Dr. Julio César Potenziani Bigelli
Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Invitado de la Academia Nacional de Medicina
Hospital Privado Centro Médico de Caracas
Dra. Silvia D. Potenziani Pradella
Médico UCV- 2007
Gabbriele Falloppio (1523-1562) cirujano y anatomista italiano, en su libro “De preservatione a carie gallica” del año 1555 ideó una protección individual para el llamado “mal francés o sífilis” consistente en un corte de lino en forma de saco, a la medida del glande “ad mensuram glandis” empapado de mercurio, antecesor del moderno preservativo (1).
A mediados del siglo XVI la Iglesia católica propone la abstinencia sexual como argumento lógico para combatir la sífilis, la cual sin duda alguna, se había convertido en un problema de salud pública y los santos protectores asignados para la sifilis eran san Jacobo (santo patrón de la reconquista española y de España y de los Peregrinos) y san Dionisio, santo de los pecadores.
El papa Paolo IV, Juan Pedro Carafa (1476-1559) decretó la expulsión de las prostitutas de Roma y del Estado Pontificio. Pero como es natural, éste edicto levantó tan acaloradas protestas por el pueblo acostumbrado a las practicas con prostitutas, que tuvieron que buscar localidades del otro lado del rio Tiber (hoy en día la barriada de Trastevere), donde Carlos I de España tuvo que ‘tolerar’ la construcción de casas para tal fin, denominandose “casas de tolerancia”. Las prostitutas enfermas de sífilis eran aisladas y castigadas corporalmente antes y después de los tratamientos recibidos (1).
Giovanni Marinelli médico y filósofo italiano en 1563 publica en Venecia el primer Tratado de Ginecología-Obstetricia “Le medicine pertinenti alle infermitá delle donne”, donde menciona “aquellos pequeños fastidios que pueden inclusive ser motivo de rescisión matrimonial” como por ejemplo la incontinencia urinaria, la halitosis, la eyaculación precoz, la blenorragia, el satirismo y el priapismo.
William Cloves del Hospital San Bartolomé de Londres en 1585 afirmaba que uno de cada dos pacientes era sifilítico y creía que en 5 años había tratado a más de un millar de pacientes. Un factor fundamental en el aumento de la prevalencia e incidencia de la sífilis en la Inglaterra del siglo XVI fue que los jóvenes de las zonas rurales (que representaban el 80%) exentos del peligro de la sífilis y no promiscuos, se comenzaron a trasladar a las grandes ciudades, lo que se convertiría en la base fundamental del aumento de la incidencia y prevalencia de la sífilis (1),(10),(11)
El “Tratado de Urología” del Francisco Diaz (1527-1590), ‘Padre de la Urología española’ y cirujano del rey Felipe II, menciona en el ultimo de los libros el tratamiento de las almorranas, de la flema salada, y la ‘ninphea o crecimiento de carne en el pudendo de la mujer’ posiblemente refiriéndose a las verrugas virales genitales actualmente denominadas virus del papiloma humano.
El ‘cisorio’ instrumento precursor del moderno uretrotomo era similar a un catéter dentro del cual se introducía una ‘verga fina de plata’ con el que se iba cortando la carnosidad uretral (estrecheces o endurecimientos de la uretra), que él decía eran casi siempre ocasionados por la gonorrea o mal francés. Analiza en sus obras los procesos inflamatorios uretrales usualmente secundarios a enfermedades venéreas (1)
Ambrosio Paré (1510-1590) considerado uno de los Padres de la Cirugía publicó la mayoría de sus aportes urológicos en su libro titulado ‘Diez libros de Cirugía’ editado en 1575.
Las uretritis y la gonorrea fueron descritos en el libro denominado XIX como “Traictant de la Grosse Vérola dite maladie vénérienne”.
Decía en el capítulo I que la ‘Lues venerea’ era una ‘enfermedad generada por contacto sexual a través de una cópula con mala higiene y contagiados usualmente por una ulcera de los genitales y ulteriormente manifestada por pústulas de la cabeza u tras partes externas del cuerpo y finalmente infectando partes internas ocasionando dolores nocturnos crueles y tormentosos’.
