Translate

martes, 17 de mayo de 2016

¿Por qué los inviernos son cada vez más fríos si hay calentamiento global?

Miguel Artime
Cuaderno de Ciencias
24 de febrero de 2012

Seguramente no sorprendo a nadie si digo que este invierno ha sido uno de los más duros que se recuerdan en Europa. ¿Y si os digo que el culpable podría ser la reducción de los hielos polares producidos por el calentamiento global?
Seguramente, semejante conclusión pueda sorprender al lector, pero eso mismo es lo que aseguran algunos investigadores de la Universidad de Postdam, entre ellos Alfred Wegener.
En su opinión, la disminución de hielo en el Polo Norte, que es lo que ha venido ocurriendo durante estos últimos años, ha tenido dos consecuencias principales: la primera es que han quedado expuestas aguas mucho más oscuras que antes quedaban cubiertas por el hielo. Estas aguas absorben mucho más calor del Sol (calor que antes era simplemente reflejado por el hielo) con lo cual se calientan notablemente.
Luego está la liberación de calor a la atmósfera por parte del océano. Esta alza en las temperaturas puede medirse en las corrientes oceánicas cerca del ártico. El calentamiento de las áreas próximas al mar determina los procesos de afloramiento de la atmósfera, que se vuelven menos estables.
Tras analizar los movimientos que se están creando, los científicos han demostrado que los humanos están alterando profundamente las condiciones típicas de la zona.
Una de las que sufren es la oscilación ártica, esto es, la diferencia de presión entre el Ártico y las latitudes medias (Azores e Islandia). Si la causa de esta diferencia se produce por altas presiones en las Azores y por bajas presiones en Islandia, entonces se forman fuertes vientos occidentales sobre el Atlántico que en invierno transportan a Europa aire cálido y húmedo.
Si estas condiciones no se dan, esos vientos no se forman y el frío aire ártico es capaz de descender hasta Europa sin encontrar obstáculos. Es lo que ha sucedido durante los dos últimos inviernos, y también durante estos días.
¿Y qué nos toca esperar para el futuro? Bien, para los expertos los próximos inviernos serán cada vez más gélidos. Este año, el modelo parecía no funcionar a la perfección, puesto que los meses de noviembre y diciembre fueron relativamente cálidos, pero esto se debió a otros factores contingentes que bloquearon al aire frío.
Sin embargo, a mediados de enero las cosas cambiaron definitivamente y terminó por llegar el frío polar y nieve en abundancia.
Si los meteorólogos tienen razón, debemos esperar que la situación se repita nuevamente en los próximos años.