15 de abril de 2016 – Fuente: Cell Host & Microbe
Un análisis comparativo de las diferencias individuales entre las más de 40 cepas del virus Zika (30 aisladas de seres humanos, diez de mosquitos y uno de monos) ha identificado cambios significativos en las secuencias de aminoácidos y nucleótidos durante el último medio siglo. Los datos indican una fuerte divergencia entre los linajes de Asia y África, así como virus separados de humanos y mosquitos, y es probable que sea útil para que los investigadores determinen cómo un patógeno relativamente desconocido condujo al brote actual. El proyecto –dirigido por investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, y la Academia China de Ciencias Médicas y Peking Union Medical College, Beijing, China– se basa en otros análisis de secuencias virales realizados en los últimos dos meses, con nueva gran escala y comparaciones estructurales El trabajo reveló que todas las cepas del virus Zika humanas contemporáneas comparten una secuencia más similar a la cepa de 1966 de Malasia que a la cepa de Nigeria de 1968, lo que sugiere que las cepas en el reciente brote humano evolucionaron a partir de la cepa asiática. Todas las cepas humanas identificadas en la epidemia de 2015-2016 parecen estar más estrechamente relacionado con la cepa de Polinesia de 2013 que la cepa de Micronesia de 2007, lo que plantea que las dos variantes evolucionaron a partir de un ancestro común. Un cambio estructural significativo La proteína prM (precursor de pre-membrana) del virus Zika tuvo el mayor porcentaje de variabilidad entre los subtipos de los humanos de Asia y los mosquitos africanos y el modelado sugiere que parte de esta variabilidad contribuye a un cambio estructural significativo. “Creemos que estos cambios pueden, al menos en parte, explicar por qué el virus ha demostrado la capacidad de propagarse de forma exponencial en la población humana en las Américas”, dice el autor principal del estudio, Genhong Cheng, profesor en el Departamento de Microbiología, Inmunología y Genética Molecular de la UCLA. “Estos cambios podrían permitir al virus replicarse de manera más eficiente, invadir nuevos tejidos que proporcionan nichos de protección para la propagación viral o evadir el sistema inmune, dando lugar a persistencia viral. Por supuesto, todas estas hipótesis tendrán que probarse en modelos experimentales”, añade este experto. Probablemente, el trabajo de secuenciación futuro se centrará en entender la cepa causante de la epidemia de Zika 2015-2016, que aún no se ha aislado a partir de un mosquito. El grupo de Cheng y otros también comenzarán a elucidar la estructura de las proteínas virales, que puede abrir el camino hacia el diseño de fármacos y vacunas. “Esperamos que nuestro trabajo proporcione una sólida base que ayudará a la comunidad científica a acelerar la investigación del virus Zika”, dice.