En el capitulo XVI refería en su título: “Cómo la gonorrea difiere de la estranguria virulenta” y diferenciaba las dos entidades de la siguiente manera: ‘La gonorrea es una efusión involuntaria de esperma, originada de todo el cuerpo hacia los órganos genitales, debido a la perdida de retención de éstas estructuras’ .
Y seguía diciendo que ‘Esta enfermedad ocurre cuando una suave y pura parte de la sangre viscosa pero clara y sin olores indeseables toma su curso al tracto genital con una sensación agradable especialmente hacia la parte final del pene’. Por el contrario ‘la estranguria virulenta es una descarga maloliente, amarilla en ocasiones verdosa, o con pus hemorrágico como una materia no bien cocida, a menudo erosionando la uretra y causando erecciones dolorosas’. ‘La causa era un grueso y flatulento espíritu llenando y distendiendo la completa substancia porosa del pene’.
Refería que la gonorrea, posteriormente conocida en los siglos siguientes como espermatorrea no duraba mucho y no afectaba las condiciones generales del paciente.
En cambio la estranguria virulenta duraba en el tiempo y afectaba las condiciones generales, perdiendo el paciente peso y condiciones con el desarrollo de la enfermedad.
La gonorrea o espermatorrea para nosotros tenía tres causas: replección excesiva, hambrunas excesivas y contagio por una copula de un hombre infectado o de una mujer infectada.
Para el tratamiento de la espermatorrea o gonorrea recomendaba ‘dieta exenta de alimentos que traigan más sangre al cuerpo’. Evitar el vino y las especias.
Ejercicios físicos diarios y nadar en agua fría. Dormir poco y colocarse unguentos en las partes genitales y en el lomo con ‘unguentum rosaum refrigerans Galeni’ y alejarse de las mujeres hasta estar curado. Recomendaba productos naturales de las plantas. Para ser aplicado en las ‘excrecencias callosas’ originadas como secuela de lues venerea uretral, recomendaba decocción de ‘guaiacum’ tambien llamado palo de Guayaco. (36)
Se publica en la ciudad de Valencia-España en 1676 una nueva edición del libro “Crisol de la Cirugia” del eminente medico-cirujano de la universidad de Padova Fabbrizio Di Aquapendente (1537-1611), a cargo del editor Pedro Gonzalez de Godoy del Instituto de Lenguaje de Valencia donde se describe la manera de tratar las verrugas genitales en aquel entonces denominadas “higas” (1)
Giovanni Maria Lancisi (1654-1720) clínico y anatomista italiano, considerado el primer Higienista moderno, se graduó de medicina en la Universidad de Roma a los 18 años, y nombrado médico de los Papas Inocencio XI en 1688 y posteriormente de los papas Inocencio XII y Clemente XI. El año de 1700, Lancisi demostró la relación de la sífilis con el sistema cardiovascular. Fue Lancisi el que acuña el nombre de aneurisma. Recordemos que para ese entonces la sífilis tenía una gran incidencia en la población y que en el período terciario al carecer de tratamiento aparecía el secundarismo cardíaco con la formación del aneurisma aortico (37)
Jacques Daran (1701-1784), consejero medico del Rey Luis XVIII, e inventor, quién demostró gran pericia en el tratamiento de las estrecheces uretrales e inventó una bujía de cuerda de guitarra, publica en pleno siglo XVIII en Francia el ‘Tratado Completo de la gonorrea virulenta en el hombre y la mujer’ con la demostración de instrumentales para la exploración uretral y el tratamiento de la ‘carnosidades-callosidades’ de la uretra posterior a males venéreos.
Igualmente en el siglo XVIII salen a la luz editorial obras como las de Gautier d´Agoty y Jacques Fabien donde se ilustran las enfermedades venéreas, tanto en hombres como en mujeres, como las señaladas abajo, donde podemos ver diferentes afecciones venéreas a nivel del pene, con repercusiones adenopáticas inguinales en fases supurativas y cicatriciales.
viernes, 12 de abril de 2013
Las superficies de cobre reducen a la mitad la tasa de infecciones adquiridas en la UCI
10 de abril de 2013 – Fuente: Infection Control & Hospital Epidemiology
La colocación de objetos de cobre en las habitaciones de la unidad de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales redujo en más de la mitad el número de infecciones adquiridas por pacientes en atención sanitaria, según un nuevo estudio
En Estados Unidos, las infecciones hospitalarias provocan 100.000 muertes al año y añade unos 46.000 millones de dólares a los costos sanitarios. Las infecciones hospitalarias a menudo contaminan los artículos dentro de las salas de hospital, permitiendo que las bacterias se transfieran de un paciente a otro.
