8 de febrero de 2017 – Fuente: bioRxiv
Un par de estudios recientes apuntan a una cepa mortal de Salmonella como la causa de millones de muertes en una epidemia ocurrida en el actual territorio de México en el siglo XVI. Este cocoliztli (pestilencia en náhuatl) se produjo entre 1545 y 1576 y se cobró la vida de entre 7 y 18 millones de personas, lo que llevó a algunos investigadores a establecer paralelismos con la Muerte Negra que sacudió a Eurasia en el siglo XIV. Un estudio informa que la población nativa de México era de alrededor de 25 millones cuando Hernán Cortés llegó en 1519, pero sólo un siglo más tarde sólo quedaba un millón de personas. La causa principal de esta dramática disminución de la población fueron aparentemente dos importantes epidemias de cocoliztli, una en 1545 y la otra en 1576. El Dr. Rodolfo Acuña-Soto, profesor de epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) escribió: “En términos absolutos y relativos, la epidemia de 1545 fue una de las peores catástrofes demográficas de la historia humana, similar incluso a la Muerte Negra, causada por la peste bubónica”. Ha habido un gran debate sobre lo que era el cocoliztli, aunque se ha sugerido que la viruela, el sarampión, una fiebre hemorrágica viral y el tifus pueden haber estado detrás de las epidemias. En su artículo, Acuña-Soto describe a la enfermedad: “Se caracterizaba por un inicio agudo de fiebre, vértigo y dolor de cabeza severo, seguido por el sangrado de nariz, oídos y boca; estaba acompañada de ictericia y dolor abdominal y torácico severos, así como manifestaciones neurológicas agudas. La enfermedad duraba tres a cuatro días, era altamente letal, y atacaba principalmente a la población nativa, casi sin afectar a la población española”. Pero ahora, un equipo dirigido por Johannes Krause, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, en Jena, Alemania, han descubierto una cepa de Salmonella enterica conocida como Paratyphi C en el ADN de los dientes de 29 personas enterradas en la época de la epidemia en un cementerio en Teposcolula-Yucundaa, Oaxaca, en el sur de México. Un artículo de Ewen Calloway describe el síntoma principal y los posibles efectos de esta bacteria, que “causa fiebre entérica, una enfermedad similar al tifus, que si no es tratada, puede matar a 10-15% de las personas infectadas”. El estudio sugiere que Salmonella Paratyphi C puede haber llegado a México desde Europa junto con una variedad de plantas, animales, culturas y tecnologías que acompañaron el movimiento de personas desde el Viejo Mundo al Nuevo Mundo, inmediatamente después del contacto inicial, en un proceso conocido comúnmente como el “intercambio colombino”. Coincidentemente, un equipo dirigido por Mark Achtman, un microbiólogo de la Universidad de Warwick en Coventry, Gran Bretaña, también han presentado recientemente sus resultados en un estudio de una mujer de Noruega que murió de fiebre tifoidea causada por Salmonella enterica Paratyphi C unos 300 años antes de la epidemia que afectó a México. ¿Una extraña coincidencia? ¿O es posible que la misma bacteria se extendiera por toda Europa hasta llegar a España y luego fuera llevada hacia el Nuevo Mundo, cuando los españoles llegaron a México en el siglo XVI? Puede ser posible. Como señala Calloway, “un pequeño porcentaje de personas infectadas con Salmonella Paratyphi C portan la bacteria sin enfermar, por lo que españoles aparentemente sanos podrían haber infectado a los mexicanos que carecían de resistencia natural”. El caos que causó su llegada habría alterado las condiciones de higiene en la zona; así, la reubicación forzada, las nuevas prácticas agrícolas, etc. aumentaron la probabilidad de contaminación de alimentos y agua. Las condiciones de sequía empeoraron la situación.
Sin embargo, los vínculos entre los estudios son un poco débiles para algunos investigadores. María Ávila-Arcos, una genetista de la evolución de la UNAM, por ejemplo, no está convencido; ella afirma que es más probable que un virus causara la cocoliztli, algo que los métodos de los investigadores no han tenido en cuenta en este estudio. No obstante, sería interesante comparar los antiguos genomas de las cepas de Salmonella de México y Noruega, así como otras recogidos en América y Europa, para poner a prueba esta hipótesis y comprobar si la bacteria fue llevada desde Europa. De hecho, el equipo de Krause tiene previsto continuar su búsqueda de patógenos antiguos en los cementerios del Caribe, para ver si otras pruebas apoyan su hipótesis de Salmonella.