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lunes, 4 de noviembre de 2013

HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES VENEREAS IX

Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007

John Hunter (1728-1793) célebre médico inglés, se le conoce por la descripción del chancro duro de la sífilis o chancro Hunteriano.
El año 1767, cuando Balfour había demostrado claramente en Edimburgo la inexistencia de la blenorragia sifilítica, esto es, que la sífilis no era la secuencia obligada de la gonorrea, tesis apoyada por investigadores tan distinguidos como Morgagni, Ellis y Tode, aparece John Hunter, quien queriendo probar la teoría dualista, terminaría por reafirmar a los unicistas.
Quiso demostrar en definitiva su teoría del contagio de la gonorrea a través del pus, terminando, según el historiador W. Bulloch, por “inocularse a si mismo en el pene con una lanceta sumergida en materia de un caso de gonorrea´(Mayo 1767).
Se inoculó pus gonorréico de un paciente que ignoraba que era también sifilítico y adquirió las dos enfermedades, determinando que ambas eran ocasionadas por un virus venéreo. Murió de un aneurisma sifilítico de la aorta.
Fue un mártir de la ciencia. La auto inoculación de Hunter, probó inequívocamente que gonorrea y sífilis era una misma enfermedad con dos fases clínicas, dando el espaldarazo triunfal a la teoría unicista.
Siete años después de su funeral, nacería el hombre que iba a demostrar que la inequívoca prueba era errónea: Philipe Ricord (1799-1899). (1),(49),(51)

El Martirio del Mercurio (Dios romano del comercio y del viajero), fue sufrido por todos aquellos que se sometían a tratamiento por enfermedades venéreas, específicamente por sífilis. Se administraba por vía oral (en forma de sales como el calomel), mediante fricciones, por inyección intramuscular y por inhalación de vapores de mercurio a pacientes que padecían sífilis u otras enfermedades venéreas. Luego el paciente era sometido a baños de vapor o cubierto con mantas gruesas, basándose el tratamiento en la Teoría de los Humores, según la cual los venenos causantes de la enfermedad debian evaporarse del organismo.
Refiere Watts (10),(11), que a ésta Teoría Helenística-Arabe se le sumaba la convicción cristiana de que el dolor físico causado por el tratamiento, donde se caían los dientes, los dolores corporales eran tremendos y se caía el cabello, las pestañas y la barba, así como los altos costos del mismo, propiciaba una purga a los pecados cometidos.
Las enfermedades venéreas desde el siglo XVI fueron siempre un verdadero problema de salud y ya a comienzos del siglo XVIII la única manera de contrarrestar la enfermedad, era a través de curas de mercurio en un ambiente caliente y seco, lo que se denominaba “El martirio del mercurio” ya que los pacientes afectados ”Por una noche con Venus, toda una vida con Mercurio”, en alusión directa a los efectos devastadores de los devaneos sexuales cuando se tenían que tratar con medicamentos mercuriales. (1),(38)


En 1838 Philip Ricord (1800-1889) venereólogo francés, escribe una obra de gran importancia “Tratado practico de las enfermedades venéreas” publicado en Paris, divide la sifilis en tres periodos en la que estudia y describe las diversas manifestaciones de la blenorragia (39),(40). Estableció la especificidad de la sífilis como entidad nosológica aparte de la gonorrea. En sus clases en el Hôpital du Midi, del que era director, decía con frecuencia: “Caballeros: la sífilis es una afección que hay que estudiar sin contraerla”. (1)
El doctor Ricord fué el cirujano en jefe del Hospital para enfermedades venéreas en el Hospital du Midi ganando una gran reputación. Por sus estudios sobre el varicocele y sobre la cirugía de uretroplastía recibió en 1842 el premio Montyon. En 1862 fué nombrado médico del príncipe Napoleón. En 1869 fue cirujano consultante del rey Napoleón III. Por sus trabajos en el ámbito militar fue nombrado ‘Gran Oficial de la Legión de Honor’ en 1871.



Pedro Laín Entralgo, historiador médico español cita: ‘En el campo de la sífilis, Philip Ricord desacreditó la creencia de Hunter de que la gonorrea y la sífilis eran la misma enfermedad, cuando inoculó pus gonorreico a 2.500 pacientes, sin que ninguno contrajera la sífilis’ (41)

En los veintidós años que duraron las guerras napoleónicas y revolucionarias (1793-1815) los cirujanos de la armada real francesa eran los responsables de la salud de oficiales, mujeres y niños de cada embarcación y el motivo de consulta más frecuente eran las enfermedades venéreas. Para ése entonces las enfermedades venéreas se limitaban a gonorrea o a ‘lux venerea’, también conocida como lúes o French Pox, es decir sífilis. Esta usualmente se trataba con sales de cloruro o ioduro de mercurio, como unguento en cebo o manteca. Esta solución se llamaba Calomel® (Cloruro de mercurio), y recibían también otros nombres como Saturine®, Lunar Caustic® o Clap Balsam, o pastillas azules (Blue pills). La gonorrea en cambio se trataba con reposo en cama, y dieta evitando vinos, especias, cebollas, carne. Se le daba agua de cebada o leche y evitar excitación sexual o cualquier cosa que ‘inflamara la fantasía y la imaginación’ (42)
El unguentum Saracenicum, a base también de mercurio, fue muy utilizado por la medicina árabe en afecciones de la piel como la sarna, psoriasis, lepra y otras enfermedades y era una de las terapias preferidas de los médicos del siglo XV, XVI, XVII, XVIII y XIX, al igual que el Guayaco o Palo santo, importado desde sudamérica a europa por las empresas comerciales de ultramar de la familia Fugger, banqueros alemanes de Augsburgo, los cuales tenían un monopolio con dicho producto. Los derivados del mercurio se utilizaron por más de cuatrocientos años hasta la llegada del Salvarsán® a comienzos del siglo XX. (43)