Los microbios más comunes son Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y Enterococcus resistente a la vancomicina (ERV). Aunque se han desarrollado varias estrategias para reducir las infecciones hospitalarias, pocas han sido clínicamente probadas para rebajar la propagación de estas infecciones.
Por eso, científicos han probado la capacidad de las superficies de cobre para reducir la contaminación ambiental de estos gérmenes y así disminuir las infecciones hospitalarias en los pacientes. Las superficies de cobre tienen una capacidad inherente para matar a los microbios ambientales continuamente sobre estas superficies.
El estudio se realizó entre julio de 2010 y junio de 2011 en tres centros médicos: la Universidad Médica de South Carolina, el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center y el Centro de Asuntos Médicos para Veteranos ‘Ralph H. Johnson’. A los pacientes que fueron ingresados en la UCI de estos hospitales se les asignó al azar para recibir atención en una habitación tradicional o en una donde elementos como las barandillas de la cama, las mesas, los postes y los botones para llamar a las enfermeras fueron hechas exclusivamente de base de cobre, ambas limpiadas con las mismas prácticas.
La proporción de pacientes que desarrollaron infecciones hospitalarias y/o colonización por SARM o ERV fue significativamente menor entre los de las habitaciones con superficies de cobre (7,1%) en comparación con los de las salas tradicionales (12,3%). La proporción de enfermos que desarrollaron infecciones adquiridas en los hospitales fue significativamente menor entre los asignados a las salas de cobre (3,4%) frente a los de las habitaciones tradicionales (8,1%).
“Los pacientes que sufren infecciones hospitalarias suelen permanecer en el hospital más tiempo, incurrir en mayores costos y, por desgracia, sufren un riesgo mayor de morir durante la hospitalización”, resumió Cassandra Sal-gado D., profesora asociada de la Universidad Médica de South Carolina y autora principal del estudio.
“Nuestro estudio encontró que la colocación de elementos con superficies de cobre en las salas de UCI como medida adicional a las prácticas habituales de control de infecciones podría reducir el riesgo de infección hospitalaria, así como la colonización por microbios resistentes a múltiples fármacos”, resaltó esta experta.
Los intentos anteriores de reducir las infecciones hospitalarias han requerido el compromiso de los trabajadores de la salud o el uso de sistemas como luz ultravioleta, que pueden ser limitados debido a la regeneración de los organismos después de la intervención. Por el contrario, las superficies de aleaciones de cobre ofrecen una manera pasiva de reducir la carga, sin la intervención del personal o participación con proveedores externos, según los investigadores.
La colocación de objetos de cobre en las habitaciones de la unidad de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales redujo en más de la mitad el número de infecciones adquiridas por pacientes en atención sanitaria, según un nuevo estudio
En Estados Unidos, las infecciones hospitalarias provocan 100.000 muertes al año y añade unos 46.000 millones de dólares a los costos sanitarios. Las infecciones hospitalarias a menudo contaminan los artículos dentro de las salas de hospital, permitiendo que las bacterias se transfieran de un paciente a otro.
Los microbios más comunes son Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y Enterococcus resistente a la vancomicina (ERV). Aunque se han desarrollado varias estrategias para reducir las infecciones hospitalarias, pocas han sido clínicamente probadas para rebajar la propagación de estas infecciones.
Por eso, científicos han probado la capacidad de las superficies de cobre para reducir la contaminación ambiental de estos gérmenes y así disminuir las infecciones hospitalarias en los pacientes. Las superficies de cobre tienen una capacidad inherente para matar a los microbios ambientales continuamente sobre estas superficies.
