martes, 17 de mayo de 2016
Cuatro grados más o cómo decir adiós a casi el 95% de la humanidad
Miguel Artime
Cuaderno de Ciencias
15 de noviembre de 2012
Este mes los expertos en clima se reunirán en Melbourne (Australia) para tratar sobre los efectos del calentamiento global, y según han anunciado algunos, incluso recortando las emisiones para cumplir con los objetivos de Kyoto en 2020, a finales de siglo nos acercaremos peligrosamente a un aumento en la temperatura de 4 grados.
En opinión de Hans Joachim "John" Schellnhuber, fundador y director del Instituto Postdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) y director del Consejo de Asesores Alemán sobre el Cambio Climático (WBGU), el panorama será realmente desolador si tal incremento en la temperatura llega a darse.
Para Schellnhuber, la capacidad del planeta para albergar humanos en caso de una subida media de 4 grados en las temperaturas se reduciría a "menos de 1.000 millones de personas".
Obviamente, la prensa ya ha hablado de "apocalipsis", aunque los científicos prefieren comprender las implicaciones para hacérselas llegar a los políticos, empresarios y a la comunidad en general.
Tal y como comentó el profesor Kevin Anderson (director del Centro Tyndall para el Cambio Climático en Gran Bretaña) a la prensa en 2009 durante la fallida conferencia de Copenhague:
"Para la humanidad es cuestión de vida o muerte... [un aumento así] no conducirá a la extinción del ser humano, ya que unos pocos afortunados, con los recursos adecuados, podrán desplazarse a las partes apropiadas del planeta y sobrevivir. Pero creo que es extremadamente improbable que evitemos una mortandad masiva con cuatro grados de aumento".
En aquella ocasión Anderson se atrevió a dar cifras: "Si en el año 2050 la población mundial es de 9.000 millones y la temperatura se eleva 4, 5 o 6 grados, los supervivientes podrían ser del orden de 500 millones". Si hacemos las cuentas, eso es hablar de una mortandad de casi el 95%.
El profesor y climatólogo australiano David Karoly dará a conocer esta semana un documento, junto a otros colegas, en el que hablan del escenario que una subida de 4 grados traería a la isla continente.
"Estamos desencadenando el infierno en Australia. Cuatro grados es mucho peor que dos. La disponibilidad de fuentes de agua se reducirá en el cauce del sistema fluvial Murray-Darling, y las precipitaciones se reducirán a la mitad en Australia, duplicando las sequías y el riesgo de incendio. Los niveles del mar subirán 1.1 metros en el 2100, incrementándose hasta los 7 metros con el paso de los siglos incluso aunque cese el calentamiento global. La gran barrera de coral se morirá y la industria del Sky en Australia desaparecerá".
Otro de los expertos, David Spratt, ha escrito recientemente sobre las implicaciones de un aumento en las temperaturas de cuatro grados. "El mundo será más caliente que nunca en la historia de la evolución del hombre".
En su opinión el punto de no retorno será una subida de tres grados. En ese punto ya no podremos intervenir para reducir las temperaturas en el ciclo de vida de una única generación. Spratt cita en su artículo al experto de la NASA James Hansen, que cree que el evento exterminaría a una gran porción de las especies animales del planeta. La mitad del planeta sería inhabitable, y los ecosistemas oceánicos y la cadena trófica se colapsarían.
Lo dicho, realmente un panorama apocalíptico. Esperemos que nuestros gobiernos comiencen a escuchar y empecemos a actuar cuanto antes. Incluso si las predicciones de estos expertos resultan exageradas, no perdemos nada reduciendo las emisiones de gases invernadero.