En 1736 el médico Jean Astruc (1684-1766), de la corte de Luis XV y famoso profesor de medicina de la Universidad de Montpellier y de Paris, recopiló toda la información que se tenía para ése momento acerca de las enfermedades venéreas y escribió un tratado sobre sífilis y enfermedades venéreas en general ‘De Morbis Venereis libri sex. 1736’

En 1854 el Ioduro de potasio fue introducido en conjunto con el mercurio para el tratamiento de la sífilis.
En 1861 el médico inglés del London Hospital, Sir Jonathan Hutchinson describe la sífilis congénita e igualmente describe la denominada ‘Tríada de Hutchinson’ consistente en sordera, afección de la visión (queratitis intersticial) y dientes en forma de muesca.

En 1873 un dermatólogo el doctor Joseph Grunfeld, dermatólogo de Viena y de Pest (Hungría), funda la moderna uretroscopia en la clínica de pacientes sifilíticos de Viena.
Interesándose en las enfermedades venéreas, realizaba las denominadas cromatografías de uretras infectadas por este método endoscópico en el recientemente creado Departamento de Enfermedades Sifilíticas y de Órganos Urinarios del que fue designado profesor.
Dicta las normativas de cómo debía realizarse una uretroscopia en un pacientes aquejado de síntomas urinarios, usualmente producidos por enfermedades venéreas que llevaban a estrecheces uretrales y/o a cálculos vesicales que al tratar de ser expulsados se atascaban en el conducto uretral. (1)

El doctor Albert Neisser, dermatólogo, sifilólogo y bacteriólogo alemán (1855-1916) aisló en 1879 la causa de la gonorrea al descubrir el gonococo, llamado Neisseria gonorrhoeae, en su honor, luego de mas de 3.500 años de mencionarse en la historia de la medicina.(1)


PERSONAJES HISTORICOS AFECTADOS POR LA SIFILIS

En la época medieval Deodato y Amalasuntha, su esposa y reina ostrogoda padecen la enfermedad. La sífilis afectaría desde mediados del siglo XVI hasta comienzos del siglo XX numerosas figuras de la historia del hombre como el papa Julio II, famoso por su relación artística con Miguelangel, escritores como Alfredo de Musset, de donde proviene el signo de Musset de la Insuficiencia aortica, de la cual murió en 1857, generales como Heliogábalo, el emperador Tiberio, Calígula, Teodocia emperatriz de Bizancio y esposa de Justiniano. Los papas Bonifacio VII, Alejandro VI (Rodrigo Borgia) y su hijo César Borgia. El navegante Cristóbal Colón, el conquistador español Diego de Almagro, Hernán Cortés, el rey inglés Enrique VIII de la dinastía Tudor, su hija Maria Estuardo reina de Inglaterra, el Zar Iván el terrible de Rusia, el segundo marido de la reina María Estuardo de Escocia, Lord Henry Darnley, los reyes franceses Carlos VIII el afable, y Francisco I contrajeron igualmente sífilis.
Era tan usual presentar sífilis en el siglo XVI que el humanista Erasmo de Rotterdam (1469-1536), decía cínicamente: “Un hombre noble sin sífilis o no era demasiado noble o no era demasiado hombre”. (1)
Los Habsburgo, fue tanto en su rama española como en su rama austríaca una familia real aquejada de sífilis. Felipe II, su tercera esposa, Isabel de Valois, su hijo Carlos tenía síntomas de sífilis hereditaria, el rey Felipe IV de España, contrajo sífilis y su hijo Carlos II así como su madre Mariana de Austria. Los Habsburgos de Austria, como Francisco José I, esposo de Sissy (Emperatriz de Austria), el hijo de ambos, Rodolfo de Habsburgo, su esposa Estefanía y su amante María Vetsera. El hermano de Francisco José I, Maximiliano, contrajo sífilis y su esposa Carlota. (1)
En Portugal, el rey Alfonso “el loco”, se infectó de sífilis. Pedro I de Rusia contrajo la sífilis con su esposa Catalina, el Marqués de Sade, Lord Randolph Churchill, padre de Winston Churchill, la bailarina Lola Montez, el pianista y compositor húngaro Franz Liszt, Gaetano Donizetti, Wolfgang Amadeus Mozart del cual se cree, en una de las teorias postumas, murió por intoxicación y envenenamiento por los tratamientos mercuriales producto de su sífilis, Franz Schubert y Ludwig van Beethoven y Niccolò Paganini también la contrajeron. Robert Schumann compositor austríaco el cual padecía de demencia sifilítica, aunque la causa de su muerte fue el envenenamiento con mercurio, usado en esa época como tratamiento para la enfermedad, Bedřich Smetana compositor checo del siglo XIX. (1)

Personalidades del mundo de los escritores como William Shakespeare, Guy de Maupassant, Stendhal, Lord Byron, James Joyce, Arthur Rimbaud, Paul Verlaine, Tolousse Lautrec, Friedrich Nietzsche, Bram Stoker, Heinrich Heine, Edgar Allan Poe, Keats, Oscar Wilde, Charles Darwin naturalista y escritor británico, Karen Blixen, León Tolstoi, el celebre pintor Albert Durero, Vincent Van Gogh, Paul Gaugin, Edouard Manet, el célebre pintor español Goya, Samuel Colt, Jules de Goncourt, Alphonse Daudet padecieron la enfermedad. También Abraham Lincoln y Mary Todd, Thomas Woodrow Wilson, Hugo Wolf compositor alemán, Howard Hughes, Alfonso Capone, el líder soviético Lenin, Hitler y Benito Mussolini la padecieron. (1),(44)