El estudio se realizó entre julio de 2010 y junio de 2011 en tres centros médicos: la Universidad Médica de South Carolina, el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center y el Centro de Asuntos Médicos para Veteranos ‘Ralph H. Johnson’. A los pacientes que fueron ingresados en la UCI de estos hospitales se les asignó al azar para recibir atención en una habitación tradicional o en una donde elementos como las barandillas de la cama, las mesas, los postes y los botones para llamar a las enfermeras fueron hechas exclusivamente de base de cobre, ambas limpiadas con las mismas prácticas.
La proporción de pacientes que desarrollaron infecciones hospitalarias y/o colonización por SARM o ERV fue significativamente menor entre los de las habitaciones con superficies de cobre (7,1%) en comparación con los de las salas tradicionales (12,3%). La proporción de enfermos que desarrollaron infecciones adquiridas en los hospitales fue significativamente menor entre los asignados a las salas de cobre (3,4%) frente a los de las habitaciones tradicionales (8,1%).
“Los pacientes que sufren infecciones hospitalarias suelen permanecer en el hospital más tiempo, incurrir en mayores costos y, por desgracia, sufren un riesgo mayor de morir durante la hospitalización”, resumió Cassandra Sal-gado D., profesora asociada de la Universidad Médica de South Carolina y autora principal del estudio.
“Nuestro estudio encontró que la colocación de elementos con superficies de cobre en las salas de UCI como medida adicional a las prácticas habituales de control de infecciones podría reducir el riesgo de infección hospitalaria, así como la colonización por microbios resistentes a múltiples fármacos”, resaltó esta experta.
Los intentos anteriores de reducir las infecciones hospitalarias han requerido el compromiso de los trabajadores de la salud o el uso de sistemas como luz ultravioleta, que pueden ser limitados debido a la regeneración de los organismos después de la intervención. Por el contrario, las superficies de aleaciones de cobre ofrecen una manera pasiva de reducir la carga, sin la intervención del personal o participación con proveedores externos, según los investigadores.
Estados Unidos: Los médicos recetan cada año más antibióticos
11 de abril de 2013 – Fuente: The New England Journal of Medicine
Los médicos estadounidenses recetan cada año antibióticos en una cantidad tal que podrían tomarlos cuatro de cada cinco habitantes del país, un ritmo alarmante que deja entrever un uso excesivo, de acuerdo con un nuevo estudio federal.
El exceso en su uso es una de las razones por las que los antibióticos están perdiendo eficacia, lo que dificulta tratar las infecciones.
El informe contiene el primer panorama detallado de la utilización de estos medicamentos estado por estado y halla que es más alto en el sur del país y en la región sureña de los Montes Apalaches.
“Suena muy alta la cifra de antibióticos recetados”, dijo Keith Rodvold, profesor de práctica farmacéutica en la Universidad de Illinois, en Chicago.
No hay consenso científico sobre un nivel adecuado para recetar antibióticos. Sin embargo, algunos expertos afirman que los resultados en el nuevo estudio son inquietantes, y que posiblemente las tasas sean excesivas incluso en los estados donde se recetan menos.
Los antibióticos han estado disponibles para el público en general desde la década de 1940 y han hecho maravillas para salvar a pacientes de diversas infecciones, desde la neumonía hasta las infecciones de transmisión sexual. Pero las bacterias se han vuelto cada vez más resistentes a ellos.
Según los expertos, la probabilidad de que haya resistencia al tratamiento aumenta cuando los antibióticos no se utilizan el tiempo suficiente o se les toma por la razón equivocada, lo que le permite a las bacterias sobrevivir y adaptarse.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están dando seguimiento a cuanto menos 20 cepas de bacterias resistentes.
Los investigadores de los CDC, a cargo del nuevo estudio, analizaron las cifras correspondientes a 2010 de la base de datos nacional de los fármacos que requieren receta médica.
Otros estudios se han centrado en las recetas de antibióticos a grupos específicos como pacientes de Medicare, el programa gubernamental de asistencia médica para ancianos. Esta nueva investigación es la primera que examina la utilización de antibióticos entre los estadounidenses en general.
En 2010, médicos y demás personal de salud recetaron 258 millones de tratamientos con antibióticos para una población de poco menos de 309 millones de habitantes, dijeron los investigadores. La cifra equivale a un promedio de 833 recetas de antibióticos cada 1.000 personas.
