramos un problema urgente, porque se debe controlar”, comentó Solomon.
Hay 12 infecciones de bacterias resistentes a los antibióticos clasificadas como graves y 3 son preocupantes. Para cada amenaza de las bacterias, los CDC ofrecen una guía de lo que las autoridades del sector de la atención sanita-ria, los profesionales médicos y el público en general pueden hacer para limitar la propagación.
Las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos suponen un exceso de hasta 20.000 millones de dólares en costos directos en atención sanitaria, a lo que hay que añadir los costos adicionales derivados de la pérdida de productividad de hasta 35.000 millones de dólares al año, según el informe.
En este informe, los CDC bosquejaron una estrategia de cuatro partes para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos:
• Prevenir las infecciones y prevenir la propagación de la resistencia.
• Hacer un seguimiento a las bacterias resistentes.
• Mejorar el uso de los antibióticos existentes.
• Fomentar el desarrollo de nuevos antibióticos y nuevas pruebas diagnósticas para las bacterias resistentes.
“Aunque estos problemas sean distintos, se deben usar las mismas estrategias para todos ellos”, afirmó Solomon. “Al ayudar a las personas a comprender que las maneras en que afrontamos todas estas bacterias resistentes a los antibióticos comparten estas cuatro estrategias fundamentales, las ponemos así todas en su contexto y ofrecemos una visión general”.
El Dr. Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Americana para la Salud Pública (American Public Health Association), comentó que agradece la franqueza y la sensatez del informe. “El informe nos da una herra-mienta. Algo que podemos usar para hablar con el público –afirmó–. Obviamente, hay un gran riesgo para la salud pública por la resistencia a los antibióticos, y será necesaria una respuesta multisectorial para solucionarlo”.