Los médicos estadounidenses recetan cada año antibióticos en una cantidad tal que podrían tomarlos cuatro de cada cinco habitantes del país, un ritmo alarmante que deja entrever un uso excesivo, de acuerdo con un nuevo estudio federal.
El exceso en su uso es una de las razones por las que los antibióticos están perdiendo eficacia, lo que dificulta tratar las infecciones.
El informe contiene el primer panorama detallado de la utilización de estos medicamentos estado por estado y halla que es más alto en el sur del país y en la región sureña de los Montes Apalaches.
“Suena muy alta la cifra de antibióticos recetados”, dijo Keith Rodvold, profesor de práctica farmacéutica en la Universidad de Illinois, en Chicago.
No hay consenso científico sobre un nivel adecuado para recetar antibióticos. Sin embargo, algunos expertos afirman que los resultados en el nuevo estudio son inquietantes, y que posiblemente las tasas sean excesivas incluso en los estados donde se recetan menos.
Los antibióticos han estado disponibles para el público en general desde la década de 1940 y han hecho maravillas para salvar a pacientes de diversas infecciones, desde la neumonía hasta las infecciones de transmisión sexual. Pero las bacterias se han vuelto cada vez más resistentes a ellos.
Según los expertos, la probabilidad de que haya resistencia al tratamiento aumenta cuando los antibióticos no se utilizan el tiempo suficiente o se les toma por la razón equivocada, lo que le permite a las bacterias sobrevivir y adaptarse.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están dando seguimiento a cuanto menos 20 cepas de bacterias resistentes.
Los investigadores de los CDC, a cargo del nuevo estudio, analizaron las cifras correspondientes a 2010 de la base de datos nacional de los fármacos que requieren receta médica.
Otros estudios se han centrado en las recetas de antibióticos a grupos específicos como pacientes de Medicare, el programa gubernamental de asistencia médica para ancianos. Esta nueva investigación es la primera que examina la utilización de antibióticos entre los estadounidenses en general.
En 2010, médicos y demás personal de salud recetaron 258 millones de tratamientos con antibióticos para una población de poco menos de 309 millones de habitantes, dijeron los investigadores. La cifra equivale a un promedio de 833 recetas de antibióticos cada 1.000 personas.
Estados Unidos: La presencia de bacterias resistentes a los antibióticos en los hospitales ha aumentado de forma alarmante
5 de marzo de 2013 – Fuente: The Associated Press
La presencia de algunas bacterias peligrosas y extremadamente resistentes a los antibióticos ha aumentado en forma alarmante en los hospitales de Estados Unidos, reportaron las autoridades de salud. Esos microorganismos se han vuelto muy resistentes al tratamiento con esos fármacos después que hace sólo 10 años casi nunca se veía que tuvieran esa resistencia.
Las infecciones con estos microbios siguen sin ser comunes. Pero en los primeros seis meses del año pasado, casi 200 hospitales estadounidenses –aproximadamente 4%– registraron al menos un caso, reportaron el martes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). “Los llamaría una gran amenaza que está surgiendo en nuestros hospitales”, dijo el Dr. Arjun Srinivasan, experto en enfermedades infecciosas de los CDC.
Las autoridades de salud han detectado estas bacterias en 42 estados y amenazan con extender su resistencia a más de sus parientes bacterianos. “Sólo tenemos una pequeña oportunidad de detener la difusión” de estos microbios tan resistentes, dijo el Dr. Tom Frieden, director de los CDC. En una conferencia de prensa el martes dijo que estaba “haciendo sonar la alarma”.
Los CDC exhortaron a los trabajadores de hospitales a estar alerta para detectar las infecciones y a tomar medidas con el fin de no diseminar los gérmenes entre los pacientes.
El informe no incluyó microbios más conocidos como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), o la bacteria Clostridium difficile, que han asediado a los hospitales.
Se enfocó en los microbios que han surgido de un grupo bacteriano específico. Al menos cinco de las 70 clases en esa familia han desarrollado resistencia a un tipo de antibiótico llamado carbapenem, considerado uno de los últimos recursos contra los gérmenes difíciles de combatir.
Algunas de esas bacterias parecen tener un potencial aterrador. Entre ellos está Klebsiella pneumoniae, un microbio que provocó la muerte de al menos siete pacientes en un hospital federal de investigación en Bethesda, Maryland; así como los que obtienen su resistencia de un gen llamado NDM-1.
“Las bacterias suelen vivir en los intestinos sin generar problemas, pero pueden producir neumonía, así como infecciones en el sistema urinario y en la sangre si llegan a otras partes del cuerpo de pacientes con sistemas inmunológicos debilitados. Al menos la mitad de los enfermos que sufren las infecciones en el torrente sanguíneo mueren”, dijo Srinivasan.
Sin embargo, los CDC no proporcionaron cifras sobre fallecimientos atribuidos a estos microbios resistentes.
En 2001, los hospitales en Estados Unidos reportaron que sólo 1% de las muestras de la familia bacteriana eran resistentes al antibiótico carbapenem. Para 2011 la cifra había subido a 4%.
El abuso de los antibióticos en hospitales produjo una epidemia de infecciones por una superbacteria
11 de diciembre de 2012 – Fuente: Nature Genetics
El uso generalizado de los antibióticos en los hospitales ha provocado la aparición de dos cepas resistentes de la superbacteria Clostridium que ha matado a miles de personas en todo el mundo en los últimos dos decenios, según un estudio.
Un análisis genético de unas 300 muestras de la bacteria Clostridium difficile, procedentes de todo el mundo, descubrió que los brotes globales fueron en realidad causados por dos cepas diferentes que habían adquirido independientemente resistencia a un antibiótico ampliamente utilizado en hospitales.
Los científicos rastrearon los árboles evolutivos de cada cepa de C. difficile y encontraron que ambos se origina-ron con una diferencia de un par de años entre una y otra, una en un hospital de Pittsburg, Pennsylvania, y la otra en Montreal, Canadá.
Los viajeros internacionales llevaron la cepa canadiense a Gran Bretaña y el resto de Europa, donde causó una serie notable de brotes en hospitales de Gran Bretaña entre 2003 y 2006, dando lugar a que cientos de pacientes murieran a causa de complicaciones intestinales.
“Utilizamos la secuenciación avanzada del ADN para determinar la historia evolutiva de esta epidemia y el patrón posterior de propagación mundial”, dijo Miao He, del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge, que llevó a cabo el análisis genético. “Encontramos que este brote provino de dos cepas epidémicas o linajes separados de C. difficile, ambos en América del Norte en un período muy corto, y rápidamente se diseminaron por los hospitales de todo el mundo”
El estudio encontró que las dos cepas de la bacteria habían sufrido la misma mutación en un gen clave que confirió resistencia a las fluoroquinolonas. Una vez que la resistencia evolucionó, las dos cepas se ex-tendieron rápidamente entre los pacientes de los hospitales de América del Norte y luego de Europa.
Trevor Lawley, líder del estudio del Instituto Sanger, dijo que “hasta esta investigación no nos habíamos dado cuenta de que la misma mutación había ocurrido en realidad dos veces, independientemente una de otra. Esto demuestra que esto no es un acontecimiento raro y puede volver a ocurrir. Existe una relación entre la adquisición de la resistencia y la aparición de estas mutaciones en todo el mundo, y el uso de los antibióticos”.
El estudio establece que la evolución y persistencia de cepas de C. difficile resistentes a las fluoroquinolonas es probable que sea el resultado del uso generalizado de esta clase de antibióticos en América del Norte a fines de 1990 y principios de 2000.
El profesor Brendan Wren, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, uno de los co-autores del estudio, dijo que “hasta principios de la década de 2000, las fluoroquinolonas eran un tratamiento eficaz para infección por C. difficile. Hemos visto que desde que estas cepas adquirieron resistencia a estos antibióticos de primera línea, no sólo son ahora prácticamente inútiles contra este organismo, sino que la resistencia parece haber sido una de los principales factores en la evolución continua y la persistencia de estas cepas en hospitales y clínicas”.
La cepa que se desarrolló en Estados Unidos, conocida como FQR1, después empezó a circulan en hospitales de Suiza y Corea del Sur. La cepa evolucionada en Canadá, FQR2, se extendió mucho más allá, hasta Australia, Francia, Gran Bretaña y otras partes de Europa.
Los científicos creen que los brotes de FQR2 en los hospitales británicos pueden remontarse a tres transmisiones diferentes, desde América del Norte a hospitales en Exeter, Ayreshire y Birmingham. Otra transmisión, en Maidstone, provino de Europa.4
4 Clostridium difficile es la causa más común de diarrea bacteriana y colitis pseudomembranosa en pacientes hospitalizados, y la terapia con medicamentos antimicrobianos es el factor de riesgo más importante asociado a la adquisición de C. difficile. Los recientes brotes de diarrea asociada a C. difficile de mayor gravedad, de alta tasa de recaída, y significativa mortalidad, se han relacionado con la aparición de una nueva cepa hipervirulenta de C. difficile, que hiper-produce toxinas A y B, debido a una deleción en un gen regulador conocido como NAP 1/027 (pulsotipo 1 norteamericano, ribotipo por PCR 027).
China: El abuso de los antibióticos en el ganado podría ser una amenaza para la salud humana
11 de febrero de 2013 – Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences
Los antibióticos usados para engordar a los animales de granja plantean una grave amenaza para la salud global, engendrando genes resistentes a los fármacos que terminan en los fertilizantes, el compost y el agua subterránea, y que afectan la capacidad de los antibióticos de combatir a las enfermedades humanas, sugiere un nuevo estudio de China.
En colaboración para examinar los genes de la resistencia a los antibióticos en tres grandes granjas de cerdos en China, que usa cuatro veces más antibióticos con propósitos veterinarios que Estados Unidos, científicos chinos y estadounidenses detectaron 149 genes resistentes exclusivos. Los 63 genes de resistencia a los antibióticos principales se hallaron en concentraciones que eran entre 192 y 28.000 veces más elevadas que las muestras “control” de estiércol o tierra que estaban libres de antibióticos.
“Para mí, el punto importante es que el estudio se realizó en China, pero que esta práctica no es inusual en varios países. El ejemplo es China, pero las implicaciones van más allá de China”, advirtió el autor del estudio James Tiedje, director del Centro de Ecología Microbiana de la Universidad Estatal de Michigan, en East Lansing. “Dado que esta práctica de usar antibióticos terapéuticos en el pienso se usa ampliamente en todo el mundo, anticiparíamos un fenómeno similar en otros lugares”.
Los antibióticos y fármacos similares han salvado innumerables vidas en los últimos 70 años, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, pero el poder de los medicamentos ha disminuido en los últimos años debido a bacterias adaptativas que se han vuelto resistentes a sus efectos. Varias afecciones potencialmente letales (como la tuberculosis, la infección con Staphylococcus aureus, la neumonía y la malaria) han desarrollado cepas virulentas resistentes a los antibióticos que desafían a las curas, debido a una falta de nuevos antibióticos para contrarrestar el problema.
“El uso masivo de antibióticos en los animales crea un océano de bacterias resistentes a los antibióticos”, advirtió el Dr. Stuart Levy, presidente de la Alianza para el Uso Prudente de los Antibióticos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Washington. “Hay un intercambio genético terriblemente activo”.
“Este trabajo pone en perspectiva algo de lo que hablábamos de forma general”, añadió Levy, quien también es profesor de biología molecular, microbiología y medicina. “El alcance de la contaminación de los suelos es lo que esperábamos, pero no contábamos con los datos. Creo que se trata de una contribución maravillosa”.
China regula el uso de antibióticos en los animales muy levemente, y la práctica ocurre en muchos países del mundo a distintos niveles, excepto en Europa, donde está prohibida. El año pasado, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos anunció nuevas reglas que obligan a los granjeros y a los rancheros a obtener la receta de un veterinario antes de usar antibióticos en los animales.
Tiedje, autor del estudio y profesor de microbiología, genética molecular y ciencias de las plantas, la tierra y microbianas, dijo que los chinos están preocupados sobre esta amenaza de salud por la seguridad de sus propios ciudadanos, motivo por el cual se llevó a cabo el estudio. Dijo que espera que más países opten por prohibir el uso de antibióticos en las granjas comerciales de ganado, lo que crearía un “ambiente justo” aunque probablemente provoque un aumento en los precios de la carne.
“Trabajos como este realmente proveen los datos necesarios para afirmar que ha llegado el momento de resolver esta situación”, aseguró Levy. “Creo que es vergonzoso que sigamos con esta práctica. El trabajo es puntual, quizás ahora suceda algo”.
Antibiotic-resistant gonorrhea may soon arrive
Posted: 02/18/2013 10:37:42 AM MST
Updated: 02/18/2013 11:04:46 AM MST
By Amir Khan, Everyday Health Staff Writer
(Reuters/Suzanne Plunkett)
Faced with the continued spread of antibiotic-resistant gonorrhea in Asia and Europe, the U.S. Centers for Disease Control and Prevention repeated its warning Friday to U.S. doctors: Prepare for the arrival of the dangerous bacteria and avoid the kind of antibiotic prescription practices that breed so-called superbugs.
Gonorrhea is the second most commonly reported infectious disease in the United States, and has become resistant to all but one class of antibiotics, cephalosporins, which are becoming less effective at treating it. Some countries in Europe and Asia have already seen cephalosporin-resistant gonorrhea, and growing fears that it will make its way to U.S. shores prompted the CDC's warning to doctors in the latest issue of the public health agency's Morbidity and Mortality Weekly Report.
Barbara Johnston, MD, associate medical director at Mount Sinai Comprehensive Health Program in New York, said people need to be aware that some treatment is already failing, and one day, gonorrhea may be incurable.
"There's the attitude that this disease is curable," says Barbara Johnston, MD, associate medical director at Mount Sinai Comprehensive Health Program in New York. "We tell our patients that we've already had to change our treatment twice, and there may come the day where we don't have a treatment for it. I think it's just a matter of time."
Antibiotic-resistant gonorrhea isn't the only disease that is beating drugs that were once effective. Outbreaks of multidrug-resistant tuberculosis in third world countries have put thousands of people at risk of this deadly disease. Multidrug-resistant tuberculosis does not respond to the traditional tuberculosis treatment, and instead requires other drugs that are not always available in the countries where tuberculosis is most prevalent. In addition, multidrug-resistant tuberculosis can require up to two years to treat, and can be very expensive.
While antibiotic-resistant gonorrhea and multidrug-resistant tuberculosis have not yet made their way to the United States, one antibiotic-resistant bacteria is starting to emerge here. Antibiotic-resistant urinary tract infections have started to make their appearance, and according to a report by Extending the Cure and the Robert Wood Johnson Foundation in November, could pose a serious threat.
"Without proper antibiotic treatment, UTIs can turn into bloodstream infections, which are much more serious and can be life-threatening," Ramanan Laxminarayan, director of Extending the Cure, said in a statement. "These findings are especially disturbing because there are few new antibiotics to replace the ones that are becoming less effective. New drug development needs to target the types of drug-resistant bacteria that cause these infections."
The CDC outlined the need for new treatments in its warning Friday, saying that since federal approval of new drugs takes so long, researchers should look into the new treatments now, before antibiotic-resistant gonorrhea becomes a problem in the United States. "Antimicrobial drug development is needed now," the MMWR article stated, "particularly because the development process for new drugs can take more than a decade."
Still, Steve Solomon MD, director of the CDC's office of antimicrobial resistance, says that creating new antibiotics to combat diseases may not solve the underlying problem -- the overuse of the drugs.
"The principal driver of antibiotic resistance is the use of antibiotics," Solomon says. "The more antibiotics that are used, the more the bacteria become resistant to them. Unfortunately, a significant proportion of the antibiotics used in the United States don't need to be used. Some studies suggest that a third to a half of all antibiotics given to people in the U.S. may be unnecessary or used inappropriately."
Solomon says that doctors need to become more judicious in prescribing antibiotics in order to prevent antibiotic-resistant bacteria from spreading.
"As public health authorities learn more about how, when and where antibiotics are used, we can be much more effective, working with clinicians, to improve the way antibiotics are given to patients, making sure that antibiotics are given only when necessary and are always given appropriately," he says. "Doctors, hospitals and other health professionals around the U.S. are embracing the idea of antibiotic stewardship, ensuring that these drugs are always used prudently so that their effectiveness is preserved.
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